miércoles, 19 de diciembre de 2012

El juez ve a 'Mikel Antza' como jefe de la trama de extorsión del bar Faisán


  • FERNANDO LÁZARO MADRID/El Mundo
  • 19/12/2012 PORTADA


  • El oasis catalán es en realidad una ciénaga de corrupción institucionalizadaEl magistrado de la Audiencia Nacional Pablo Ruz ha abierto una pieza separada sobre la trama de extorsión de ETA que giraba sobre el bar Faisán. El instructor trata de averiguar si el que fuera número uno de la banda Mikel Albizu, Mikel Antza,  (Catalogado como “el cerebro de ETA”, fue el que diseñó la famosa Hoja de Ruta que asumió Zapatero y que aún sigue aplicando y defendiendo el PSOE, incluido el acuerdo del"derecho a decidir" que en estos momentos está reclamando PSC y apoyando el PSOE) que estaba también al frente de esta red. Este etarra está cumpliendo condena en Francia por pertenencia a organización terrorista y no tiene ninguna causa pendiente en España.

    El magistrado quiere seguir tirando del hilo sobre la trama etarra encargada de la gestión y cobro del denominado impuesto revolucionario. Y ha puesto el punto de mira de sus pesquisas en quienes estaban al frente de la organización etarra en los duros años 90. Entiende que pueden ser éstos también los responsables de este engranaje de extorsión denominado Gezi. El juez quiere saber todo lo que concierne a la relación del entonces número uno de ETA Mikel Antza con esta red. El magistrado, que instruye el sumario matriz sobre esta red de extorsión, ha decidido ya dar por concluida la parte principal de las investigaciones, en la que aparece implicada una docena de miembros de ETA. 

    Pero, además, y siguiendo las peticiones de la acusación popular representada por Dignidad y Justicia, ha decidido abrir una pieza separada. El objetivo de esa pieza separada es averiguar si Mikel Antza llegó a ser también el máximo responsable de una red de extorsión que estaba siendo dirigida, según los escritos del juez, por y María Soledad Iparraguirre, Anboto, la que fuera su mano derecha en la cúpula etarra. 

    El ex número uno de la organización terrorista se encuentra cumpliendo condena en Francia por pertenencia a ETA, pero en España no tiene causas pendientes. Aunque le queda más de un lustro para finalizar su condena en el país vecino, Mikel Antza, el dirigente etarra que dio el visto bueno a los asesinatos de la década de los 90, quedará en libertad. En España no tiene nada pendiente, salvo que el juez Ruz, finalmente, logre demostrar que la red Gezi, que daba cobertura a toda la trama de extorsión etarra en el País Vasco y en Navarra, era controlada por Mikel Antza. 

    La Asociación Dignidad y Justicia, presidida por Daniel Portero, presentó una petición al juez solicitando nuevas diligencias «a los efectos de evidenciar la labor de dirección del aparato de extorsión por parte de María Soledad Iparraguirre, Anboto, y Mikel Albisu, Mikel Antza». Esta trama de extorsión tenía su centro neurálgico en el bar Faisán de Irún, regentado por Joseba Elosua. 
    En ese bar fue donde se produjo uno de los episodios más lamentables de la lucha contra el terrorismo. Durante el mandato de Alfredo Pérez Rubalcaba al frente del Ministerio del Interior, mandos policiales alertaron a Elosua de que había una operación contra él y contra todo el entramado de extorsión que controlaba. Se produjo el conocido como chivatazo del bar Faisán, que también ha sido investigado por el mismo magistrado, y que ha entrado ya en la última fase judicial, con dos mandos policiales (un comisario y un inspector) procesados. 

    «Desde abril de 2004, la red de extorsión liderada por Gezi que actuaba en España operaba alrededor del bar Faisán, ubicado en Behobia, Irún, (Guipúzcoa) y regentado por Joseba Imanol Elosua y su familia, constituyendo el citado bar el centro neurálgico donde se recibían informaciones de naturaleza económica, se gestionaban los contactos con los empresarios extorsionados, la negociación posterior, la entrega de los recibos del pago e, incluso, la recepción del dinero y su posterior entrega a los miembros legales de Gezi, con mayor grado de jerarquía y de responsabilidad en el seno de la red investigada». 

    Ahora, el juez, en el auto en el que deja la puerta abierta para investigar a los dirigentes etarras, explica cómo estaba desglosada en tres grupos la red Gezi: «Hay diversos imputados que pueden ser agrupados en tres apartados: A (grupo de liberados de ETA que componían Gezi), B (grupo identificado con concretos actos de extorsión y cobro del denominado 'impuesto revolucionario' llevados a cabo sobre diferentes empresarios en el periodo temporal objeto de investigación) y C (grupos cuyas acciones concretas objeto de imputación se encuentran relacionadas con la red de extorsión estructurada a partir de 2004 en torno al bar Faisán de Irún)», explica el juez. 
    Ruz explica que sobre los integrantes en los grupos B y C, da por concluida la investigación judicial. Pero respecto a los integrantes del aparato A, abre una pieza separada. 

    En este grupo, además de los dos dirigentes de ETA antes mencionados, el juez incluye, entre otros, a Zigor Merodio, Pedro Esquisabel, Iñaki Arietalianiz y Asier Mardones. 

    Pero, además, abre otra pieza separada para investigar en concreto a Antza y a Anboto. Así, el juez pide a la Guardia Civil toda la documentación o información que obre en su poder en relación a la detención de ambos y su responsabilidad al frente del aparato de extorsión, «así como la identificación de las diligencias previas y el juzgado central de instrucción en el marco de las cuales se haya incorporado dicha información y documentación, elaborando al efecto el correspondiente informes sobre el desempeño de su función» en el citado entramado de extorsión

    1 comentario:

    1. Bueno más plumas del faisán, al parecer, ahora se investiga a los asesinos, cosa rara, si pensamos que nunca se a dejado de investigarlos. La cuestión es alargar el tema, y aquí nadie es responsable de esta infamia, empezando por los de la casta que entonces gobernaban.

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