Una delegación 'abertzale' se reúne en Caracas con un ex ministro, un diputado, el equipo de la vicepresidenta del Parlamento y empresarios
El entorno de ETA ha reaccionado a la muerte de Hugo Chávez emprendiendo una ofensiva diplomática en Venezuela para tratar de influir en cargos políticos y empresarios cercanos al nuevo presidente y candidato a la sucesión, Nicolás Maduro, con el fin de perpetuar la protección del régimen bolivariano, un auténtico oasis caribeño donde permanecen prófugos de la Justicia al menos unos 30 etarras.
Venezuela ha sido uno de los últimos paraísos para la banda terrorista y para sus organizaciones satélite de la izquierda abertzale; uno de esos lugares donde se sienten seguros y donde siempre encuentran respaldo para sus iniciativas políticas y propagandísticas.
Los radicales están tratando de blindar esa situación y han puesto en marcha maniobras internacionales en los centros donde encuentran asideros a su discurso, con el fin de que el cambio de presidente no suponga una pérdida de su actual estatus de privilegio.
Las organizaciones de la izquierda abertzale no creen que vaya a variar mucho su cómoda situación pero, por si se produce algún imprevisto, han activado su aparato diplomático. De hecho, el contacto con Nicolás Maduro no era igual de solvente que el que tenían con Chávez, según explicaron fuentes cercanas al entorno radical.
Venezuela ha sido uno de los últimos paraísos para la banda terrorista y para sus organizaciones satélite de la izquierda abertzale; uno de esos lugares donde se sienten seguros y donde siempre encuentran respaldo para sus iniciativas políticas y propagandísticas.
Los radicales están tratando de blindar esa situación y han puesto en marcha maniobras internacionales en los centros donde encuentran asideros a su discurso, con el fin de que el cambio de presidente no suponga una pérdida de su actual estatus de privilegio.
Las organizaciones de la izquierda abertzale no creen que vaya a variar mucho su cómoda situación pero, por si se produce algún imprevisto, han activado su aparato diplomático. De hecho, el contacto con Nicolás Maduro no era igual de solvente que el que tenían con Chávez, según explicaron fuentes cercanas al entorno radical.
Esperando a Cubillas
España espera en vano desde hace dos años y medio que Venezuela le entregue al etarra Arturo Cubillas para poder juzgarlo. El juez Eloy Velasco lo reclama porque lo considera el jefe de la colonia de la banda en el país caribeño y cicerone de los contactos, bajo el amparo de Hugo Chávez, entre ETA y las FARC para fabricar armas, organizar cursillos y preparar atentados. A la vista de la altura política de las acusaciones, ni era probable que el fallecido presidente lo extraditase ni en absoluto lo es que lo haga Nicolás Maduro. El Gobierno de Zapatero acordó en octubre de 2010 pedir a Venezuela la entrega de Cubillas, entonces como colaborador de ETA, aunque un auto posterior de procesamiento lo ascendió a dirigente de la banda, junto a los 'números uno' 'Thierry' y 'Atta'. La fiscalía bolivariana defendió el argumento de que Cubillas no puede ser extraditado porque obtuvo la nacionalidad venezolana. De hecho, trabaja como director de Bienes y Servicios del Instituto Nacional de Tierras, encargado de ejecutar las expropiaciones
Los radicales
Los analistas lo tienen claro: la izquierda radical teme que se produzca un cambio político en Venezuela tras la muerte de Chávez que pueda dar al traste con las especiales relaciones que hasta ahora ha mantenido con ese régimen. Y el posible cambio podría afectar al colectivo de miembros de la organización terrorista que se refugia allí. Las estimaciones policiales apuntan que en aquel país se encuentra más de una treintena de miembros de ETA prófugos de la Justicia.
El vínculo que ha logrado el entorno de la banda con el empresariado venezolano cercano al poder ha provocado incluso que se esté produciendo un hecho curioso: los inversores vascos que pretenden entrar en Venezuela buscan el apoyo de la izquierda abertzale, que está sustituyendo la actuación de las instituciones diplomáticas y del comercio exterior españolas.
JOSEAN IZARRA BILBAO
30/03/2013 ESPAÑA
Los radicales
Los analistas lo tienen claro: la izquierda radical teme que se produzca un cambio político en Venezuela tras la muerte de Chávez que pueda dar al traste con las especiales relaciones que hasta ahora ha mantenido con ese régimen. Y el posible cambio podría afectar al colectivo de miembros de la organización terrorista que se refugia allí. Las estimaciones policiales apuntan que en aquel país se encuentra más de una treintena de miembros de ETA prófugos de la Justicia.
