miércoles, 22 de agosto de 2012

El 'lehendakari' tira la toalla

  • M. RAMÍREZ VITORIA
  • 22/08/2012 ESPAÑA/El Mundo


  • Convoca elecciones ante el bloqueo de PP y PNV a sus iniciativas contra la crisis

    Junta socialista de Andalucía, una factoría de chorizosContra todo pronóstico reciente, el lehendakari, Patxi López, convocó ayer elecciones anticipadas en la comunidad autónoma para el próximo 21 de octubre. Tiró la toalla y decidió poner fin al mandato del primer presidente no nacionalista del País Vasco, cediendo a las presiones del conjunto de la oposición, y en especial de PNV, PP, y EH-Bildu, que le venían conminando, día tras día, aunque con argumentos diferentes, a disolver el Parlamento vasco por su acusada minoría -25 parlamentarios de un total de 75- en la Cámara.
    El anticipo electoral adelanta también la recomposición del mapa parlamentario vasco tras la legalización de la izquierda abertzale. Según las encuestas de los últimos meses, su última marca, Euskal Herria Bildu, y su candidata a lehendakari, Laura Mintegi, disputarán con fuerza en las urnas el liderazgo al PNV, del que apenas les separan un par de escaños a tenor de los distintos sondeos. El PSE, en cambio, queda relegado a una tercera posición en unos comicios trascendentales para el futuro del País Vasco por las consecuencias de la irrupción de la izquierda abertzale, excluida en esta legislatura, y las expectativas puestas en ellos por ETA al posibilitar su presencia con el abandono de las armas.
    La jornada de reflexión, el día 20, coincide además con el primer aniversario del anuncio del cese de la violencia.
    Entre las cinco razones con las que López justificó su decisión, no entra, lógicamente, ninguna referida al cálculo electoral. El bloqueo al que está siendo sometido su Gobierno por las diputaciones en manos de PNV y PP -Vizcaya y Álava- brilló de manera especial. Y junto al argumento de no poder alcanzar un pacto fiscal para incrementar los ingresos - la competencia recaudatoria reside en las instituciones forales y el PSE no gobierna en ninguna-, una consecuencia derivada: la «imposibilidad» de confeccionar los presupuestos de 2013 con los recursos y las «reformas profundas» necesarias que demanda la grave situación económica. «PP y PNV han preferido utilizar las instituciones para torpedear la labor del Gobierno» reprochó a ambos partidos.
    Mucho se había especulado en la primavera sobre la posibilidad de que el Gobierno socialista no agotara la legislatura. La ruptura del pacto con el PP lo dejaba en una situación de franca debilidad, pero en su última comparecencia antes de las vacaciones, el 17 de julio, López salió a plantar cara a los recortes de Rajoy envuelto en la bandera del autogobierno, cuyo recorrido pretendía explorar por principios y sin hacer ascos a posibles réditos electorales.

    ¿Qué ha cambiado en menos de un mes para que López decidiera ayer, aún en verano y en plenas fiestas de Bilbao, quebrar su discurso de agotar la legislatura mientras pudiera garantizar el mantenimiento de la sanidad, la educación y las prestaciones sociales?

    El escenario es el mismo antes y ahora: el Gobierno asegura que tiene una tesorería saneada, capaz de afrontar el fin del ejercicio; incluso, la caída de la recaudación en julio, conocida la semana pasada, ha sido inferior a la prevista. Por otro lado, en el Parlamento aguardan 13 proyectos de ley y la Cámara ha estado trabajando en julio. La posibilidad de rematar alguno de ellos y la leve mejoría de los ingresos invitaban a posponer el adelanto electoral, criterio compartido por destacados dirigentes del PSE.
    López no ofreció ayer respuesta convincente a la pregunta. Aseguró tan sólo que en julio no se podían paralizar planes prioritarios y que había que dejar encaminadas todas las acciones para hacer frente al copago farmacéutico y a los recortes de Rajoy. En su círculo más cercano aseguran que este tiempo ha servido para asumir la imposibilidad real de cuajar acuerdos para afrontar la complejidad económica de 2013, maniatado como está por la oposición y por las políticas anticrisis del Gobierno del PP, que es quien en definitiva autoriza sus emisiones de deuda.

