
ÁNGELES ESCRIVÁ / Madrid
26/06/2011/El Mundo

 Los dirigentes de la izquierda abertzale  han creado comisiones de coordinación política y técnica dedicadas a  supervisar y asesorar a los electos de Bildu en las instituciones. Según  las Fuerzas de Seguridad, este plan de los ex dirigentes de Batasuna se  puso en marcha antes de las elecciones con el fin de controlar la  gestión política de la coalición.
Los dirigentes de la izquierda abertzale  han creado comisiones de coordinación política y técnica dedicadas a  supervisar y asesorar a los electos de Bildu en las instituciones. Según  las Fuerzas de Seguridad, este plan de los ex dirigentes de Batasuna se  puso en marcha antes de las elecciones con el fin de controlar la  gestión política de la coalición.No se trató de una  decisión de Bildu ni, por tanto, una iniciativa destinada a coordinar el  trabajo de los tres grupos que la forman, en imitación de un método que  suelen emplear las formaciones que se asocian electoralmente. Según las  fuentes consultadas, en las reuniones no estuvieron presentes miembros  de EA o Alternatiba -los socios en Bildu de los independientes pertenecientes a la izquierda abertzale-, y  los radicales tampoco incluyeron entre los nombres de los asesores  designados a los que pudieran ser afines a los citados partidos.
Las Fuerzas de Seguridad sostienen que los abertzales han  ideado una especie de comisión nacional de la que dependen las dos  comisiones asignadas a cada una de las instituciones, tanto a la  Diputación de Guipúzcoa, presidida por Martin Garitano desde el pasado  jueves, como a las decenas de ayuntamientos gobernados por la coalición  en todo el País Vasco.
 Los  miembros de las comisiones técnicas tienen como función asesorar a los  electos en cuestiones de gestión y de administración de recursos. Por su  parte, los pertenecientes a las comisiones políticas, según el esquema  diseñado, tienen como función la vigilancia del cumplimiento de las  directrices dadas por los líderes de la izquierda abertzale.
Los  miembros de las comisiones técnicas tienen como función asesorar a los  electos en cuestiones de gestión y de administración de recursos. Por su  parte, los pertenecientes a las comisiones políticas, según el esquema  diseñado, tienen como función la vigilancia del cumplimiento de las  directrices dadas por los líderes de la izquierda abertzale.
Es  más, según las fuentes consultadas, los miembros de estos comités  políticos tienen entre sus atribuciones la de sustituir a los electos  que se nieguen a cumplir con las órdenes procedentes de la dirección o  que simplemente traten de seguir un criterio propio.
Los excelentes resultados de la coalición han desbordado a la izquierda abertzale,  que para burlar la Ley de Partidos se vio obligada a crear una  coalición y a recurrir a simpatizantes de perfil bajo que no estuvieran  contaminados por su presencia en alguna de las formaciones ilegalizadas  en los últimos ocho años.
La presión era tanta en aquellos  momentos que, según los informes policiales aportados ante el Tribunal  Supremo y el Tribunal Constitucional, los encargados de buscar  candidatos tuvieron que recurrir incluso a las amenazas para que algunos  de ellos se sumaran a la nueva aventura electoral sucesora de Batasuna.
En cuanto al resto de los socios de la coalición, el reparto de puestos lo organizaron basándose en el documento denominado Herri Akordioa.  Según este texto, la representación de los tres partidos en cada una de  las listas dependió de los votos obtenidos por cada formación en las  elecciones de 2007. Así se hizo, y la izquierda abertzale contabilizó para sí los votos obtenidos por ANV y dirigió la captación de los representantes y la formación de las planchas.
Fueron  realmente esclarecedoras las conversaciones entre miembros de Batasuna  que se mostraban enfadados porque representantes de Eusko Alkartasuna  protestaron por la asignación de puestos en las listas. Fue el caso de  Mayorga Ramírez, presidente de EA en Navarra, que amenazó con dimitir  porque sólo le habían asignado los puestos uno y cuatro en la lista de  Bildu para el Ayuntamiento de Pamplona. Los asignados por Batasuna para  elaborar las listas le respondieron agriamente que todavía les estaban  dando más de lo que merecían.
La izquierda abertzale  tiene práctica en la aplicación de estos métodos de control. Siempre ha  tenido militantes como Ibon Arbulu, detenido en varias ocasiones,  encargados de orientar a sus bases sobre lo que debían decir cuando se  producía un atentado de ETA o un acto de terrorismo callejero en  momentos delicados. Y también tiene práctica en la designación de  asesores cuando sus electos hayan sido de perfil bajo, como cuando  utilizó de testaferros políticos a los representantes del Partido  Comunista de las Tierras Vascas.
