Sólo UPyD pide revisar el modelo de Estado

MARISA CRUZ MADRID

16/03/2012 ESPAÑA/El mundo

PP, PSOE, PNV e IU tachan a Rosa Díez de «demagoga», «irresponsable» y «temeraria»

Cinco diputados de UPyD y cinco votos a favor. Ni uno más. Todos los grupos parlamentarios rechazaron ayer la propuesta de Rosa Díez de revisar en profundidad el modelo de Estado con el objetivo de convertirlo en una maquinaria eficaz que «resuelva los problemas de los ciudadanos en condiciones de igualdad» y que, además, no sea un lastre económico que restrinja las propias costuras del Estado de bienestar.

Díez reclamó frente al Estado de las Autonomías, «autonomía del Estado», lo que, en su opinión, no implica apostar por un modelo centralista, sino por uno «no elefantiásico y plagado de duplicidades». Su filosofía defiende un poder central «no vacío de competencias», que tenga los instrumentos suficientes para hacer frente a la crisis. Y es que UPyD cree que el problema radica en las propias disfunciones de un modelo que la Constitución de 1978 «dejó abierto» y que aún nadie ha cerrado.

Por eso, insistió en que no basta con anunciar la reducción en un 20% de sociedades y empresas públicas. Lo necesario es, dijo, «refundar el Estado».

Para lograrlo, propone un plan en dos fases. La primera, sin necesidad de reformar la Constitución, obligaría a las administraciones a «utilizar las buenas prácticas de las tres mejores», a las que no citó. Con esta medida se ahorrarían, según sus cálculos 26.000 millones de euros.

A continuación, tocaría «repasar la estructura provincial y municipal», que, según sus palabras, responde a un modelo «parroquial». UPyD propone reducir el número de municipios -Rosa Díez plantea fusionar más de 7.000- para ahorrar «algunos miles de millones más». Y, además, suprimir las diputaciones provinciales. Este último punto se llevaría a cabo en una segunda etapa que sí requeriría reforma de la Constitución.

Los argumentos de UPyD no fueron bien recibidos por el resto de la Cámara. Ninguna de las propuestas de la formación magenta cosecha adhesiones. Cualquier idea suya sirve para aunar en contra a PP y PSOE, hasta el punto de que en el Congreso se bromea con la capacidad de «cohesión» que genera UPyD entre los dos partidos mayoritarios.

Ayer, las reacciones a su propuesta fueron furibundas. El representante del PP, Rafael Merino, les acusó de entregarse a la «demagogia». Merino recalcó que la idea de fusionar ayuntamientos es «imposible» porque contradice las competencias autonómicas. «Están ustedes interesados en un centralismo que les conviene electoralmente», les espetó. Igualmente defendió la existencia de las diputaciones porque, dijo, sirven para «atender a los municipios de menor tamaño y capacidad», y tampoco se mostró a favor de eliminar los regímenes fiscales especiales de País Vasco y Navarra. «Son parte de nuestra Historia y los asumimos con toda convicción», aseguró.

Emilio Olabarria del PNV se mostró especialmente agresivo contra la propuesta de Díez. Su interés pasaba por defender a toda costa los «derechos históricos» de los vascos. Así, acusó a la portavoz de UPyD de «temeridad», «irresponsabilidad» e «incoherencia» y de pensar únicamente en un «país imperial y unitario», algo que para él y su grupo resulta ser «aberrante». Para Olabarria, la propuesta de Díez intenta explotar «un nicho de votos a la derecha del PP».

La Izquierda Plural optó por derivar su intervención hacia un alegato contra la banca, pero dejó claro que ellos apuestan por «aumentar la autonomía y la capacidad financiera de las administraciones».

CiU fue la formación menos beligerante, ya que interpretó que, cuando UPyD habla de las tres comunidades más eficientes, una de ellas es Cataluña, que se «sacrifica con hechos y no con palabras». No obstante, aprovecharon el debate para reclamar a Rajoy que complete los traspasos de competencias pendientes a su comunidad.

Y, por último, el PSOE que habló a través del ex alcalde de San Sebastián Odón Elorza, quien, tras compartir con Díez algunos de sus planteamientos, aseguró que UPyD se ha embarcado en un discurso «populista» que intenta aprovechar el «momento de descrédito de la política». No obstante, Elorza defendió la creación de una subcomisión parlamentaria encargada de dialogar acerca de la posibilidad de fusionar ayuntamientos y suprimir diputaciones. Por el contrario, calificó de «barbaridad y disparate» plantear la supresión del concierto económico del País Vasc