El vínculo que ha logrado el entorno de la banda con el empresariado venezolano cercano al poder ha provocado incluso que se esté produciendo un hecho curioso: los inversores vascos que pretenden entrar en Venezuela buscan el apoyo de la izquierda abertzale, que está sustituyendo la actuación de las instituciones diplomáticas y del comercio exterior españolas.
Así, la izquierda abertzale está haciendo «un gran esfuerzo» para mantener e incluso intensificar sus relaciones con el régimen chavista y trata de potenciar sus vínculos con dirigentes e instituciones de Venezuela. Los radicales quieren rentabilizar la situación iniciada tras el alto el fuego de ETA y explotar el argumento de que la banda ha dado el paso y ya no está por la violencia, especialmente en aquellos países, como es Venezuela, donde existe mayor afinidad ideológica. Según explicaron las mismas fuentes, el pasado mes de febrero representantes de las organizaciones afines a ETA viajaron a Venezuela y mantuvieron contactos con todo aquél que tuviera cierto nivel político y al que pudieran acceder. También lo hicieron en el mundo empresarial y el cultural (singularmente, con profesores y responsables universitarios). Entre los políticos con los que los representantes abertzales lograron reunirse está Vladimir Castillo, asesor personal de Blanca Eekhout, vicepresidenta segunda del Parlamento venezolano. Inicialmente, iba a asistir a la cita también ella pero no pudo acudir por «problemas de agenda». No habría sido, en todo caso, su primer encuentro con la izquierda radical. Los comisionados del entorno de ETA también se encontraron en febrero, en ese mismo viaje, con Amílcar Figueroa, antiguo guerrillero, ahora diputado y ex presidente del Parlamento Latinoamericano (Parlatino). Éste les trasladó su «preocupación» porque el nuevo Ejecutivo de Maduro trate de avanzar hacia posiciones más «socialdemócratas». Incluso les avanzó que es un político más partidario de la «vía brasileña». Los radicales vascos se reunieron también con Miguel Ángel Rodríguez, ex ministro de Medio Ambiente y actual presidente de Petróleos y Gas de Venezuela. Según explicaron estas fuentes, el ahora empresario se interesó por la situación actual que atraviesa el País Vasco, después del alto el fuego. Pero las gestiones no se limitaron al mundo político. También aprovecharon su estancia en Venezuela para tratar de estrechar lazos con empresarios para poner en marcha cooperativas en aquel país. Estas fuentes precisaron que los radicales también realizaron contactos para buscar la implantación de una franquicia de tabernas vascas. En cuanto al ámbito cultural y educativo, un sector donde los abertzales siempre han centrado sus esfuerzos, la delegación mantuvo reuniones con profesores y representantes del ámbito universitario. quieren impulsar un máster sobre Euskal Herria . Su proyecto es realizar también, en reciprocidad, otro curso similar en la Universidad del País Vasco sobre la República Bolivariana. La vinculación de la izquierda abertzale con el actual régimen chavista de Venezuela es grande. A los actos tras la muerte de Hugo Chávez acudió una comisión encabezada por el diputado general de Guipúzcoa, Martin Garitano, y el responsable de Sortu para Iberoamérica, Asier Altuna. Además, diferentes organizaciones realizaron homenajes póstumos en diversas ciudades vascas, con la asistencia de dirigentes, en recuerdo del presidente fallecido.
Sortu utiliza a 'Thierry' contra España y Francia
Pide su libertad por enfermedad, de la que culpa a la «criminal» política penitenciaria
Sortu reactivó ayer su presión sobre el Gobierno de Mariano Rajoy para que modifique la política penitenciaria con los presos de ETA al utilizar la hospitalización del ex número uno de la banda Francisco Javier López Peña, Thierry. Según la organización de apoyo a los reclusos etarras Herrira, Thierry sufrió el pasado jueves un derrame cerebral que le impide levantarse y su situación se agravó durante la tarde de ayer.
El portavoz de Sortu Pernando Barrena vinculó ayer la situación clínica de Thierry con una «política penitenciaria criminal» por parte de Francia y España e hizo pública la «solidaridad y apoyo» de la formación política abertzale con el preso y sus familiares. López Peña, de 54 años, era el responsable político de ETA cuando fue detenido en mayo de 2008. Fue el último interlocutor con el que el presidente del PSE, Jesús Eguiguren, negoció en los contactos que, con el conocimiento del Gobierno de Rodríguez Zapatero, mantuvo hasta el mes mayo de 2007.
