
POLÉMICA POR LA ELECCIÓN DE SAN SEBASTIÁN COMO CAPITAL CULTURAL
Cuatro de los seis elegidos por Cultura trabajan para una Administración socialista
La elección de San Sebastián como ciudad de la  cultura para el año 2016 ha desatado una tormenta política. No porque la  ganadora sea la capital donostiarra, sino por los motivos explícitos de  su designación: el de un supuesto proceso político en marcha. Ayer,  voces de varios colores ideológicos pidieron una rectificación. Desde  Bruselas abundaron en esas motivaciones a pesar de contradecir las bases  del concurso: «El principio de la no violencia ha sido un criterio  importante. Hay una clara expectativa de que la ciudad que represente a  la cultura pueda contribuir a frenar la violencia en el País Vasco»,  señaló la portavoz de la Comisión Europea.
El que levantó más la voz en contra de estos argumentos fueprecisamente  el alcalde socialista de Zaragoza, Juan Alberto Belloch, ciudad que  también aspiraba a ser designada. El primer edil dijo que el veredicto  del jurado «incumplió los criterios que rigen» este concurso y pidió su  impuganicón. «Estos señores no deben entrometerse en la política  española», dijo Belloch, que anunció que «está redactando su protesta» y  que está dispuesto «a llegar hasta el final» a pesar de que ahora no  cabe la impugnación del fallo, sino que debería ser Cultura quien  rechazara el resultado del jurado.
Una esperanza «infantil»
Para la gerente de la Fundación Córdoba Ciudad Cultura, Carlota  Álvarez-Basso, es «ingenuo e infantil pensar que la capitalidad va a  terminar con traer una paz que treinta años de democracia no han  conseguido. Es un sinsentido». Álvarez-Basso también afirmó que en las  bases estaba establecido que, de no haber una mayoría absoluta en la  votación, la candidata debería ser elegida por mayoría de dos tercios de  votos. En cambio, según se ha hecho público desde la candidatura de  Segovia, el resultado final fue de siete votos a seis. Decidió el  presidente del jurado. Una votación ajustada y en la que cada voto  contó. Seis de los miembros los elige el Ministerio de Cultura. Y entre  sus designados, cuatro son empleados públicos en administraciones  controladas por el PSOE. Son Enrique Cabero Morán, que ha sido candidato  por ese partido a la alcaldía de Salamanca en las últimas elecciones  municipales y es portavoz del Grupo Socialista en la oposición tras  ellas. Javier Martín Domínguez, que fue nombrado director de Gabinete de  TVE en 2005, durante la primera legislatura del PSOE. Mireia Belil  Boladeras, directora general de la Fundación Fórum de las Culturas  integrada por tres patronos  –Ayuntamiento de Barcelona, Generalitat de  Cataluña y Ministerio de Cultura– que ahora cambian de color político  pero han sido del PSOE. También Jordi Pascual (que puede acreditar una  larga experiencia como gestor cultural) trabaja en el Instituto de  Cultura del Ayuntamiento de Barcelona. El quinto, Emilio Cassinello  Aubán, fue comisario de la Expo 92 y ahora preside el Centro  Internacional Toledo por la Paz, una entidad sin ánimo de lucro de la  que son patronos el ex presidente de la Junta José María Barreda o la  ministra de Asuntos Exteriores Trinidad Jiménez. González-Sinde intentó  ayer dejar claras las intenciones del Gobierno: «Esperamos que la  designación sirva para la paz».
 
Pues ya sabemos con esto, el porqué de la elección??, osea, como con el TC, todo es lo mismo. Ya por un poco más, que hagan otra gracia y les den la independencia, que es lo que quieren, y ya todos cumplidos.
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