J. CARO ROMERO / Sevilla / El Mundo
El ex presidente del Gobierno Felipe González fue fichado por Gas Natural tres meses después de favorecerla en el Consejo de Doñana. Sigue en página 14
Y es que el Consejo de Participación de Doñana, organismo que desde 2009 preside Felipe González, hizo la vista gorda con el proyecto de construcción, en el entorno de este espacio protegido, de un gasoducto promovido por una filial de Gas Natural, empresa de la que el ex presidente del Gobierno es accionista y consejero.
Precisamente, Felipe González fue nombrado consejero de Gas Natural tres meses después de que el Gobierno aprobase la autorización medioambiental de un proyecto en el que los ecologistas ven una «amenaza» para Doñana.
La construcción de un nuevo gasoducto en Doñana está promovida por Petroleum Oil & Gas España, una filial de Gas Natural que recibió el visto bueno del Gobierno, a través de la declaración de impacto ambiental, el pasado 13 de septiembre de 2010, si bien la resolución fue firme el 30 de septiembre con su publicación en el Boletín Oficial del Estado (BOE).
Aunque el proyecto inició su tramitación en abril de 2008 y abrió un periodo de consultas previas en junio de aquel año, el Gobierno abrió en marzo del pasado año 2010 un nuevo plazo para organismos y entidades que inicialmente no habían sido consultados. Entre ellos debería encontrarse el Consejo de Participación de Doñana, por entonces presidido ya por Felipe González.
Sin embargo, a pesar de esta nueva fase de exposición pública, el Consejo de Doñana ni fue consultado ni emitió opinión alguna sobre este gasoducto, según han confirmado a EL MUNDO representantes en el propio organismo.
Se da la circunstancia de que, en el periodo de alegaciones, la organización ecologista Adena advirtió de que, dadas las características del proyecto de este gasoducto, era «necesario el sometimiento del mismo al trámite de informe preceptivo del Consejo de Participación de Doñana -organismo que sustituyó en 2007 al Patronato y la Junta Rectora del Parque- tal y como recoge el decreto de la Junta que regula los órganos de gestión y participación del Espacio de Doñana». La reclamación de Adena nunca fue atendida y el Consejo no abordó el asunto.
El proyecto, que tiene como objetivo la producción de gas natural, así como la utilización de los yacimientos como almacenamiento subterráneo, contempla la perforación de dos sondeos y la construcción de dos gasoductos de conexión con una longitud de 5,2 kilómetros, según la declaración de impacto ambiental.
El trazado se localiza sobre un espacio tremendamente delicado puesto que, aunque según los promotores y la propia Junta de Andalucía, se encuentra formalmente fuera del Espacio de Doñana, el proyecto se encuentra muy próximo al Parque Natural, en concreto a unos 300 metros, e incluso al Parque Nacional, a unos dos kilómetros.
En cualquier caso, la mayor parte de las actuaciones proyectadas se localizan sobre espacios incluidos en la Red Natura 2000 y, más concretamente, sobre el Lugar de Interés Comunitario (LIC) Doñana norte y este, «de gran importancia para el lince ibérico», al tratarse de una zona de cría, campeo y dispersión de esta especie, según denunciaron en su día organizaciones ecologistas como Adena.
En el trámite de alegaciones al proyecto, Adena también advirtió de que, amén de los peligros para la fauna (en concreto para el lince ibérico), tanto la construcción del gasoducto como su explotación constituyen una «amenaza para la red hídrica» y, particularmente, para el llamado acuífero 27, que nutre Doñana.
Sin ir más lejos, también dentro de las alegaciones emitidas la propia Junta -que, en general y salvo aspectos puntuales, no planteó más que elogios al proyecto-, llegó a admitir, a través de la Consejería de Medio Ambiente, que aunque las actuaciones previstas se ubican fuera de los límites del Espacio de Doñana, la ejecución del proyecto podría «generar la modificación de la cantidad y/o calidad de las aguas aportadas al Parque Natural de Doñana».
Finalmente, el proyecto autorizado por el Gobierno sólo modificó puntualmente el trazado del gasoducto evitando la afección a una laguna estacional situada en la margen derecha del arroyo de la Laguna de los Reyes.
Los ecologistas mantienen que, más allá de esta modificación puntual, un proyecto de esta naturaleza no puede tener cabida en estas zonas de Doñana.
¿Un conflicto de intereses 'sobrevenido'?
>Felipe González fue nombrado por la Junta presidente del Consejo de Participación de Doñana en diciembre de 2009 en sustitución del prestigioso biólogo Ginés Morata, muy crítico con algunos planes industriales en torno a Doñana, como el oleoducto proyectado por el Grupo Gallardo, próximo al PSOE.
>Algunos ecologistas avisaron entonces de que el papel de Felipe González podría ser el de «maquillar las actuaciones destructivas en Doñana».
>En diciembre de 2010, solamente tres meses después de autorizarse el gasoducto que la empresa filial de Gas Natural proyecta en Doñana, Felipe González fue nombrado consejero de la compañía. Cobrará 126.500 euros al año.
Ya me parecía extraño, que no hiciera nada a cambio. Estos se mueven por intereses, si no, de que.
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