En aquella ocasión, el mismo  día en el que el PCTV -para esquivar una eventual ilegalización que no  se llevó a cabo hasta mucho después de que fracasase la negociación de  2005 entre el Gobierno y ETA- registró su grupo parlamentario con el  nombre de Ezker Abertzaleak -el mismo utilizado por Batasuna en  la V legislatura-, se supo que sus asesores eran de Batasuna. Ese día  registró a tres de los cuatro asesores que permitía el reglamento de la  Cámara. Una de ellos era Mireia Unamuno, edil por la formación  ilegalizada y cabeza de lista por AuB, que entró como asesora de la ex  parlamentaria de Sozialista Abertzaleak Rakel Peña. Ésta llevaba  ocupando las dependencias de Tierras Vascas desde el primer pleno de la  legislatura en calidad de invitada.
Tras los comicios  del 22-M, los asesores no han tardado en reaparecer en los ayuntamientos  gobernados por Bildu. En el más importante ganado por la coalición, el  de San Sebastián, el histórico miembro de Batasuna Josetxo Ibazeta se  convirtió en la sombra de Juan Karlos Izagirre nada más ser elegido éste  alcalde de la ciudad.
No ha sido un caso único. Los ex alcaldes de ANV en Hernani y Azpeitia, Marian Beitialarrangoitia e Iñaki Errazkin, ocuparán puestos de asesores en las Juntas Generales de Guipúzcoa. En el caso de Errazkin, fue inhabilitado por no condenar el asesinato del empresario Ignacio Uria en un atentado de ETA.
MIKEL SEGOVIA / Bilbao
26/06/2011
Aurore Martin reaparece sin ser detenida
La  reaparición de Martin se produjo con motivo de una manifestación  convocada en contra de su arresto y en favor del «respeto de los  derechos civiles y políticos en el País Vasco». La militante de  Batasuna, de 32 años, llegó a la marcha -en la que participaron miles de  personas- entre aplausos y acompañada de un grupo de alrededor de medio  centenar de personas. Aseguró que pese a estar convencida de que tarde o  temprano será arrestada, «la batalla política ha sido ganada». A la  finalización del acto, Martin no fue detenida.
Durante todo el  recorrido, unidades de la Policía francesa vigilaron la manifestación,  que se desarrolló de manera pacífica, y sin que tuvieran que intervenir.  Los portavoces de Askatasuna, Anaïs Funozas, y del Nuevo Partido  Anticapitalista, Cluade Larrieu, leyeron un comunicado en nombre de los  convocantes en el que denunciaron que la justicia española reclame a  Martin «como miembro del buró nacional de Batasuna, un delito en España  pero no en Francia», donde la organización continúa siendo legal.
El pasado martes, un gran tumulto provocado por simpatizantes de la izquierda abertzale y del colectivo de indignados  evitó que agentes de la división nacional antiterrorista de la Policía  francesa pudieran cumplir con la euroorden. Los incidentes que se  produjeron mientras era detenida en el domicilio de su hermana obligaron  a suspender la operación por un riesgo cierto de «orden público», según  la Policía.
Poco después, el ministro francés del Interior,  Claude Guéant, reiteró que la Policía francesa «tiene el deber» de  cumplir con el mandato de arresto y que éste «será aplicado». La orden  se emitió en octubre del año pasado después de que la ex dirigente de  Batasuna no se presentara en la comisaría mientras estaba sometida a  control judicial.
Desde entonces, Martin se encontraba en la  clandestinidad, hasta que reapareció el martes pasado en Bayona. Su  intento de detención ha provocado numerosas movilizaciones en señal de  apoyo en al menos una docena de localidades del sur de Francia.
Portavoces del colectivo de indignados  acampado en Bayona han asegurado que su respaldo a Martin responde  únicamente a la defensa de la «libertad de expresión». Diversos  colectivos del País Vasco francés han criticado que la euroorden  responda a una decisión «política», y que supone un ataque a los  «derechos civiles» y la persecución de «unas ideas».
OORBYT.es
>Vea hoy en EL MUNDO en Orbyt el análisis de Josean Izarra sobre la orden de detención de Aurore Martin.
ÁNGELES ESCRIVÁ / Madrid
26/06/2011
Aval judicial a las ayudas a familias de presos de ETA
La  misma Sala del TSJPV, la Sección Primera de lo Contencioso  Administrativo, ha declarado nula la concesión de una ayuda de 3.000  euros a dos vecinos del municipio de Berriz (Vizcaya) que pensaban  emplearlos en asistir a las sesiones del juicio en la Audiencia Nacional  en el que sus familiares están encausados.
