Interior reserva 400 plazas en la cárcel de Álava cuando ETA reclama acercamientos

• 16-10-2011 | La Gaceta

  Batasuna apuesta por “traer a los presos y exiliados políticos a casa”. Aplaude los resultados que logró Bildu. Kofi Annan y Gerry Adams acuden a la farsa de Currin.

• Alberto Lardiés. Madrid

  La nueva cárcel de Álava, que sustituye a la de Nanclares de Oca, tiene 400 plazas disponibles. Un espacio que vendría de perlas para enrejar allí a los presos etarras si finalmente son acercados al País Vasco, tal y como exige ETA a cambio del abandono de las armas. Precisamente ayer se conoció un documento en el que el brazo político de la banda asegura que se marca como objetivo prioritario “traer a todos los presos a casa”.

  Funcionarios de prisiones explican a LA GACETA que en el presidio alavés que sustituirá paulatinamente a Nanclares de Oca –el traslado de presos empezará en breve– existen unas 700 celdas. En principio, los presos que se van a enviar allí son también en torno a 700. Pero la reglamentación permite colocar a dos reos en cada celda y hay unas 400 que están habilitadas para esa posibilidad. Así, si Instituciones Penitenciarias lo considera oportuno, podrá destinar allí a 400 reclusos.

  Las mismas fuentes aseguran que Interior les ha trasladado el mensaje de que los acercamientos no empezarán hasta dentro de un par de meses, es decir, después de las elecciones y cuando ya haya otro Gobierno. Sin embargo, no puede obviarse que, como ya adelantó este diario, ahora mismo un centenar de etarras esperan un traslado inminente después de haberse comprometido con el final del terrorismo tiempo atrás.

  Haga lo que haga el Ejecutivo, no hay duda de los deseos de ETA y sus cómplices. Ayer, varios diarios vascos publicaron el documento Zutik Euskal Herria zehazten (Concretando Zutik Euskal Herria). Las intenciones no pueden ser más explícitas. Su objetivo de máximos es la “amnistía” de todos los reclusos, algo similar a lo que ocurrió en 1977.

  En el texto que los batasunos han trasladado a sus bases, recuerdan “las auténticas garantías” para lograr sus objetivos claros de futuro: fortalecer y “activar políticamente la mayoría social en favor del derecho a decidir”, lograr la legalización “de la izquierda abertzale cuanto antes” y “traer a los presos y exiliados políticos a casa”. En román paladino: colarse de nuevo en las instituciones, a poder ser en coalición con otras formaciones, para luchar por la independencia, y con la condición indispensable de que el Estado ceda en materia penitenciaria.

  En referencia a esa “amnistía” –los proetarras hablan como si los asesinos fueran presos políticos–, el documento reza que “tenemos que crear de nuevo el clima de 1977, con una mayoría social amplia reivindicando que presos y refugiados retornen a sus casas. Seguramente estamos ante las mejores opciones políticas y sociales en mucho tiempo para lograrla”.

  En el texto, que trae causa del Zutik Euskal Herria (Euskal Herria en pie), aprobado por Batasuna en febrero de 2010, los proetarras reiteran su apuesta por “vías políticas y democráticas” y aplauden los resultados que cosechó Bildu –coalición dentro de la que está el brazo político de ETA– en las elecciones municipales y forales del pasado mayo. “Nos han enseñado que vamos por buen camino (...). Ahora ya no tenemos delante el precipicio, sino la inmensa potencialidad de la apuesta política”.

  Blair, en casa

  La legalización de Batasuna y el acercamiento de presos serán claves en la mal llamada Conferencia de Paz que se celebrará mañana en San Sebastián, amparada por el mediador Brian Currin y por Batasuna. Ayer se supo que finalmente Tony Blair no asistirá al acto, como estaba previsto. Sí estarán, en cambio el ex secretario general de la ONU y Nobel de la Paz en 2001, Kofi Annan, y el líder del Sinn Fein, Gerry Adams.