domingo, 19 de mayo de 2013

Ziani intentaba tejer en toda España una red salafista



Ultimaba su expansión a Baleares, Aragón, Murcia, País Vasco y Valencia

Artur Mas declara a Cataluña en rebeldíaNourreddin Ziani estaba tejiendo una red de influencias que trataba de extender a todo el territorio nacional. Para el Centro Nacional de Inteligencia (CNI), ése es uno de los motivos principales para defender su expulsión de España, que se produjo el viernes por la noche en la frontera con Melilla. Ziani, próximo a CiU y defensor/difusor de las ideas soberanistas en Cataluña, trataba de ampliar su «radio de acción» a la Comunidad Valenciana, Aragón, Baleares, País Vasco y Murcia.

Según consta en los informes remitidos por los servicios secretos al Ejecutivo, uno de sus principales proyectos era la creación de la Federación de Comunidades Religiosas para expandirse por toda España y actuar al margen de la Comisión Islámica de España (CIE), el máximo órgano de representación de los musulmanes en nuestro país.

Ziani, que ya ejercía de presidente de la Unión de Centros Culturales Islámicos de Cataluña, ha sido expulsado por impulsar el salafismo radical. ¿Hasta qué punto estaban detrás los servicios secretos marroquíes o, al menos, una parte de ellos? La incógnita está aún sin despejar.

Y el CNI, además de apoyar sus informes en datos, proporcionó a las autoridades que tenían que tomar decisiones material gráfico que avalaba que Ziani mantenía frecuentes contactos con representativas figuras del radicalismo salafista.

Ziani, además, aparece también en este material junto a Àngel Colom, presidente de la organización Nous Catalans, que ha sido la encargada de ejercer proselitismo entre la población extranjera en favor de la propuesta soberanista de Artur Mas.

En 2008, Ziani comenzó a tomar las riendas de la mezquita de Asalam de Vilanova del Camí (Barcelona). En abril de ese año ya se incorporó al Consell Islamic Cultural de Catalunya. De allí, según consta en los informes elaborados por el CNI para el Ejecutivo, fue expulsado, ya que se detectaba cómo trataba de controlar a los musulmanes «más radicales». Ya apuntaba maneras y se centraba en aquellos seguidores del islam con ideas más intransigentes. Sus objetivos eran claros desde el principio.

Antes de llegar a España, Ziani ya había sido expulsado de Bélgica. Fue «invitado a marcharse voluntariamente». Su tinte integrista no había pasado desapercibido para un país donde la presencia de líderes extremistas ha sido una constante durante los últimos lustros.

Estuvo trabajando en el consulado de Marruecos en Barcelona; es decir, para el gobierno del reino alauí. Su marcha, en 2011, se saldó con acusaciones y sospechas sobre corrupción en la expedición de pasaportes.

En 2010 creó la Unión de Centros Culturales Islámicos de Cataluña y logró tejer una red de control en todas las mezquitas de Cataluña. En todas puso un delegado de su máxima confianza. Y ahora, cuando ha sido expulsado, estaba en fase de expansión: Comunidad Valenciana, Aragón, Baleares, País Vasco y Murcia eran sus objetivos inminentes. Además, pretendía poner en marcha la Federación de Comunidades Religiosas para expandirse por toda España y descolocar como referencia a la CIE.

Según el informe elaborado por el CNI, Ziani ha mantenido frecuentes contactos, ha organizado congresos y ha desarrollado actividades en común con líderes e radicales, que están en el ojo del huracán de los servicios de inteligencia de medio mundo por un proselitismo que constantemente roza la ilegalidad. Entre estos perfiles de radicales se encuentran, por ejemplo, Mohamed Attaouil, Rachid Menda o Abdelhamid El Hyat. Con éstos ha estado en estrecho contacto Ziani. También aparecía en estos encuentros Younes Harrak.

