jueves, 23 de diciembre de 2010

CiU y PSC pactan incumplir la sentencia sobre el español


DANIEL G. SASTRE / LEONOR MAYOR Barcelona/ El Mundo

Oriol Pujol sostiene que el Tribunal Supremo «no tiene jurisdicción» sobre el modelo educativo / El fallo que obliga a que el castellano también sea vehicular establece que en Cataluña se da una «exclusión que pervierte» la Constitución

Zapatero embustero

El acuerdo se selló un par de horas después de que se conociese el contenido exacto de las sentencias del Supremo, que establecen todo lo contrario, es decir, que catalán y castellano tengan una presencia «equilibrada» en las escuelas catalanas, porque ambos idiomas deben ser «vehiculares» en la enseñanza.

Las sentencias, que instan a la Generalitat a «adaptar su sistema de enseñanza» a esa premisa, no podían llegar en peor momento para CiU: Artur Mas se convertirá hoy en president -gracias a la abstención del PSC- y ya tiene el primer escollo encima de la mesa.

Ante esta situación, los nacionalistas optaron por una estrategia en dos direcciones: por un lado, quitaron hierro a esos fallos aduciendo que «no ponen en cuestión» la inmersión lingüística, obviando párrafos enteros de las sentencias. Por otro, sostuvieron que el Supremo no tiene «jurisdicción para anular normas de rango estatal y autonómico», y que «no puede invalidar» la preeminencia del catalán.

Zapatero embustero

Una cosa está clara: CiU no piensa renunciar a la inmersión lingüística, que, de hecho, es un modelo que se estableció durante los años 80, en los gobiernos de Jordi Pujol. Según anunció ayer, lo «mantendrá» y lo «preservará».

Las sentencias del Supremo, que EL MUNDO adelantó el martes, son las primeras que se fundamentan en el fallo del Constitucional sobre el Estatuto. Y a él se refirió el presidente del grupo parlamentario de CiU en la Cámara catalana, Oriol Pujol, cuando dijo que, aunque era «duro» en términos generales, «en ningún caso declaraba inconstitucional ningún precepto relacionado con la inmersión lingüística».

Con el tono conciliador que emplea desde que ganó las elecciones, CiU sostuvo que la inmersión es un modelo que el TC ya ratificó en 1994, con una sentencia interpretativa que lo consideraba «completamente legítimo». Además, el fallo sobre el Estatut, recordó Pujol, admitía que el catalán fuera «el centro de gravedad» del sistema lingüístico en la comunidad.

Según Pujol, las nuevas sentencias del Supremo tampoco «cuestionan» la inmersión lingüística. «Son dos o tres casos de un total de 1,1 millones de alumnos en las aulas», afirmó, en referencia a las tres familias que denunciaron el modelo y a quienes ahora el tribunal ha dado la razón. Pujol dijo que CiU «no renunciará» a la inmersión y que, en todo caso, «examinará un posible funcionamiento deficiente» en los centros educativos afectados por las sentencias, radicados en Barcelona, Tarragona y Sabadell.

Tampoco el PSC quiso ver en las decisiones del Supremo el fin de la inmersión lingüística. La portavoz adjunta de los socialistas, Laia Bonet, restó importancia a los fallos y afirmó que no ponen en entredicho el modelo, «pues sólo se pronuncian sobre tres situaciones puntuales en tres centros».

«No se pueden derivar conclusiones generales sobre el sistema educativo catalán», dijo Bonet, convencida de que estas sentencias sólo son de aplicación para los tres padres que recurrieron y no para todas las escuelas de Cataluña. «El modelo de inmersión ha funcionado correctamente y ha asegurado la cohesión social en Cataluña», afirmó.

En cambio, el secretario general de ERC, Joan Ridao, hizo un llamamiento a todos los partidos para «blindar el modelo lingüístico» en las escuelas catalanas. Ridao reconoció que no hay soluciones jurídicas a las sentencias, puesto que contra ellas no cabe recurso, al haber sido dictadas por la instancia superior, e invitó a todo el arco parlamentario a buscar «una solución política».

Quizá porque es nuevo en política y todavía no maneja lo de las ambigüedades, o quizá porque es un jurista de amplia trayectoria, el diputado de Solidaritat per la Independència Alfons López Tena fue el más claro al explicar la situación. Aseguró que las sentencias anulan el modelo de inmersión lingüística y explicó que son firmes y, por tanto, no pueden recurrirse.

Relató que, en consecuencia, el nuevo Govern tiene dos opciones: acatar o desacatar la sentencia. «Desacatarla es un delito», subrayó, por lo que llamó a que Cataluña sea independiente «y pueda tener su propia legalidad». «La sentencia existe y tiene consecuencias. La inmersión lingüística ha acabado», resumió el diputado del partido de Laporta.

Más allá de la decisión de blindar la inmersión lingüística en catalán, el acuerdo de investidura alcanzado ayer entre CiU y el PSC incluye también pactos en materia de lucha contra la crisis -como la simplificación de los trámites administrativos para la creación de empresas-, mantener la plantilla de profesores, médicos y mossos, o impulsar la creación de una Ley Electoral de Cataluña, que en la legislatura pasada volvió a quedarse en el tintero.

El PP y Esquerra también mantuvieron ayer encuentros con CiU, pero ambas formaciones se plantean votar hoy en contra de la investidura de Mas tras conocer el acuerdo que éste ha sellado con los socialistas. El PP se muestra dispuesto a hacer «una oposición real», aunque no descarta secundar a CiU en alguna propuesta económica. Esquerra denuncia que CiU rechazó una propuesta para concretar el concierto económico realizada por los independentistas, pese a que éste fue el tema estrella de la campaña de Mas.

CiU y el PSC hicieron ayer oídos sordos a las sentencias del Supremo que obligan a que catalán y castellano tengan idéntica presencia en las escuelas. Ambas formaciones sellaron un pacto que servirá para facilitar la investidura de Artur Mas como nuevo president. El acuerdo implica «preservar el modelo educativo catalán definido en el Pacto Nacional de Educación, la Ley de Educación de Cataluña y el modelo lingüístico de la escuela catalana». Así, los socialistas secundan a los nacionalistas en la idea de mantener el actual sistema de inmersión lingüística que implica que todas las asignaturas en la enseñanza obligatoria se impartan en catalán, excepto las tres horas semanales de lengua extranjera y las dos de castellano. Sigue en página 4

Editorial en página 3

1 comentario:

  1. Como siempre, haciendo guarreridas, es lo mejor que saben hacer estos políticos del tres al cuarto.

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