
JOAQUÍN MANSO / Madrid/ El Mundo
A pesar  del largo plazo que se ha tomado Interior en contestar, un año, el  Departamento que dirige Alfredo Pérez Rubalcaba lo ha hecho de manera  incompleta. Sólo ha aportado dos párrafos de la normativa y ha omitido,  precisamente, aquellos aspectos que más perjudican al ex comisario  Sánchez Manzano.Sigue en página 4 
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Según las víctimas, la decisión de Sánchez Manzano de retener las muestras y de destruir la mayoría de ellas, a pesar de que el resultado que ofreció el análisis de los Tedax fue inservible a efectos de la investigación -sólo encontró
«componentes  genéricos de la dinamita»-, fue contraria a las normas de la Policía e  impidió determinar la marca del explosivo que estalló en los trenes y  dirigir correctamente las pesquisas.
De hecho, el tribunal que  se encargó de juzgar lo acontecido el 11-M tuvo que encargar, tres años  después de la matanza, una nueva pericia en los laboratorios de la  Policía Científica para contar en el juicio con un análisis de  suficiente valor probatorio.
En ese momento, además, se  constató que el ex jefe de los artificieros sólo había conservado 23  pequeños restos, algunos inapreciables, pese a que varios tedax  reconocieron luego en sede judicial que habían recogido cientos y  afirmaron que, en contra de lo declarado por Manzano, muchas de ellas no  se destruyen jamás porque tienen un valor evidente en la investigación.
Por  todo ello, la Asociación de Víctimas considera que conocer la  Resolución de 19 de mayo de 1989, sobre Normas Provisionales de  Actuación del Servicio de Desactivación de Explosivos, es indispensable  para que se continúe tramitando el procedimiento en el que Manzano está  imputado por falso testimonio, omisión del deber de perseguir delitos y  encubrimiento.
El Ministerio del Interior lleva bloqueando su  entrega desde hace un año, con la excusa de que se trata de un documento  secreto. Es decir, niega a las víctimas del 11-M y, un documento que sí  facilitó al comisario Manzano para que lo utilizase en su fracasada  demanda privada contra EL MUNDO.
Tras una primera negativa, la  asociación simplificó su petición y reclamó que únicamente se  contestase a dos cuestiones muy concretas: por un lado, si la custodia  del material recogido en los focos de las explosiones que queda a  disposición judicial es responsabilidad del jefe de los Tedax.
El  oficio que la Dirección General Operativa de la Policía remitió a la  juez Coro Cillar el pasado 31 de enero -bajo la destacada rúbrica de  «reservado»- apuntala las acusaciones contra Sánchez Manzano en ese  aspecto, ya que especifica que a los artificieros les correspondía -y a  él como comisario jefe- «la custodia y depósito a disposición de las  autoridades judiciales o administrativas de los elementos no explosivos  de los artefactos explosivos, así como los restos de las explosiones».  El letrado de las víctimas, José María de Pablo, considera que ese  reconocimiento ya es, en sí mismo, «un avance» para inculpar al  comisario.
Por otro lado, las víctimas preguntaban si es  cierto que la competencia para realizar los análisis científicos sobre  las muestras recogidas en los focos es del laboratorio de la Policía  Científica, y no de los Tedax.
El otro párrafo que el  Ministerio del Interior ha aceptado revelar recoge el apartado D del  artículo 1º del reglamento de los artificieros, y dispone que éstos  tienen encargada, «en colaboración con el servicio central de la Policía  Científica, la investigación científica y técnica de los explosivos, su  comportamiento, efectos, estructura, composición y método de  inertización, redactando los correspondientes informes  técnico-científicos».
Así leído, parece que queda a  disposición de los Tedax la decisión de enviar o no las muestras a la  Policía Científica, pero esta lectura no es correcta: el oficio del  Ministerio del Interior omite el apartado C de esa misma norma, que  establece que los artificieros sólo pueden llevar a cabo «informes  técnico-periciales» (por tanto, no científicos). Y, sobre todo, se  olvida de la Circular 50, que en 1993 fue revisada por el entonces  subdirector general operativo de la Policía para dejar claro que  «corresponde a la Policía Científica, con carácter exclusivo, el examen,  estudio, recogida de cualquier tipo de vestigios, restos, muestras de  explosivos, etcétera, hallados en el lugar de los hechos».
