9 de Marzo de 2011 - 10:12:33 - Luis del Pino / Libertad Digital
"Se participa que, según informa la Unidad Central correspondiente, en la documentación obrante en sus dependencias no se puede determinar de forma clara qué funcionarios de Policía se hicieron cargo del traslado de los restos de las explosiones ocurridas en los atentados del 11 de marzo de 2004".
Con esa frase, recogida en la información que hoy publica el diario El Mundo, el Ministerio de Interior acaba de cargarse buena parte del juicio del 11-M y de la instrucción del sumario.
Porque esa frase, incluida en la respuesta que el Ministerio de Interior ha enviado a la juez Coro Cillán - que instruye la causa por presunta ocultación de pruebas contra Sánchez Manzano - es un reconocimiento oficial en toda regla... de que no existe cadena de custodia para las muestras recogidas en los trenes.
Ya sabíamos que esa cadena de custodia no existía, porque así lo habían declarado diversos Tedax en la causa que se sigue contra Sánchez Manzano y su jefa de laboratorio. Pero una cosa es que tengamos el testimonio de una serie de Tedax y otra cosa muy distinta - y mucho más grave - es que el Ministerio de Interior confirme, de manera oficial y fehaciente, en respuesta a un requerimiento judicial, que la cadena de custodia no existe.
Si no existe cadena de custodia de las muestras de los trenes - es decir, si no podemos ni siquiera documentar qué policías se encargaron de trasladar cada bolsa de restos - quiere decir que cualquiera pudo añadir o quitar muestras a voluntad, tanto aquella mañana del 11-M, como con posterioridad.
Si no existe cadena de custodia de las muestras de los trenes, quiere decir, por tanto, que los análisis efectuados en el laboratorio de los Tedax se realizaron utilizando muestras cuyo origen no se puede demostrar.
Si no existe cadena de custodia de las muestras de los trenes, quiere decir, asimismo, que no tenemos ninguna constancia formal de que las muestras entregadas al tribunal del 11-M para realizar la pericial de explosivos en el juicio, provengan de los trenes. En consecuencia, las conclusiones de esa pericial quedarían invalidadas.
Si no existe cadena de custodia, querría decir, en definitiva, que no solo se hicieron desaparecer 90 toneladas de los trenes, dejándolas reducidas a unas pocas decenas de fragmentos metálicos, sino que ni siquiera podríamos autenticar el origen de esos miserables fragmentos.
El Ministerio de Interior que dirige Rubalcaba, en su aparente intento de dilatar y retardar la acción de la Justicia contra los funcionarios acusados de posible ocultación de pruebas en el 11-M, acaba de desguazar definitivamente los escasos restos de los trenes que se habían conservado.
Ya sabíamos que iba a contestar esto. Menuda cuadrilla están echos los de la kgb.
ResponderEliminarEspero que sus conciencias les pase factura.