    Es la ciudadanía quien debe decidir el proyecto a seguir, expuso el lehendakari tras admitir que su Gobierno ha agotado ya las herramientas a su alcance y que la crisis exige ahora «un nuevo tiempo de diálogos y acuerdos» que son «imposibles de alcanzar en un clima preelectoral». Y puso sobre la mesa las reformas propuestas por los socialistas para lograr una fiscalidad «más progresiva» y acabar con las «duplicidades» del entramado institucional vasco, sistemáticamente rechazadas por PP y PNV. Las elecciones, indicó, permitirán elaborar lo antes posible las cuentas de 2013 con «prioridades y políticas ratificadas por las urnas».

    El presidente vasco defendió la gestión de su Gobierno, que ha cumplido «de forma razonable sus compromisos», pese a la dureza de la crisis y asumir el poder con ETA matando. La derrota de la banda será una baza de la campaña. «Terminar con el terrorismo ha sido el mayor logro de la época democrática en Euskadi», avanzó. «Sólo por ver pasear por nuestras calles en libertad a todas las personas, por lograr que la libre opinión no suponga arriesgar la vida para muchos; sólo por eso, ha merecido la pena el Gobierno socialista de Euskadi», enfatizó.

    Y acabó el balance, que sonó ya a despedida, con críticas a la gestión «errática» de Rajoy y un llamamiento a confrontar políticas el 21-O. El candidato López -aún no ha sido proclamado por su partido- lo hará con el lastre de no haber podido agotar su mandato.
    >Vea hoy el videoanálisis de Montse Ramírez
  • JAVIER G. NEGRE SARAH ALONSO BILBAO
  • 22/08/2012 ESPAÑA

  • Basagoiti afirma que López no tenía otra opción

    El PNV expresa su «sensación de alivio» y cree que supone «el final de la agonía»

    El rumor se coló en los circuitos populares la noche del pasado lunes. El diputado general de Álava, Javier De Andrés, había avisado al líder del PP vasco, Antonio Basagoiti, que el lehendakari anunciaría el adelanto en el día de ayer. Basagoiti, a pesar de que manejaba otras cábalas, se fió de su compañero de filas y se plantó en su despacho a primera hora de la mañana «por si acaso». No erró. Al tiempo que López oficializaba la noticia ya estaba «todo preparado» en la sede del PP de Bilbao para que el inesperado verdugo del Gobierno vasco alzase su voz.

    El líder del PP vasco aseguró que «era una noticia esperada» porque era «lo único que podía hacer López» una vez que éste decidió «meterse en un callejón sin salida» utilizando Ajuria Enea para «hacer campaña contra las reformas necesarias» del Gobierno de Rajoy. Basagoiti expresó que López se quedó «sin argumentos» para seguir y que «la agonía» que se vivía en su gabinete también influiría en su decisión de arrojar la toalla.

    Basagoiti, que desmintió que él fuese el artífice del adelanto, quiso desmontar las tesis enarboladas por el lehendakari para justificar su decisión. «Con la caída de la recaudación fiscal que se está produciendo, hubiera tenido que hacer un presupuesto de crisis y adoptar unas medidas de ajuste que desharían por completo su campaña», sentenció Basagoiti, que recordó que López había «abandonado la makila de lehendakari para adoptar el banderín del PSE y sus intereses» olvidándose de las prioridades de Euskadi.

    «Llegó a Ajuria Enea para ser exigente con los que quieren la independencia por haber asesinado y para demostrar que Euskadi no es propiedad de un partido político y, en los últimos tiempos, ya no estaba a eso», indicó el dirigente, que aseguró que López «estaba en una campaña para intentar dificultar las reformas económicas y continuar las políticas más nacionalistas». Basagoiti también lamentó que López hubiese convertido ayer su comparecencia en un «mitin pagado con los impuestos de los ciudadanos».
    Una vez lanzó los dardos envenenados contra el lehendakari, Basagoiti se enfundó el traje de campaña y recordó que el PP es la única alternativa constitucionalista capaz de frenar a la amenaza independentista del PNV y Amaiur. El dirigente aseveró que las próximas elecciones vascas «van a ser vitales» ya que está en juego la posibilidad de «dar pasos hacia la secesión de Euskadi de la mano del PNV y Bildu» o de «avanzar en la convivencia» de la mano del PP. Basagoiti recordó que «el final de ETA debe ser un acicate para la mayoría que hemos hecho frente a la barbarie y no un balón de oxígeno para sus seguidores».