Esto  es: cuando se trata de dinamita que ha explosionado, los Tedax realizan  análisis de urgencia para orientar las primeras investigaciones, pero  luego deben enviar las muestras a la Policía Científica para que lleve a  cabo una pericia más profunda, con valor probatorio en juicio. Y así se  ha hecho en todos los atentados, con la notable excepción del 11-M,  aunque Sánchez Manzano declaró lo contrario en el juicio. Esta es la  respuesta a la segunda pregunta de las víctimas que el Ministerio del  Interior omite en su escrito a la juez.
Y ésa fue también la  tesis que defendió el letrado de este diario, Juan Luis Ortega, y que  acogieron el juzgado de Primera Instancia y la Audiencia de Madrid para  desestimar la demanda del comisario.
OORBYT.es 
>Vea hoy en EL MUNDO en Orbyt el análisis de Joaquín Manso sobre la estrategia de Interior para proteger al comisario Manzano.
J. M. / Madrid
Lo que aún falta en el procedimiento
Sería  el paso previo para citarlos a declarar a fin de que corroboren el  testimonio que ofreció durante el juicio el inspector jefe provincial de  los Tedax de Madrid, que aseguró que sus efectivos recogieron, hasta  una semana después del atentado, «múltiples restos y vestigios que  estuvieron en contacto con los focos» y que Manzano «ordenó el traslado  directo» de los mismos a la Unidad Central de los Tedax aunque ése no  era el «cauce usual». Insistió, además, en que esa operación se hizo  «sin el previo inventario y clasificación oportuna».
La Asociación de Ayuda a las Víctimas estará ahora acompañada. La Fiscalía apoyó en diciembre que siguiesen practicándose diligencias, y desde el 3 de febrero, el Sindicato Unificado de Policía está personado como acusación popular tras pagar la fianza de 300 euros que pidió la juez.
Además de la entrega de la normativa de los Tedax, Interior sigue sin responder, en este caso desde hace 11 meses, a otra petición de las víctimas necesaria para que siga el procedimiento: la identificación de los artificieros que recogieron personalmente restos de explosivos en los trenes.
GABRIEL MORIS NOGUERA
Pericial sin muestras
El  pasado día 31 se cumplieron cuatro años del inicio de la prueba  pericial de los explosivos relativos a la masacre del 11-M. Esta prueba  fue una más de la pléyade de irregularidades que jalonan las supuestas  investigaciones del Crimen del Siglo.
Los resultados  analíticos de las muestras procedentes de los focos de explosión no  figuraban en la instrucción del sumario 20/04 realizada por el juez Del  Olmo. Fue el ponente Gómez Bermúdez quien sintió la necesidad de  solicitar la pericia de explosivos.
La planificación del  trabajo la realizó la Policía Científica y en la fecha antes citada nos  registramos en la Audiencia Nacional como peritos ocho titulados para  llevar a cabo los análisis.
En la reunión inicial, celebrada  en la sede de la Policía Científica, en Canillas, se planificó el  trabajo y el director de la pericia propuso como objetivo consensuar los  resultados. Se nos advirtió de que, a veces, se producían cortes de  corriente. Los peritos de parte (civiles) propusimos analizar dos  muestras de referencia de explosivo intacto: una de Goma 2 ECO y otra de  Titadyn.
Las muestras objeto de la pericia eran aproximadamente 90 y se dividían en dos bloques principales:
-Muestras intactas, no explosionadas y procedentes de lugares alejados de los trenes.
-Muestras  explosionadas, procedentes de los focos de explosión de los trenes  (23). Unas tres muestras de media por cada vagón explosionado. Este  grupo de muestras procedía del laboratorio de los Tedax.
Conviene  precisar lo siguiente: salvo una muestra de Titadyn de referencia,  aportada por la Guardia Civil, el resto de ellas carecían  documentalmente de cadena de custodia.
La calidad de los envases y el sistema de envasado no fueron cuestionados en ningún momento por ninguno de los peritos.
Las  muestras de los focos eran residuos procedentes de los lavados, con  agua y acetona, realizados en el laboratorio de los Tedax el día de los  atentados para su análisis. Ni los resultados de los mismos ni los  líquidos de lavado fueron aportados en la pericia.
El peso de  los extractos de lavado de las muestras (materia de soporte más  explosivo), ya lavadas en su día, por los Tedax, no superó en ningún  caso una décima de gramo (0,1 g).
