domingo, 2 de enero de 2011

EL PP ABRE YA UNA BRECHA HISTÓRICA


El MUndo

Zapatero embustero

La diferencia entre los dos partidos da casi vértigo: 18,4 puntos. Nunca, desde 1989, las primeras elecciones en las que se estrenaron las siglas PP, la brecha entre ambas formaciones ha sido tan grande. Tampoco jamás una encuesta realizada por este diario en vísperas de comicios ha pronosticado una distancia tal entre las dos partidos rivales.

Y no sólo eso. El Partido Socialista también se situaría, según el sondeo, en una marca hasta ahora desconocida, ya que su porcentaje es casi cuatro puntos inferior al desastroso 34,1% que obtuvo Joaquín Almunia en el año 2000. Quedar por debajo del suelo que supusieron aquellos comicios es para el PSOE la peor pesadilla. Con estos porcentajes sobra casi hablar de mayoría absoluta. Probablemente resulte más apropiado definir la situación como auténtica barrida.

La encuesta de Sigma Dos para EL MUNDO ha sido realizada entre el 22 y el 28 de diciembre, de manera que no recoge el impacto que ha tenido en la opinión pública el anuncio de subida de los precios de la electricidad, el gas, el AVE o los trenes de cercanías.

Cierto es que falta algo más de un año (14 meses) para la llamada a las urnas -de cumplirse estrictamente el calendario oficial con agotamiento de la legislatura, se produciría el 18 de marzo de 2012-, pero aun siendo un plazo políticamente largo, resulta casi imposible imaginar una remontada socialista que tendría que ser espectacular, digna de ocupar páginas en los libros de demoscopia. Los expertos consideran que la línea de no retorno se sitúa alrededor de los 10 puntos de diferencia y, en este caso, el margen es casi el doble.

Los socialistas, hoy por hoy, se aferran al recuerdo de lo acontecido en 1996, cuando perdió Felipe González frente a José María Aznar. En aquella ocasión, los sondeos llegaron a apuntar diferencias de 10 y 11 puntos en favor del PP y finalmente, pese al enorme desgaste de González, el PSOE dio la sorpresa y, aunque perdió, la distancia con los populares fue de sólo 1,3 puntos.

Ahora, sin embargo, la situación tiene tintes muy definidos, imposibles de borrar. La decepción de los votantes es fundamentalmente de carácter económico. Los números juegan en contra de Zapatero y de su gestión, y en poco más de un año no podrán revertirse.

La desconfianza se ha instalado entre los españoles que han visto sucederse desde que comenzó la legislatura múltiples medidas para intentar superar la crisis y han sufrido paquetes de ajuste y recorte durísimos que hasta la fecha no han ofrecido resultados esperanzadores. El nivel de desempleo sigue siendo dramático y no se vislumbra ni de lejos el momento en el que la economía española crezca a un ritmo del 2% a partir del cual podrían volver a generarse puestos de trabajo.

Desde las pasadas elecciones generales -marzo de 2008-, los socialistas han sufrido un durísimo desgaste que se traduce, según la encuesta, en una pérdida de 13,6 puntos. Por su parte, los populares han ido ocupando terreno electoral y ha ganado, respecto a los resultados que obtuvieron en 2008, un total de 8,8 puntos.

El declive de unos y el ascenso de otros se ha acelerado espectacularmente desde el pasado mes de mayo, cuando el presidente del Gobierno acudió al Congreso de los Diputados y presentó un plan de reducción del défict que incluía la congelación de las pensiones, la subida del IVA, la reducción del sueldo de los funcionarios y el recorte de la ayuda a la dependencia.

Entonces, hace siete meses, la encuesta de EL MUNDO ofrecía una ventaja del PP sobre el PSOE de 10,5 puntos y pronosticaba una mayoría absoluta de Rajoy superior incluso a la que logró Aznar en las elecciones de 2000. De la misma forma, el hundimiento de los socialistas rozaba ya el suelo de Almunia de ese mismo año, pero aún no lo sobrepasaba.

A finales de octubre, otra encuesta de Sigma Dos para ELMUNDO ampliaba ya el margen entre las dos fuerzas políticas a 12,6 puntos.

Del análisis de los resultados que ofrece la encuesta para las distintas fuerzas parlamentarias se puede concluir que la sangría de votos socialista a quien beneficia es directamente al PP y también, en buena medida, a IU. Por el contrario, UPyD, de Rosa Díez, saca un escaso provecho, ya que apenas sube tres décimas respecto a los resultados que obtuvo en las elecciones de 2008. La formación de izquierdas liderada por Cayo Lara y representada en el Congreso por Gaspar LLamazares obtendría un 6,4% de los votos, lo cual implica una subida de 2,6 puntos respecto a marzo de 2008 (3,8%). Desde el año 1996, cuando logró su cota más alta (10,54%), nunca había logrado alcanzar el 5,5%.

En relación con las formaciones nacionalistas, sólo se aprecia un ascenso de casi un punto (0,8%) en la intención de voto de CiU. Distinto es el caso de los republicanos catalanes de ERC que, de cumplirse las previsiones del sondeo, no llegarían ni siquiera a cosechar el 1% de los votos.

Los nacionalistos vascos, pese al varapalo de haber perdido la Lehendakaritza y posteriormente haber dado en Madrid su respaldo a unos Presupuestos para 2011 en los que pocos creen, mantienen su intención de voto sin cambios.

1 comentario:

  1. Ahora haber que ocurrirá, cuando llege el momento de la verdad, porque las encuestas son eso, encuestas, y todos sabemos como se pueden manipular.

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