Barrena arremetió ayer contra la política penitenciaria de los gobiernos español y francés horas después de confirmarse que López Peña continúa estable dentro de la gravedad en el hospital Pitié-Salpêtriere de París. Thierry, encarcelado en la prisión de Fleury-Merogis, fue trasladado el 11 de marzo al hospital Corbeil-Essonne al sufrir, supuestamente, un infarto. Dos días después, al ex jefe de ETA se le cambió al hospital Pitié-Salpêtriere, donde permanece, pero el centro hospitalario no ha emitido ningún comunicado oficial sobre la presencia y estado de salud del preso etarra.
Sortu se sumó ayer a la denuncia formulada unas horas antes por Herrira y su portavoz Pernando Barrena acusó a «Madrid y París de jugar a la ruleta rusa con los presos políticos vascos y sus familiares». El dirigente de la izquierda abertzale hizo pública, a través de un comunicado, la «preocupación» por el estado de salud de uno de los últimos jefes de la banda terrorista ETA, que adquirió un significativo protagonismo tras su detención por efectivos de la policía francesa en mayo de 2008.
Un año antes, Thierry se convirtió primero en el acompañante y posteriormente en el sustituto de José Antonio Urrutikoetxea, Josu Ternera, en las conversaciones que mantuvo la dirección de la banda con el dirigente socialista vasco Jesús Eguiguren en Ginebra y Oslo.
El portavoz de Sortu y la plataforma de apoyo a los presos etarras Herrira vincularon la situación de López Peña con el fallecimiento, el pasado día 14, de Ángel Figueroa, un miembro de ETA con una condena de cárcel de 67 años, pero que desde 2008 se encontraba en tercer grado por sufrir una enfermedad incurable.
Barrena también se refirió a un accidente sin daños personales de dos amigos de un preso encarcelado en Jaén, mientras que Herrira añadió en su denuncia pública presuntos malos tratos sufridos por presos en la cárcel francesa de Muret y en las prisiones de Puerto III y Sevilla.
E. M. MADRID
30/03/2013 ESPAÑA
El nombre de Francisco Javier López Peña, Thierry, quedará asociado siempre al fracaso de las negociaciones con ETA que fueron la gran apuesta política del primer Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. Fue él quien, como jefe de la banda, decidió poner fin al «alto el fuego permanente» en la víspera de la Nochevieja de 2006, cuando los terroristas volaron por los aires el aparcamiento de la T-4 de Barajas, asesinando a dos jóvenes ecuatorianos.
El portavoz de Sortu Pernando Barrena vinculó ayer la situación clínica de Thierry con una «política penitenciaria criminal» por parte de Francia y España e hizo pública la «solidaridad y apoyo» de la formación política abertzale con el preso y sus familiares. López Peña, de 54 años, era el responsable político de ETA cuando fue detenido en mayo de 2008. Fue el último interlocutor con el que el presidente del PSE, Jesús Eguiguren, negoció en los contactos que, con el conocimiento del Gobierno de Rodríguez Zapatero, mantuvo hasta el mes mayo de 2007.
Barrena arremetió ayer contra la política penitenciaria de los gobiernos español y francés horas después de confirmarse que López Peña continúa estable dentro de la gravedad en el hospital Pitié-Salpêtriere de París. Thierry, encarcelado en la prisión de Fleury-Merogis, fue trasladado el 11 de marzo al hospital Corbeil-Essonne al sufrir, supuestamente, un infarto. Dos días después, al ex jefe de ETA se le cambió al hospital Pitié-Salpêtriere, donde permanece, pero el centro hospitalario no ha emitido ningún comunicado oficial sobre la presencia y estado de salud del preso etarra.
Sortu se sumó ayer a la denuncia formulada unas horas antes por Herrira y su portavoz Pernando Barrena acusó a «Madrid y París de jugar a la ruleta rusa con los presos políticos vascos y sus familiares». El dirigente de la izquierda abertzale hizo pública, a través de un comunicado, la «preocupación» por el estado de salud de uno de los últimos jefes de la banda terrorista ETA, que adquirió un significativo protagonismo tras su detención por efectivos de la policía francesa en mayo de 2008.
Un año antes, Thierry se convirtió primero en el acompañante y posteriormente en el sustituto de José Antonio Urrutikoetxea, Josu Ternera, en las conversaciones que mantuvo la dirección de la banda con el dirigente socialista vasco Jesús Eguiguren en Ginebra y Oslo.
El portavoz de Sortu y la plataforma de apoyo a los presos etarras Herrira vincularon la situación de López Peña con el fallecimiento, el pasado día 14, de Ángel Figueroa, un miembro de ETA con una condena de cárcel de 67 años, pero que desde 2008 se encontraba en tercer grado por sufrir una enfermedad incurable.
Barrena también se refirió a un accidente sin daños personales de dos amigos de un preso encarcelado en Jaén, mientras que Herrira añadió en su denuncia pública presuntos malos tratos sufridos por presos en la cárcel francesa de Muret y en las prisiones de Puerto III y Sevilla.
