ETA como cortina de humo

11:51 (04-12-2010) La Gaceta

España no ha de sostener ni un minuto más la indiferencia de la que hace gala Zapatero.

Antonio López Istúriz

Esta legislatura comenzó con la crisis económica como principal asunto en la agenda del país, pero puede acabar, al menos eso pretende el Gobierno, marcada por el debate sobre cómo acabar con la banda terrorista ETA.

Visto que la anunciada recuperación económica no acaba de llegar, para desgracia de todos los españoles, visto que los famosos “brotes verdes” no acaban de florecer, el Gobierno ha inaugurado una nueva estrategia electoral que debe ser desarrollada por el nuevo Gabinete monopolizado por el ministro Rubalcaba. Considero un logro de la democracia poder constatar hoy que la unidad responsable del Gobierno y la oposición ha llevado a los asesinos de ETA a vivir su etapa de mayor fragilidad. Esa debilidad no es un éxito exclusivo del Partido Socialista, ni tan siquiera del actual vicepresidente primero del Gobierno. Es la consecuencia de una política, que tal y como señala en su nuevo libro mi compañero Ignacio Cosidó (la estrategia de acoso al entramado financiero y al denominado “frente de presos”), tuvo sus inicios con el anterior Gobierno del Partido Popular.

Como representante político de todos los españoles en el Parlamento Europeo y en mi calidad de secretario general del Partido Popular Europeo, considero necesario que hablemos, y mucho, de esa maldita palabra de cuatro letras (“paro”), que mantiene en vilo y agota la paciencia a 4.500.000 de ciudadanos y otro medio millón más que, como señala eufemísticamente nuestro presidente, están trabajando para el país. Hablar para aportar, comunicarnos con el fin de buscar soluciones y hallar respuestas a sus noches en vela. El desempleo y la crisis económica –pues ambos asuntos están entrelazados– son la prioridad en mi agenda y la principal tarea de aquí a final de legislatura, en lo que a mis responsabilidades y compromisos se refiere.

Las cifras no son nada esperanzadoras y cada día son muchos los que desde su conocimiento y responsabilidad nos hacen llegar mensajes de una perspectiva económica y laboral desgraciadamente tenebrosa para nuestro país. Organismos e instituciones de muy diverso calado, desde el mundo universitario pasando por las organizaciones sindicales hasta el Fondo Monetario Internacional, la Comisión Europea, la OCDE o el propio Banco Central Europeo, coinciden en advertir de un negro panorama para nuestra economía y su tejido industrial. El Gobierno de Zapatero, agotado e incapaz de liderar la recuperación económica que necesita el país, propone ahora basar su estrategia en la protección de los parados. Siendo esto algo que considero de vital importancia, no deberíamos olvidar lo esencial: un parado pide y necesita un trabajo digno que le permita una estabilidad personal y familiar, los subsidios eternizan la pobreza y la desigualdad. No hay, por tanto, mejor política social que la creación de empleo estable y de calidad.

Recientemente hemos conocido datos del INE realmente impresionantes: la economía de un 20% de las familias españolas no les permite llegar a fin de mes. De esta forma asistimos al progresivo y dramático deterioro de la denominada clase media.

El PP ha puesto sobre la mesa toda una batería de propuestas encaminadas a lograr un compromiso de gobernanza económica capaz de aportar soluciones a la desproporcionada tasa de desempleo en nuestro país (que dobla la media europea) y que proporcione a la vez estabilidad y respuestas a las necesidades que afrontamos en este tramo final de legislatura.
España no ha de sostener ni un minuto más la indiferencia de la que hace gala el Gobierno de Zapatero para con la experiencia de nuestros profesionales, el talento de muchos de nuestros jóvenes o la aportación de la comunidad inmigrante al bienestar social y económico de nuestro país.

Considero que la investigación y la innovación son fundamentales para el desarrollo de nuestra nación. El tijeretazo presupuestario al que se viene sometiendo desde hace años a nuestros jóvenes científicos e investigadores les sitúa en ocasiones en la pantalla de nuestros televisores, donde desde los más recónditos lugares del mundo nos envían sus entrañables saludos bajo el rótulo de Españoles por el mundo.

El Gobierno socialista ha preferido hacer oídos sordos a nuestros mensajes y ha preferido poner en manos del nacionalismo vasco un inestable futuro de Gobierno que nos puede salir muy caro a todos los niveles. El compromiso y la firmeza que los populares demostramos en la lucha contra el terrorismo no siempre logra una respuesta cuando de lo que se trata es de aportar soluciones al primer y principal problema de los ciudadanos en este momento: el paro y la crisis económica.

*Antonio López Istúriz es europarlamentario y secretario general del Partido Popular Europeo.