Todas estas informaciones  fueron reseñadas en los informes remitidos al tribunal que juzgó el  caso. No se nos pidió ninguna información complementaria por parte del  mismo.
Hasta aquí la descripción somera de las circunstancias en que se inició la pericia.
Cualquier  persona alejada de la práctica habitual del trabajo de un laboratorio,  puede advertir como irregularidades manifiestas:
-La ausencia  de resultados analíticos y de líquidos de lavado de las muestras  procedentes de los trenes y custodiadas por los Tedax durante casi tres  años.
-La exigua proporción de muestras procedentes de los  focos de explosión frente a las no explosionadas y que nada tenían que  ver con los vagones donde murieron 192 personas inocentes y resultaron  heridas casi 2.000.
-La cantidad de muestras a analizar (0,1g)>
-La inexistencia documental de cadena de custodia.
Pese  a las irregularidades citadas, la pericia se realizó y todos los  peritos estuvimos de acuerdo con los resultados analíticos obtenidos.  Los aparatos, bien manejados, son imparciales y no saben de intrigas ni  de presiones no medibles.
Como todo el mundo sabe, en las  muestras de los focos apareció un explosivo, ausente hasta 2007, y  también ausente en el sumario de Del Olmo, el dinitrotolueno (DNT).
¿Alguien  lo silenció ocultando los análisis realizados el día del atentado?  ¿Sería el DNT la razón para incumplir el protocolo de actuación de los  Tedax?
Milagrosamente, alguien tomó una muestra de polvo de  extintor de incendios en la estación de El Pozo y, en ella, se hizo  presente la nitroglicerina, que con el DNT, completó los explosivos que  diferencian al Titadyn de la Goma 2 ECO. Este explosivo perdía  protagonismo como arma de la masacre y los cromatogramas del explosivo  absorbido en el polvo dejaban la huella indeleble del Titadyn (ver el  libro Titadyn del perito Antonio Iglesias).
De una pericia, realizada casi sin muestras, se pueden sacar algunas conclusiones:
-Resulta  incomprensible que el juez Del Olmo no exigiera a los Tedax la  composición de la carga explosiva de los focos. Máxime cuando el  comisario Sánchez Manzano anunció la presencia de nitroglicerina.
-La  Fiscalía, ante la probabilidad de que la carga explosiva fuera Titadyn,  se limitó a decir que «daba igual el explosivo utilizado». Rubalcaba  mantuvo otro criterio cuando sólo se conocía la composición de las  muestras «olvidadas» por los presuntos terroristas.
-Las muestras que, en cantidad y con calidad, tomaron los Tedax antes de desguazar los trenes, no se entregaron en la pericia.
-El  juez Bermúdez dictó una sentencia basada en un compuesto no explosivo,  el ftalato de dibutilo (DBP), presente en las muestras de los focos. Su  presencia la relacionó con la Goma 2 ECO. El juez no cayó en la cuenta  de que el DBP es un producto ubicuo, es decir, presente por doquier y no  sólo en la goma citada. Esta afirmación la ha hecho en sede judicial el  director de la pericia en el proceso que se sigue contra Sánchez  Manzano.
-Las grabaciones de la pericia, pendientes de visionar, pueden testificar lo que antecede.
-Una  pericia, planificada sin muestras, ha permitido detectar la presencia  en los trenes de una carga explosiva diferente a la Goma 2 ECO así como  irregularidades rayanas con el delito tanto en la actuación de los  Tedax, del juez instructor, de la Fiscalía y en la sentencia.  Curiosamente, casi todos han sido premiados, incluso con medallas  pensionadas. Pedimos se nos explique la razón de los premios. Otros  tenemos un castigo de por vida, ¿por qué y para qué?
Gabriel Moris Noguera. Químico. Perito que analizó las muestras del 11-M

 
Esto, aparte de ser una herida sangrante,es una vergüenza que actúe asi el gobierno. Siempre está la kgb por enmedio para el trabajo sucio, y enmerdar a los policías de bien es lo más fácil. El manzano y el químico, son quienes deben de facilitar que se sepa la verdad, y no ocultar nada como lo están haciendo. Ha estas alturas, como el faisán, todos ya sabemos lo que hay, y quienes son lo que no quieren que se sepa nada, por algo será????.
ResponderEliminarNo nos merecemos un gobierno que nos mienta (palabras dichas por rubalcaba)