Según los informes de los servicios de inteligencia, en 2011 participó en las jornadas salafistas que se celebraron en la mezquita Essalam de Figueras (Gerona). Allí acudieron varios «sabios» salafistas, como es el caso de Rachid Nafer. Ese mismo año, «organizó y financió» una visita a Baleares de otros líderes salafistas, como Abdelhamid El Hyat o, de nuevo, Rachid Nafer. Buscaba abrir vías al radicalismo en las islas.

En octubre, a las jornadas islamistas de Rosas en las que Ziani participó como uno de sus organizadores, acudieron de nuevo destacadas figuras del salafismo: Abdelhamid El Hyat o Mohamed Attaouil.

Al año siguiente, en abril, Ziani asistió también a un congreso salafista celebrado en Torredembarra (Tarragona) en el que impartieron conferencias el imam de Salt Rachid Menda, el salafista Omar Fares y Abdelkader Elchoua, otro de los destacados líderes salafistas europeos, todos conocidos entre los servicios de inteligencia y de información por su «difusión del radicalismo islámico».

Attaouil, promotor de la creación de un gran centro islamista en Salt, recibió el apoyo de Ziani en la tramitación y financiación de su proyecto. La iniciativa sigue adelante, aunque las inspecciones de trabajo han detectado ya cómo se está construyendo con el trabajo de inmigrantes en situación irregular.

El contacto entre Ziani y Attaouil ha sido intenso. Ziani organizó el I Congreso de Imames en Mataró, al que acudió de nuevo Attaouil y también el I Coloquio Internacional de Ulemas.
Los servicios de inteligencia advirtieron también de la relación estrecha entre Ziani y el salafista Abdel Hamid El Hyat, antiguo imam radical de Reus. Ziani organizó y financió el I Congreso Salafista en Murcia en febrero de este año, en el que el «líder religioso» fue uno de los principales invitados. Además, estaba ultimando un congreso de similares características en Huelva.

En el congreso de Murcia, El Hyat dio charlas en las que insultó al gobierno francés por la acción militar que estaba desarrollando en Mali. Reclamó protección para líderes radicales asentados en aquel país, como es el caso de Ansar-Alsharia.

Se vio con algunos de los líderes salafistas «más señalados» de la UE
Uno de sus planes era actuar al margen de la Comisión Islámica
Participó y organizó distintas jornadas a las que acudieron imames radicales
Fue acusado de irregularidades en la expedición de pasaportes de su país
 