Según la Sala,  mientras que en el primer caso el municipio «ha de gozar de algún grado  de iniciativa y atribución», en el caso de Berriz no se aprecian  «razones que vayan más allá de la satisfacción de un interés legítimo  pero no más que individual de los beneficiarios; una especie de favor o  concesión graciosa por adhesión a la situación familiar de aquellos que  por sí sola o por sus causas no concita el interés general al que debe  servir la acción municipal».
En relación con las ayudas a los  familiares de los etarras presos, el Tribunal Superior vasco llega a  decir que las competencias de las diversas administraciones tienen  muchas interpretaciones y que las actuaciones derivadas de la autonomía  de las administraciones locales no han de estar «sujetas al filtro de  consideraciones de oportunidad social o política» procedentes de otros  ámbitos como el estatal o el de las comunidades autónomas.
Las  dos decisiones de dar ayudas a los familiares habían sido recurridas  por la Abogacía General del Estado. Contra el Ayuntamiento de Berriz  ganó el caso y contra el de Durango lo ha perdido. Sin embargo, más allá  de la aparente contradicción, hay otras consideraciones del tribunal  que resultan llamativas.
La Abogacía siempre ha defendido que  las ayudas a los familiares pueden ser consideradas ayudas a ETA. Ante  la decisión de Durango -con mayoría del PNV, seguido por ANV, en la  anterior legislatura- desplegó varios argumentos. Primero, que el  Ayuntamiento carecía de competencias para adoptar medidas de inserción  familiar porque éstas recaen en la Comunidad Autónoma. En segundo lugar,  y más importante, que cualquier medida municipal debería someterse a la  legislación básica en materia de subvenciones y a la ley vasca de  Reconocimiento y Reparación de las Víctimas, dado que «tal medida de  ayuda a los familiares de la organización terrorista ETA estaría muy  lejos de deslegitimar ética, social y políticamente al terrorismo».
La  Abogacía también sostuvo que se había producido una «desviación de  poder» y que «no toda situación de carencia o desarraigo, y sí sólo las  más graves, son contempladas en el concepto de asistencia social». «Se  produjo una disfunción entre el fin objetivo de toda ayuda social y la  finalidad de apoyar económicamente a familiares de reclusos (cuando se  hace) con independencia de su situación económica», argumentó el Estado.
La  Sala de lo Contencioso responde aclarando que no entra a enjuiciar «si  la decisión es políticamente acertada» y argumenta que no ve ningún tipo  de connivencia del Ayuntamiento con los receptores de las ayudas. «En  el presente caso», afirma, no se presupone «nivel alguno de  condescendencia, adhesión , legitimación ni respaldo municipal a las  actividades o actitudes de grupos de apoyo social o político, ni en suma  a los autores y a las actuaciones delictivas que hayan determinado la  actuación penal de los internos a los que indirectamente se refieren».  Si se produjese esta circunstancia, añade, la «regulación se situaría en  un limbo de ilegitimidad».
La sentencia también se adentra en  la legitimación del Estado para impugnar decisiones municipales. La  Sala reconoce que el Supremo determinó que «desde la perspectiva de la  asistencia social penitenciaria, un programa de ayudas a familiares de  internos habría de quedar referido a los internos de la Comunidad  Autónoma Vasca, pues la territorialidad es un límite intrínseco al  ejercicio de la competencia». Es decir, las ayudas deberían tener un  carácter social y nunca aplicarse fuera del País Vasco. Por eso el TSJ  admite que no cabe hablar de competencias locales en materia  penitenciaria porque no existen. Pero añade que «el sistema garantiza  que el municipio intervenga y goce de algún grado de iniciativa en todos  los asuntos que afecten directamente al círculo de sus intereses» y que  «las actuaciones derivadas de esa autonomía, pudiendo quedar  negativamente delimitadas por las competencias de otros poderes  públicos, no están sujetas al filtro de consideraciones de oportunidad  social, política o conveniencia procedentes de esas otras instancias y  poderes territoriales de ámbito superior».
Realizada esta  interpretación sobre las sentencias del Supremo y del Constitucional, la  Sala concluye que las ayudas a los familiares de presos de ETA fuera  del País Vasco pueden constituirse en subvenciones «siempre que quede  desligada de la finalidad de atención social al preso» y que contemple  dos aspectos: «el elevado coste de los desplazamientos» y «una  insuficiencia de recursos económicos para afrontar ese gasto excepcional  en viajes».
Obviamente, el Tribunal ni se plantea que los presos podrían estar en las cárceles del País Vasco y ahorrarles todas las penalidades a sus familiares simplemente expresando un alejamiento del terrorismo.
 
Más hazañas de los batusis, hasta los jueces no se ponen de acuerdo, y les dan la razón en el tema del dinero para los presos. Esto es ya el mundo al revés, parece que las consignas del desgobiero a los jueces, van tomando forma.Por lo demás, siguen riéndose de todo y de todos, faltaría más.
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