    El presidente del PNV de Gipuzkoa, Joseba Egibar, expresó su «sensación de alivio» con la decisión del lehendakari. Explicó que «supone el final de la agonía» de un Gobierno «débil y desorientado» en el que el Ejecutivo vasco socialista no ha tenido «capacidad para dialogar y llegar a acuerdos».
  • ÁNGELES ESCRIVÁ MADRID
  • 22/08/2012 ESPAÑA

  • ANÁLISIS

    Una suerte de predestinación

    Gane las elecciones el PNV o EH Bildu, las líneas del proceso están marcadas

    Junta socialista de Andalucía, una factoría de chorizos.
    Patxi López tomó posesión como lehendakari con la sombra acuciante de un atentado de ETA. De hecho, tuvo dificultades importantes para configurar su Gabinete porque no todos aquéllos a quienes llamó quisieron arriesgarse a ser asesinados por ocupar un cargo en su Ejecutivo. Por eso, quienes sostienen ahora que el primer Gobierno constitucionalista vasco muestra la medida de la normalización de la política y completa una transición inacabada no se ajustan a la realidad.

    Primero, porque en esta legislatura el lehendakari no pudo disponer de todo el talento y la capacidad potenciales de las que habría podido hacer acopio si no hubiese existido la amenaza de un posible atentado. Y, después, porque un año de cese definitivo no es suficiente para compensar -si eso fuera posible- el vacío de años de cuadros esquilmados por los asesinatos de ETA.

    El hecho es que la oportunidad constitucionalista no ha podido desarrollarse en igualdad de condiciones democráticas y todo indica que no se va a repetir, pero sí sirvió para romper con la inercia (al menos temporalmente) según la cual el País Vasco era nacionalista o no era, y para acabar con la pesadilla de las discusiones soberanistas que suplantaban la realidad.

    Es cierto que éstos van a ser los primeros comicios sin ETA en activo y que los socialistas lucharon mucho por conseguirlo, pero el declarado interés del lehendakari por atribuirse su final no es justo. Del mismo modo que su administración de la situación, con la ayuda del PP, no satisface una de sus promesas: la de conseguir la deslegitimación social de la violencia.

    Es una realidad que la banda estaba ya muy tocada operativamente cuando él accedió al Gobierno, del mismo modo que la izquierda abertzale estaba políticamente arrinconada. A partir de ahí, los socialistas defienden que el proceso de negociación de 2006, aun plagado de errores, tuvo como virtud, tras el atentado de Barajas, provocar la división en la banda y que la izquierda abertzale buscase una salida. Se puede entablar una discusión eterna sobre si ETA habría o no llegado al mismo sitio sin las citadas negociaciones pero, superado ese punto, sí puede dejarse constancia de que el final podía haberse escrito de otro modo si la deslegitimación hubiese sido prioritaria a la búsqueda ansiosa de la concordia.

    Esta situación no tiene marcha atrás y sólo el tiempo podría hacer prevalecer otro código distinto (en el que se distinga el bien del mal), que tenía que haber sido establecido antes de que quienes han reconocido la violencia como estrategia válida para sus logros, hubiesen tenido la oportunidad, desde las instituciones, de hacer exhibición impúdica de su postura, tanteando los límites del Estado. No ha sido así.

    Ahora hay varias cosas en juego, entre ellas la disputa de la hegemonía del abertzalismo entre el PNV y la antigua Batasuna. EH Bildu, que ve en las encuestas un perceptible descenso de votos, no cree que vaya a ganar e incluso prefiere no hacerlo en esta situación de crisis económica. Prefiere quedar segundo por un margen pequeño. Si gana, hará una oferta al PNV, convencido de que no la va a aceptar -«porque hacerlo es arriesgarse a ser fagocitado en parte»- y, si no, confía en que el PNV -ganador según los sondeos- y el PSE le hará el camino en lo que denominan el ámbito técnico y el político.
    El técnico es solventar la cuestión de presos, huidos y deportados. PSE y PNV han dejado su punto de vista. El lehendakari ha sido el abanderado de las legalizaciones y del plan escalonado para los presos. En la visita de Urkullu a Rajoy, el líder nacionalista ofreció respaldo al presidente a cambio de mover la política penitenciaria: acercar a los presos, soltar a los enfermos y aplicar los permisos de modo que queden unos 100 reclusos en las prisiones. Según fuentes nacionalistas, intentó convencerle de que así quitaría protagonismo a la izquierda abertzale y siempre tendría ese centenar para hacer fuerza. Rajoy no respondió.