El duro que advirtió al Gobierno que comprase «corbatas negras»
ETA voló la T-4 bajo su mando para chantajear a Zapatero
El etarra Francisco Javier López Peña, 'Thierry', se resiste durante un registro tras ser detenido en Burdeos. / JUSTY
Thierry había ascendido a la cúpula de ETA durante la segunda mitad de ese año, al frente de un sector duro que era partidario de poner muertos encima de la mesa de negociación, y desplazó a Josu Ternera como portavoz de la banda. Los enviados de Zapatero se encontraron con él, a quien inicialmente no fueron capaces de identificar, en una reunión a mediados de diciembre en Suiza y se sorprendieron con su tono amenazante. Meses más tarde, cuando a pesar del atentado de la T-4 se retomaron los contactos, Thierry les advirtió de que fuesen comprando «corbatas negras». Con Thierry como número uno , ETA asesinó, además de a los dos ecuatorianos, a dos guardias civiles en Capbreton, al ex concejal del PSOE Isaías Carrasco y al agente del Instituto Armado Juan Manuel Piñuel. Fue arrestado en mayo de 2008 en Burdeos y se le incautó abundante documentación que sirvió para descabezar sucesivamente a la banda y para desvelar la trama que vincula a ETA al régimen de Hugo Chávez. Por esos contactos con Venezuela está procesado. Thierry es un veterano -tiene ahora 54 años- que ingresó en 1980 en ETA (p-m) y ya entonces se opuso a una negociación con el Gobierno: la que impulsó UCD con los polimilis . En 1983, fue arrestado en Bayona junto a Arnaldo Otegi y, tras pasar por la cárcel, huyó a Suramérica. Volvió a Francia en los 90 y se hizo cargo de los zulos y de los cursillos hasta su ascenso definitivo
Libertad para Ion Kepa Parot
Bilbao
El Tribunal de Apelación de Penas de Francia comunicó ayer que acepta la petición de libertad condicional para el preso de ETA Ion Kepa Parot, hermano mayor del también recluso etarra Unai Parot.
La puesta en libertad de Ion Kepa Parot no se producirá de manera inmediata porque la Fiscalía presentó un recurso y éste no será resuelto hasta dentro de dos meses, como mínimo.
Francia ha decidido conceder la libertad de Ion Kepa Parot, que ya ha cumplido 22 años de cárcel y que fue acusado de formar parte de la organiza ción terrorista ETA en el país vecino. Los abogados del preso ya habían reclamado su excarcelación en otras tres ocasiones anteriores.
Parot deberá llevar un brazalete electrónico de seguimiento, tendrá que residir en la región de Picardie, situada al norte de Francia, y durante cinco años no podrá desplazarse a otros lugares.
Los jueces franceses se habían opuesto en anteriores ocasiones a la petición de puesta en libertad, al considerar que Parot «mantenía contacto con otros presos vascos» y continuaba «vinculado» con el entorno 'abertzale'.
El Tribunal de Apelac ión también constató en los argumentos para denegar con anterioridad esta petición que el hermano de Unai Parot, «pese a haber tomado conciencia de la gravedad y los efectos de la lucha armada, no reniega de sus convicciones». Ahora, sin embargo, ha ordenado su excarcelación.
El Tribunal de Apelación de Penas de Francia comunicó ayer que acepta la petición de libertad condicional para el preso de ETA Ion Kepa Parot, hermano mayor del también recluso etarra Unai Parot.
La puesta en libertad de Ion Kepa Parot no se producirá de manera inmediata porque la Fiscalía presentó un recurso y éste no será resuelto hasta dentro de dos meses, como mínimo.
Francia ha decidido conceder la libertad de Ion Kepa Parot, que ya ha cumplido 22 años de cárcel y que fue acusado de formar parte de la organiza ción terrorista ETA en el país vecino. Los abogados del preso ya habían reclamado su excarcelación en otras tres ocasiones anteriores.
Parot deberá llevar un brazalete electrónico de seguimiento, tendrá que residir en la región de Picardie, situada al norte de Francia, y durante cinco años no podrá desplazarse a otros lugares.
Los jueces franceses se habían opuesto en anteriores ocasiones a la petición de puesta en libertad, al considerar que Parot «mantenía contacto con otros presos vascos» y continuaba «vinculado» con el entorno 'abertzale'.
El Tribunal de Apelac ión también constató en los argumentos para denegar con anterioridad esta petición que el hermano de Unai Parot, «pese a haber tomado conciencia de la gravedad y los efectos de la lucha armada, no reniega de sus convicciones». Ahora, sin embargo, ha ordenado su excarcelación.