domingo, 12 de diciembre de 2010

Rajoy se compromete a reducir la tasa de paro en «más de la mitad»


DAVID VIGARIO / Cáceres/ El Mundo

«Hemos demostrado que supimos hacerlo en el 96 y volveremos a hacerlo ahora», dijo

Corresponsal

Zapatero embustero

El presidente del PP, Mariano Rajoy, se comprometió ayer en Cáceres a reducir las tasas actuales de paro en «más de la mitad» cuando, aventuró, se proclame nuevo presidente del Gobierno. Para apuntalar su primera promesa concreta de cara a las elecciones generales, el dirigente popular tiró de historia y recordó cómo los socialistas dejaron un desempleo del 22% en el año 1996; cómo en 2004, tras los Ejecutivos de Aznar, el paro era del 10%, y cómo en 2010, después de seis años de Gobierno de Zapatero, ha vuelto a subir al 20%.

«No nos resignamos a un país con más de cuatro millones de españoles que quieren trabajar y no pueden hacerlo, y hemos demostrado que supimos hacerlo entonces y volveremos a hacerlo ahora», dijo Rajoy, en un discurso centrado por completo en la situación económica. En este sentido, declaró que el «reto» del Partido Popular «es que se olvide pronto esta mala pesadilla que hemos vivido los españoles con este Gobierno».

En un acto político que sirvió para presentar de forma oficial a José Antonio Monago como candidato del PP a la presidencia de la Junta de Extremadura -donde por primera vez los populares tienen opciones de triunfo, según diferentes encuestas-, Rajoy aseguró que, para gobernar un país, se necesitan cinco lecciones, que serían, según él: «decir siempre la verdad»; «austeridad en el gasto»; «hacer reformas y no vivir de la herencia»; «no improvisar», y «fijar un plan de actuación a medio y largo plazo».

Así, acusó a Zapatero de «haber engañado a los españoles» al pensar únicamente «en el cortoplacismo, en el día siguiente». «Pero las ocurrencias, los vaivenes, no suelen solucionar nada en la vida, tampoco la crisis», aseveró.

Rajoy criticó al presidente del Gobierno, «que tanto presumía de ser el paladín mundial de los servicios sociales», por aplicar la mayor rebaja en las prestaciones de toda la Historia. Enumeró la eliminación de las ayudas de los 400 euros en el IRPF, el cheque-bebé, los 426 euros del subsidio por desempleo, la congelación de las pensiones y la eliminación de partidas económicas en dependencia y discapacidad. «Hay que medir las promesas que se hacen y fijar un plan», recomendó.

Además, el líder popular achacó a Zapatero que no le haya «dicho la verdad a los españoles desde el primer momento», en lugar de «negar la crisis asegurando que éramos los mejores preparados para salir de ella». Por eso, concluyó que «la mejor lección que se puede sacar de la crisis es decir siempre la verdad, aunque sea complicada».

En un pabellón abarrotado, Rajoy pidió a los votantes que eligieron al PSOE en anteriores elecciones que sean «prácticos» y opten ahora por el PP: «Somos una casa abierta, y a aquéllos que piensan que España necesita un cambio político, les ofrecemos sensatez y sentido común, invitamos a todo el mundo, a nadie le preguntamos de dónde viene y sí adónde quiere ir, al sentido común, no a la chapuza y a la improvisación, porque ahora no se trata de un problema de ideología, sino de resolver los problemas actuales de los ciudadanos, con menos sobresaltos y más seguridad, con menos desempleo y más trabajo, menos chapuzas y más sentido común», fue su discurso.

De forma paralela, recomendó «ser austeros en las administraciones públicas porque éstas no viven del aire y el dinero no cae del cielo; es de la gente que lo paga con sus impuestos y lo mínimo es usarlo correctamente, y no aumentar la deuda pública, como ha ocurrido en España en los últimos cuatros años, en 287.000 millones de euros, una cifra astronómica que nos ha conducido a la situación actual».

Además, Rajoy propuso «hacer reformas con determinación» porque, a su juicio, «no se puede vivir de la herencia y de la inercia. Al final, uno termina desnudo en el corto plazo».

Para resumir «lo que está pasando en el país», enumeró los principales hechos que han ocurrido «en la última semana» en la que «hubo de nuevo problemas con los mercados, problemas con Marruecos, no se acude a la Cumbre Iberoamericana por primera vez en la historia, hay nuevos recortes sociales y para postre, el plante de los controladores aéreos».

Para el líder popular, el reto del PP en estos momentos «es que termine cuanto antes esta pesadilla de Gobierno» y se mostró orgulloso de que, bajo su presidencia, los resultados han sido muy positivos para su partido, recordando las elecciones de Galicia, País Vasco, las europeas y las últimas de Cataluña, en las que el PP, de manera consecutiva, ha subido notablemente su porcentaje de votos.

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