    Respecto a la cuestión política, la izquierda aberztale aspira a que se cree una mesa de partidos. Urkullu tiene su propio plan y, a partir del cese definitivo, apeló a abrir un «proceso constituyente». López anunció ayer que «es hora de abrir un nuevo tiempo de diálogo y acuerdos», y el PSE ha reiterado que convendría concebir un cambio legal que diese cabida a todas las inquietudes en el País Vasco. Así está el proceso.

    Un último dato: los radicales creen que en los próximos días ETA hará público un comunicado.
  • MIKEL MORENO BILBAO
  • 22/08/2012 ESPAÑA

  • Ventaja del PNV en los sondeos electorales

    . El PNV salió de Ajuria Enea hace tres años y medio con un único objetivo en mente: volver a ocupar el Gobierno tras sufrir en propias carnes el calvario de estar en la oposición. Y las últimas encuestas parece que les dan la razón. Pero con matices.

    Dice el último Euskaobarómetro, elaborado por la UPV/EHU y publicado en julio pasado, que el partidode Iñigo Urkullu ganaría los comicios con una estimación de 350.000 votos, que le otorgaría entre 23 y 24 escaños en el Parlamento de Vitoria. Una cifra que le deja muy lejos de la mayoría requerida para gobernar en solitario (38), lo que forzará a los jeltzales a pactar con alguna de las otras fuerzas presentes en el hemiciclo.

    Muy cerca estaría Euskal Herria Bildu (EHB), con 280.000 votos y 22 escaños. La suma de peneuvistas y abertzales conformaría una Cámara autonómica eminentemente nacionalista, con una horquilla entre 45 y 46 escaños, suficiente para gobernar, aunque las relaciones entre ambas formaciones no pasan de meros formalismos y las acusaciones son mutuas de forma continua. Juego político, en todo caso, que no impediría que sumasen fuerzas en el Parlamento.

    Desgaste del PSE
    Otra cosa son socialistas y populares. La reedición del pacto que llevó en 2009 a Patxi López al poder se antoja imposible en esta ocasión, con unos pronósticos poco halagüeños para ambos partidos. El PSE-EE acusa el desgaste de sus años de gobierno y cae hasta los 17 escaños, según la encuesta del Euskobarómetro. Y el PP sufre tímidamente el desgaste de la crisis y las medidas de recorte programadas por el Gobierno Rajoy para quedarse entre 12 y 13 escaños.

    Aunque el PP objetó los porcentajes de la encuesta ofrecidos por la UPV/EHU y, con la Ley d'Hont en la mano, reclamó un escaño más en Vizcaya, que le sería arrebatado al PSE y que le dejaría con 13-14 parlamentarios.

    Sea como fuere, serían las únicas alternativas de pacto para la formación de Iñigo Urkullu, toda vez que la encuesta de intención de voto excluye de la Cámara vasca a los minoritarios IU/Ezker Anitza, Ezker Batua y UPyD, que no alcanzarían el 5% de los votos necesarios para tener representación.

    Lo único claro es que nadie va a tener ni a rozar una mayoría absoluta en el País Vasco. A partir de ahora comienzan las estrategias de unos y otros para acercarse al poder.
  • JOSEAN IZARRA BILBAO
  • 22/08/2012 ESPAÑA

  • Euskadi, un 13% de paro y 7.000 millones de deuda

    El Gobierno vasco insiste en la necesidad de un gran acuerdo ante un 2013 en recesión

    En el otoño de 2008, la vicelehendakari de Economía y Hacienda, Idoia Zenarruzabeitia, auguraba un coste prácticamente insustancial para la economía vasca de una crisis que estalló con fuerza tan sólo unos meses después y que, ahora, constituye un drama para miles de vascos. La legislatura que ayer cerró López ha roto el sueño del crecimiento infinito en el que también la sociedad vasca depositó sus anhelos de felicidad.

