Interior acerca al asesino de Buesa a la prisión de Asturias

FERNANDO LÁZARO / Madrid

12/05/2011 / El Mundo

«Es una pésima noticia que nos coloca al borde de la injusticia», dice su hermano
El Ministerio del Interior continúa con su política del palo y la zanahoria, del premio y el castigo con los presos de la organización terrorista ETA. Pero, en las últimas semanas, parece que se producen más premios (acercamientos) que castigos (alejamientos).
Poco después de que se le diera el ok electoral a la coalición Bildu, el Departamento dirigido por Alfredo Pérez Rubalcaba ha decidido acercar a uno de los etarras más sanguinarios desde Galicia a la prisión de Villabona, en Asturias, cárcel que utiliza como laboratorio.
En esta ocasión, el beneficiario ha sido Luis Mariñelarena Garciandia, condenado por el asesinato del socialista Fernando Buesa, según informa Europa Press.
En 2002, la Audiencia Nacional condenó a Mariñelarena a 100 años y nueve meses de cárcel por el asesinato, dos años antes, del portavoz socialista en el Parlamento vasco, Fernando Buesa, y de su escolta, Jorge Díez. Además, en 2007 se le impusieron otros 22 años y medio por el intento de asesinato del presidente de la Diputación de Álava, Ramón Rabanera.
Detenido en octubre de 2001 por la Policía Nacional, este terrorista ha permanecido los últimos 10 años entre cárceles de Madrid y Galicia, concretamente en el centro penitenciario de La Lama, en Pontevedra, desde donde ha sido trasladado ahora a Villabona. La prisión asturiana y la aragonesa de Zuera son los centros a los que Interior traslada a los etarras que considera maduros, es decir, a los que cree que podrían decidirse por expresar su rechazo a la violencia. De allí, los que dan el paso son definitivamente acercados a prisiones vascas. La prisión más favorable es la de Nanclares de Oca, donde, según Rubalcaba, ya no hay presos de ETA.
El catedrático y activista Mikel Buesa calificó ayer de «injusticia» y «error» de Interior el acercamiento de uno los asesinos de su hermano Fernando. Buesa dijo a Servimedia que «el hecho de que hayan metido en ese programa de arrepentidos a uno de los asesinos de mi hermano me parece una mala noticia para mí personalmente y para mi familia». «Nosotros habíamos confiado en la Justicia, y esto no es más que un paso que nos sitúa al borde de la injusticia», aseguró, y añadió que el acercamiento de este etarra «es una pésima noticia para una víctima del terrorismo». Estimó que el traslado es «completamente inútil y superfluo» para la lucha contra ETA