viernes, 17 de diciembre de 2010

Marruecos, el país con peor imagen tras Irán en España


ANA ROMERO / Madrid/El Mundo

Zapatero embustero

La violencia ejercida por Rabat durante y después del desmantelamiento del campamento el 8-N no le ha salido gratis: su ya deteriorada imagen se ha desmoronado ante los ojos de los españoles, según el último barómetro del Instituto Elcano. Sigue en página 26

Marruecos es el país cuya imagen más se ha deteriorado desde el último barómetro, realizado el pasado verano: seis décimas cae la valoración del vecino del sur. Si en julio de este año los españoles lo suspendían con un 4,5, ahora le dan al país magrebí un mero 3,9, nueve décimas más tan sólo que Irán, que es el último de la fila.

Algo parecido le ocurre a Venezuela, que cae una décima para conseguir un aprobado raspado. Su presidente, Hugo Chávez, es directamente el líder extranjero peor valorado por los españoles, según la encuesta de opinión realizada por el principal think tank del país.

El 75% de los encuestados considera además que el régimen bolivariano no está colaborando con España en la lucha contra ETA.

Cuba, un país que también suspende en opinión de los españoles, sube una décima, del 4,5 al 4,6. Un ligero ascenso debido a la liberación de los presos políticos. Esta pequeña mejora no significa que los españoles piensen que la Unión Europea deba modificar la política de Posición Común hacia Cuba, sino todo lo contrario: la mitad de los encuestados piensa que hay que mantenerla. Raúl Castro es además, junto al iraní Mahmud Ahmadineyad y a Chávez, el líder que más antipatía suscita.

Los resultados de la encuesta llevan un mensaje implícito: los españoles suspenden al Gobierno en sus mayores apuestas de política exterior. El ex ministro Miguel Ángel Moratinos dio un giro de 180 grados a la dirección de las relaciones internacionales a partir de 2004 y abrió la mano a Cuba, Marruecos y Venezuela.

El barómetro de ayer muestra que el 80% de los españoles cree que ni Cuba ni Marruecos respetan los derechos humanos (el 79% estima que la comunidad internacional debería ejercer una mayor presión para que el régimen de los hermanos Castro respete los derechos humanos).

De alguna manera, la historia se repite: por tercera vez en nuestra democracia se produce una falta de sincronía entre la política exterior del Gobierno y la opinión de los españoles. Ocurrió en 1986 con Felipe González (referéndum de la OTAN) y en 2003 con José María Aznar (guerra de Irak). Ahora, lo vemos de nuevo con José Luis Rodríguez Zapatero: a los españoles se les atragantan Marruecos, Cuba y Venezuela.

Sáhara Occidental

En el caso de Marruecos, la divergencia es mayor. Además de la política de mano tendida (Moratinos luchó a brazo partido para conseguir el acuerdo privilegiado de Rabat con Bruselas en 2008), el Gobierno español ha puesto sordina a la defensa de la casa saharaui, tan estrechamente vinculada al alma española. Así, mientras el Ejecutivo de Zapatero se ha pronunciado detrás de las bambalinas a favor de la autonomía del Sáhara Occidental, el 39% de los españoles prefiere la independencia para la ex colonia española.

Un 25% lo hace por una autonomía dentro de Marruecos y un 8 % por que las cosas sigan como están.

Los que se consideran de izquierdas son quienes más se pronuncian a favor de la independencia, aunque el apoyo se extiende también a los que se declaran de derechas. Curiosamente esta coincidencia transideológica también se dio en la negativa de los españoles a participar en la guerra de Irak.

Tampoco creen los españoles que el Gobierno socialista tenga una buena sintonía con Rabat: un 36% piensa que las relaciones bilaterales con Marruecos han empeorado en el último año, y sólo uno de cada cinco declara que en el año 2011 serán mejores.

Al igual que en 1986 y en 2003, el Gobierno actual parece dispuesto a aplicar la llamada política exterior de embudo: forzar una decisión que se escapa a la comprensión del pueblo (la llamada alta política o geoestrategia demasiado complicada para el común de los mortales).

En el caso del Sáhara Occidental, el Gobierno de Zapatero considera que los españoles no entienden el peligro de desestabilización que supondría para la zona la existencia de un nuevo país.

Para Charles Powell, subdirector de Investigación y de Análisis del Instituto Elcano, la brecha que se está produciendo entre Gobierno y ciudadanos en política exterior se debe a una falta de pedagogía: «Ésa es la asignatura pendiente de la democracia español».

Juan Carlos Jiménez, profesor de Relaciones Internacionales en la UNED y autor del libro De Suárez a Rodríguez Zapatero: la política exterior de la España democrática destaca otro elemento: «La OTAN y la Guerra de Irak tuvieron más trascendencia que el Sáhara Occidental, pero no cabe duda de que estamos ante un tercer punto de inflexión: los españoles han comprendido que la política de valores de Rodríguez Zapatero era pura retórica, un artificio electoral muy adecuado para la situación que se estaba viviendo en 2004 tras el 11-M».

El eurodiputado socialista Juan Fernando López Aguilar rechaza la comparación con la OTAN y con Irak: «Las percepciones de los españoles se corresponden con los mensajes predominantes en los medios de comunicación. La imagen de Marruecos es muy cuestionada en los medios españoles, y de ahí la respuesta de los ciudadanos. El Gobierno socialista está muy comprometido con la defensa de los derechos humanos».

Según López Aguilar, Felipe González demostró su «capacidad de liderazgo» al conseguir que se aprobara el referéndum. En cuanto a Irak, en su opinión los datos no son comparables porque «el 95% de los españoles se oponía a la guerra».

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