
J. CARLOS VILLANUEVA / Pruvia (Asturias)/ El Mundo
Enviado especial
En Pruvia, en el mismo centro  geométrico entre Oviedo, Gijón y Avilés, Cascos trazó de forma  cristalina la que será la clave maestra de su compaña electoral: el  mensaje que acusa a los dos grandes partidos de tener pactos no escritos  para que los socialistas hayan conservado hasta ahora la presidencia  del Principado y los populares, la Alcaldía de Oviedo, gobernándose sin oposición cada una de las administraciones.
Antes  se votaron enmiendas a los estatutos del partido. Sorprendió ver a  Cascos votando contra la limitación de mandatos de los cargos públicos y  orgánicos, apuesta que, pese a la oposición del líder y de los  promotores del partido, salió adelante en medio de un intenso debate.
El  ex vicepresidente también votó contra la implantación de un sistema de  primarias como el del PSOE, aunque en su discurso de candidatura hizo  una encendida defensa del «modelo de elecciones primarias  norteamericanas» porque «al candidato a la presidencia del país se le  entrega también la presidencia del partido» y no hay bicefalias.
Y  una vez elegido presidente y candidato, atizó a diestra y siniestra.  Comenzó por sus dos archienemigos en las filas del PP de Asturias: del  alcalde de Oviedo, Gabino de Lorenzo, se mostró en una gran pantalla una  imagen real en la que aparecía caracterizado como un personaje de  zarzuela, mientras Cascos afirmaba que la cúpula popular asturiana  había aceptado una forma «degradante de funcionamiento» y que los  dirigentes del PP «empiezan suplantando la organización en un cenáculo  [en referencia al almuerzo informal en el que fue designada su candidata  Isabel Pérez-Espinosa] y acaban ridiculizando sus propios liderazgos  confundidos en los divertidos papeles de las zarzuelas cómicas, o con  entretenidos karaokes en una sala de fiestas [y entonces se mostró una  foto de la líder del PP de Gijón, Pilar Fernández Pardo, cuando  interpretó una canción alusiva a Zapatero en un mitin]».
Del  PSOE asturiano, dijo también que ha sumido al Principado en la  «degradación» y la «negligencia», y que sus votantes «deben sentirse  defraudados».
El ex secretario general del PP volvió a apelar  al sentimiento regionalista de su «país» e incluso exhibió una filmina  con un mapa que recogía las fronteras del viejo Reino de Asturias, desde  Finisterre hasta el río Duero.
También hizo alusiones a internet como «uno de los grandes cambios de nuestro tiempo». De hecho, los casquistas se muestran muy activos en las redes sociales. Quiso así dirigirse a todos aquellos asturianos que siguieron on line el primer congreso de Foro Asturias, especialmente a los emigrantes que se encuentran en el continente americano.

El general secretario, parece que ya lleva las riendas del nuevo foro. Y parece ser que se le a pegado el tema de los nacionalista,con tanta pegatina inpúdica. Lo que cambian las personas por interés....
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