‘Operación’ en el cuartel para sortear a Lasarte

La Guardia Civil releva a cinco agentes de Lodosa que fueron víctimas suyas
 
El permiso que por primera vez ha disfrutado el terrorista arrepentido Valentín Lasarte ha generado problemas inesperados en la Guardia Civil. Una de las condiciones era pasar los tres días fuera del País Vasco, para no herir a sus víctimas. El propio recluso se había ofrecido a ello y la Audiencia Nacional y el Ministerio del Interior hicieron suya esta limitación. El preso podía elegir dónde dormir y optó por Lodosa, feudo de UPN de 4.939 habitantes al sur de Navarra.
Lo que no sabían las autoridades era que en el pequeño y viejo cuartelillo donde debía firmar a diario viven y trabajan no tres, como trascendió primero, sino cinco agentes que estaban destinados en Arnedo –en La Rioja, a 25 kilómetros– cuando, el 17 de agosto de 1995, Valentín Lasartebuscó una matanza que causó 40 heridos.
La voz de alarma la dio el viernes por la tarde el colectivo vasco de víctimas, Covite. La Dirección de la Guardia Civil ordenó atajar el problema: evitar que los cinco agentes –que no resultaron heridos en el atentado aunque sus casas resultaron afectadas– se crucen con él. Por eso, según fuentes de Interior, han sido relevados de sus servicios este fin de semana.
Que los etarras no puedan residir en los municipios donde viven sus víctimas no aparece en la legislación, pero es una condición que a veces incorporan los jueces, además de una petición recurrente de las asociaciones de víctimas. Especialmente tras la experiencia de Pilar Elías, viuda del edil de UCD Ramón Baglietto, que debía cruzar todos los días por la cristalería que había montado uno de los asesinos de su marido a 50 metros de su casa en Azkoitia (Guipúzcoa). Su caso fue muy claro, pero en otros resulta difícil que los terroristas más sanguinarios de los 80 y 90 no coincidan con alguna de sus víctimas allá donde vayan; sobre todo si regresan a la pretendida Euskal Herria.
El protocolo varía mucho. En julio de 2012, antes de la tormentosa excarcelación del secuestrador de Ortega Lara Josu Uribetxeberria Bolinaga –que supuso la parálisis de la vía Nanclares mediante la concesión de beneficios penitenciarios a los arrepentidos, hasta ahora–, la Audiencia Nacional puso en libertad condicional a José Manuel Fernández Pérez de Nanclares y a Fernando Vicente de Luis Astarloa, sin prohibirles acercarse a Bilbao, donde residen sus víctimas, como pedía la Fiscalía. El tribunal dio la razón al juez central de Vigilancia Penitenciaria: plantear «a día de hoy» esa exigencia «carece de cualquier proporcionalidad».
Lasarte fue condenado a 340 años por participar en siete asesinatos en un tiempo récord (de 1993 a 1996), entre ellos, dos muy simbólicos: los del popular Gregorio Ordóñez y el socialista Fernando Múgica. Ha renunciado a ETA, pedido perdón a las víctimas y comenzado a pagar las indemnizaciones, pero las plataformas de afectados critican que no ha dicho todo lo que sabe para aclarar asesinatos sin resolver. El viernes fue seguido por una nube de medios en Lodosa porque el destino de su permiso ha trascendido.
Los guardias civiles no trabajan este fin de semana para no cruzarse con él
 
El premio a Otegi, cuestionado
L. I. / Bilbao
El delegado del Gobierno en el País Vasco, Carlos Urquijo, estudia recurrir el Premio Guernica por la Paz y la Reconciliación que el mes pasado se le entregó al dirigente ‘abertzale’ encarcelado Arnaldo Otegi. Urquijo ha enviado un requerimiento al alcalde de la localidad vizcaína, José María Gorroño (Bildu), para que le confirme que varios miembros del ayuntamiento, incluido el propio regidor, participaron en el fallo del jurado.

Si la concesión del galardón puede considerarse como un acuerdo municipal, el delegado vasco recurrirá esta decisión por la vía Contencioso-Administrativa, según fuentes de su equipo.
En su solicitud de información, Urquijo afirma que la distinción a Otegi es «atentatoria contra la dignidad de las víctimas del terrorismo» y puede vulnerar la Ley.

El jurado de los Premios Guernica estuvo compuesto por cuatro ediles (dos de Bildu, otro del PNV y el alcalde como presidente) junto a los directores de la Casa Municipal de Cultura y del Museo de la Paz de Guernica, un portavoz del grupo cívico Gernika Gogoratuz y un representante de la ciudad alemana de Pforzheim.

El PNV ha denunciado que Bildu desdeñó otra candidatura que estaba encima de la mesa, la de Gesto por la Paz, y presionó por que el tándem ganador fuera el compuesto por Arnaldo Otegi y el socialista Jesús Eguiguren.

1 comentario:

  1. Lo malo de esto, es que entrará de nuevo, y nadie sabrá donde está, y seguirá él desde la sombra dirigiendo el cotarro con otros mariachis suyos. Ya se encargará el morito de marruecos de meterlo de nuevo, las fronteras deberían de estar cerradas a cal y canto.
    Y lo de lasarte, vergonzoso. Se hacen las cosas sin miramiento, y sin saber lo que hay, el caso es, darle beneficios a los asesinos.

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