
El documento da pautas a los presos para acogerse a ayudas tras su salida de prisión
El  colectivo Harrera Taldea [Grupo de Recibimiento], englobado en el  Movimiento Pro Amnistía, presta orientación legal a los presos de ETA  que salen de la cárcel para que se aseguren el cobro de hasta 680 euros  al mes con cargo a las arcas públicas. Es la suma del Subsidio de  Excarcelación, que sufraga el Estado, y la Renta de Garantía de  Ingresos, de la que se ocupa el Gobierno vasco. El autodenominado  Colectivo de Presos Políticos Vascos (EPPK), compuesto en la actualidad  por 616 personas -de las que aproximadamente medio millar cumple condena  en cárceles españolas-, cuenta con una nueva guía de bienvenida para  reinsertarse en la sociedad una vez que sus miembros abandonen las  cárceles. El librito, de 23 páginas tamaño cuartilla, lleva por título  Ongi etorri, lagun! [¡Bienvenido, amigo!] con el subtítulo Guía para l@s  compañer@s recién ex carcelad@s. Primeros trámites tras salir de  prisión, y está fechado en noviembre de 2011.
El Subsidio de  Excarcelación es un derecho con el que cuentan todos los presos que han  estado durante más de seis meses en la cárcel. Consta de una ayuda de  455 euros durante seis meses, prorrogable dos veces por el mismo  periodo. La guía -publicada íntegramente en castellano, al menos la que  pudo revisar EL MUNDO- advierte de que «hasta el momento no ha habido  problemas para cobrar durante los 18 meses. Lógicamente, si el ex preso  empieza a trabajar cotizando a la Seguridad Social, no recibirá la  ayuda».
La segunda ayuda que la Guía recomienda tramitar es la  Renta de Garantía de Ingresos (RGI), para la que subraya que es  necesario estar empadronado en un municipio del País Vasco al menos un  año, y advierte de la modificación legal que exigirá tres años de  empadronamiento «próximamente».
La guía remarca que «hoy en día  algunos pres@s no están empadronados, sobre todo quienes fueron  encarcelad@s o escaparon cuando vivían fuera del domicilio de sus  padres, y los que han estado años en el Estado francés. Por ello es  importante empadronarse cuanto antes, sobre todo aquellos a los que les  queda poca condena», insiste la guía. Recomienda que todo preso se  empadrone «en algún municipio de la comunidad autónoma vasca», para que  cuando quede libre cumpla con el periodo exigido por la RGI, y que «al  salir en libertad no se empadrone en casa de los padres o familiares  próximos».
Además de esas dos ayudas, se nombra una tercera, la  de Emergencia social. Los ayuntamientos hacen la convocatoria una vez al  año, es una cantidad fija -«1.500 euros como mucho»- para «gastos  determinados: por ejemplo, arreglos de dentadura -no implantes-, compra  de colchón, determinados electrodomésticos, etcétera».
En el  texto de introducción, Harrera Taldea felicita al preso por su  excarcelación, le da la bienvenida a Euskal Herria y le indica que el  manual ha sido escrito «por ex pres@s». El primer punto en el que se  fija la Guía es en el de si el ex recluso tiene un lugar donde vivir. Si  no es así -«ha pasado, y es inaceptable, que algún pres@ se encuentre  sin casa, sin tener a dónde ir», indican-, los autores del texto se  ofrecen a ayudar.
Otro de los consejos lo dedica al DNI. Los  autores advierten de que «es decisión personal sacar el carné de  identidad español o no hacerlo. No obstante, es innegable que ese papel  resulta imprescindible para realizar muchos trámites».
Después de  indicar el teléfono y la dirección de internet donde solicitar la cita  previa, los autores advierten de que en las comisarías suelen formarse  dos colas: una para los que tienen la nacionalidad española y otra para  los que no. «A pesar de ser vasco, tendrás que colocarte en la primera»,  indican.
La maquinaria del batasunero, ya está en marcha. Ahora papeles para tod@s los etarras que saldrán de prisión (no lo duden). Luego las ayudas, y a cobrar el paro. Todo ello, siendo vascos como dicen ellos, que si fueran españoles seguro que no lo harían también.
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