    Según los datos del mes de julio, 157.811 vascos se encuentran en el paro, lo que eleva la tasa de desempleo al 13% de la población activa. Euskadi no crece, y su PIB, que comenzó a caer en el primer trimestre de 2012, se mantendrá en términos negativos hasta, al menos, el final de 2013. Una contracción económica que ya ha aumentado hasta los 7.000 millones de euros la deuda del Ejecutivo vasco (el 10,2% de su PIB).

    La falacia de que la economía vasca se comportaría como una isla en función de sus diferencias respecto a la del resto de España se diluyó en el primer año de legislatura de López. Los datos, por un lado, y las advertencias de los empresarios, por otro, han terminado de confirmar que Euskadi ni saldrá por sus propios medios de la crisis ni lo hará con una economía estrangulada por la tormentaperfecta de la crisis económica mundial.

    El presidente de Confebask, Miguel Ángel Lujua, resumía los perversos efectos que ya ha provocado la recesión en Euskadi. Desde 2007 han desaparecido 3.600 empresas y se ha experimentado una pérdida de competitividad del 11,2%. El Gobierno de Patxi López encargó al consejero Bernabé Unda la tarea de habilitar instrumentos que permitieran al tejido industrial vasco resistir, primero, y readaptarse, después, a las exigencias de un mercado internacional que constituye la única oportunidad para un conglomerado de industrias de pequeño y mediano tamaño.

    «Afrontamos tiempos muy duros, y con enormes dificultades lo que resta de 2012 y todo el 2013; las empresas necesitamos más instrumentos para hacer frente a retos de una enorme envergadura», reconocía ayer, tras conocer el anuncio de López, un destacado dirigente empresarial. Según datos del Eustat, Euskadi sufrió en el mes de abril de este año una caída de la producción industrial del 9,1% respecto a 2011. Además, las encuestas que realizan las organizaciones empresariales vascas subrayan que los industriales consideran «muy insuficientes» sus carteras de pedidos, lo que alimenta los peores augurios sobre un incremento del desempleo en Euskadi a partir del mes de septiembre, con más empresas acogiéndose al cierre.El Gobierno de Patxi López centró su apoyo al tejido industrial en una ambiciosa política de avales que facilitaban, en teoría, la concesión de créditos por parte de entidades bancarias como Kutxabank y el apoyo de la internacionalización de unas empresas que ya habían dado el salto de la comercialización de sus productos en el exterior a una política más ambiciosa de externanalización, que incluye la puesta en marcha de plantas de producción en los mercados en desarrollo. De hecho, el lehendakari iba a encabezar una delegación empresarial a Turquía en la segunda semana de octubre. Una misión que, con el anuncio de López, no contará con su presencia porque Euskadi estará viviendo una intensa campaña electoral.

    «Vivimos un momento trascendental porque, o aprovechamos nuestras potencialidades a partir de un gran acuerdo político, o vamos a sufrir un importante frenazo que nos acercará a los ratios que padece el resto de España», advirtieron ayer portavoces del Ejecutivo socialista.

    Un Gobierno que ya no necesitará acelerar el reiteradamente pospuesto arranque de su proyecto de presupuestos, que el lehendakari Patxi López anunció públicamente el 25 de junio. El Departamento de Economía y Hacienda da por hecho que cumplirá con los límites de déficit presupuestario que el Gobierno español ha fijado en el 1,5%

    1 comentario:

    1. Parece ser, que al lehendakari de palo, se le acabó la mecha. Estará contento de lo que a hecho, porque gracias a ellos, esos que dicen ser socialistas que no lo son, obreros menos aún, y mucho menos españoles, lo amigos de los asesinos o tanto monta monta tanto, están en las instituciones, y siguiendo la hoja de ruta de lo pactado con los asesinos, gota a gota van saliendo de las cárceles. Por ello, estará contento y satisfecho de lo bien que lo han hecho. Espero que lo paguen algún día, y sus conciencas les pasen factura.

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