- 10:40:45 - Luis del Pino/Libertad Digital
Italia está viviendo estas semanas el anuncio de una serie de medidas de choque para reactivar la economía, impulsadas por el gobierno de Matteo Renzi.
Mientras el gobierno español de Rajoy se ha negado a adelgazar la administración o a tocar las comunidades autónomas, y ha preferido cargar todo el peso del ajuste en las espaldas de los sufridos ciudadanos, subiéndonos los impuestos, el gobierno italiano ha elaborado una batería de medidas de ahorro en la administración y de bajada de impuestos, para impulsar el crecimiento económico.
Estas son algunas de las medidas anunciadas por el gobierno italiano en las últimas semanas:
- Reducción de impuestos sobre la renta, que se traducirá en que los que ganen menos de 26.000 euros/año pagarán 1000 euros menos al fisco
- Reducción de 55 millones de euros en los gastos de cada uno de los siguientes organismos: Congreso, Senado, Tribunal Constitucional y Jefatura del Estado
- Reducción de 2.100 millones de euros en las compras de bienes y servicios por parte del Estado
- Reducción de 150 millones de euros en el presupuesto de la radiotelevisión pública
- Nuevo impuesto a las transacciones financieras de la banca
- Limitación a 5 del número de coches oficiales por ministerio
- Establecimiento de un límite de 240.000 euros en los sueldos de los cargos públicos
- Reducción de 150 millones de euros en la compra de aviones de caza
- Reducción de 250 millones de euros en otros gastos de defensa
- Eliminación de las provincias, que se traducirá en un ahorro de 800 millones de euros y la supresión de 3000 cargos públicos
Qué envidia, ¿verdad? ¡Un gobierno que aprieta el cinturón a la administración para bajar impuestos a los ciudadanos!
¿Y por qué, se preguntarán ustedes, acomete el gobierno italiano lo que el gobierno de Rajoy no hace? ¿Es más inteligente Renzi que Rajoy? ¿Es más patriota? ¿Es más compasivo Matteo Renzi que Mariano Rajoy con el sufrimiento de los pobres ciudadanos de a pie?
No. Ni inteligencia, ni patriotismo, ni compasión. La respuesta hay que buscarla en las encuestas.
Se acercan las elecciones europeas y lo que las encuestas dicen es que el movimiento de protesta 5 Estrellas, el partido político de Beppe Grillo, se ha colocado ya como 2ª fuerza política del país, con el 24% de los votos. Ese auténtico azote de la Casta política italiana llamado Beppe Grillo está consiguiendo canalizar el descontento de buena parte de la población italiana.
Así que la Casta política en Italia ha reaccionado de la única forma posible: moviendo ficha para tratar de conjurar la amenaza.
No es Renzi, sino que son los italianos, con su amenaza de votar a otros partidos, los que están impulsando las reformas.
¿Por qué no hacen aquí lo mismo PP y PSOE? Pues porque aún no se sienten suficientemente amenazados. O mejor, dicho, porque aún están convencidos de que pueden controlar el hartazgo de los españoles. Pero si en España las encuestas dieran a UPyD, Ciudadanos y Vox un porcentaje de voto combinado del 25%, ya verían ustedes cómo se ponían las pilas los señores Rajoy y Rubalcaba para empezar a pactar el adelgazamiento de la administración y la reducción de impuestos.
Se trata de una reacción perfectamente humana: la vieja historia del pretendiente que sigue a su amada como un perrito faldero, sin que esta le haga caso. Hasta que llega un día en que el pretendiente comienza a fijarse en otra. Y solo entonces existe la posibilidad de que la amada se dé cuenta de que ha tensado demasiado la cuerda y decida responder al amor del pobre pretendiente.
Demasiado tiempo hemos estado los votantes españoles aguantándole al PP y al PSOE todo tipo de desdenes y abusos, como perritos falderos. Ya es hora de que nos plantemos y empecemos a darles celos con otros.
Si el bipartidismo recibe un varapalo realmente serio en las próximas elecciones europeas, es decir, si los nuevos partidos experimentan un avance suficiente, ya verán cómo Rajoy y Rubalcaba tardan 2 microsegundos en tragarse sus palabras y empezar a hacer lo que el gobierno de Renzi está haciendo en Italia.
Pero mientras que los españoles no demuestren, con su voto, que están dispuestos a prescindir de la actual Casta política, la Casta política seguirá exprimiéndonos como limones. Porque nadie renuncia a sus privilegios a menos que se vea forzado a hacerlo. Es ley de vida.