lunes, 5 de septiembre de 2011

El juez Marchena cree que Garzón usó su cargo para financiarse


MARÍA PERAL / Madrid

05/09/2011/El Mundo

Logró 852.000 dólares que ingresó en unas cuentas de la Universidad de Nueva York

RubalCARA embustero y payasoEl magistrado del Supremo Manuel Marchena afirma, en una comunicación dirigida al Departamento de Justicia de Estados Unidos, que Baltasar Garzón pudo prevalerse de su cargo judicial para obtener de grandes empresas y bancos españoles un total de 852.000 dólares que sirvieron para financiar cursos y conferencias del juez en la Universidad de Nueva York. Esta entidad se ha negado a proporcionar al Tribunal Supremo datos precisos sobre las retribuciones que percibió Garzón, motivo por el que Marchena ha cursado una comisión rogatoria a EEUU con el fin de poder acceder a los extractos de una cuenta bancaria que el juez imputado abrió en Nueva York.

A petición de las autoridades estadounidenses, Marchena ha ampliado la información relativa al proceso que instruye contra el juez de la Audiencia Nacional por supuestos delitos de cohecho y prevaricación.

El pasado junio, el Departamento de Justicia de Estados Unidos pidió al magistrado del Supremo que concretase los indicios existentes contra Garzón y la relevancia de los datos solicitados en la comisión rogatoria cursada en febrero.

En un escrito que llegó hace dos semanas al Ministerio de Justicia español para su remisión a las autoridades judiciales norteamericanas, Marchena explica que los hechos que investiga se refieren a «la petición de ciertas cantidades de dinero por el propio Garzón a algunas de las principales empresas españolas».

Cuentas en Jersey

Los responsables de estas empresas y entidades bancarias «habrían aceptado la entrega de esas cuantías después de distintas comunicaciones personales que el imputado les dirigía, prevaliéndose para ello de su cargo oficial como juez del Juzgado Central de Instrucción número 5 de la Audiencia Nacional».

Algunas de esas entidades habían tenido -caso del BBVA con las cuentas secretas de Jersey- o iban a tener -caso del Santander- asuntos judiciales que fueron resueltos por el propio Garzón.

«De hecho», precisa Marchena, «una vez culminada su estancia en Nueva York y ya reincorporado a su trabajo como juez, Garzón no se apartó del conocimiento de una querella dirigida contra el mismo empresario [Emilio Botín, presidente del Santander] del que, meses atrás, había obtenido una generosa aportación de dinero que sirvió, entre otras cosas, para cubrir los gastos de escolarización de su hija en la Escuela Internacional de Naciones Unidas, que ascendieron a 21.650 dólares».

En el curso de la instrucción han aparecido cartas en las que Garzón se dirigía a Botín como «Querido Emilio» para pedirle contribuciones económicas. Tras su vuelta a la Audiencia Nacional, el juez recibió una querella por apropiación indebida dirigida contra Botín y otros directivos del Santander y la inadmitió a trámite.

El escrito a las autoridades estadounidenses añade que los empresarios requeridos ingresaron sus contribuciones en cuentas de la Universidad de Nueva York (UNY), entidad que pagaba los honorarios de Garzón durante su estancia allí entre marzo de 2005 y junio de 2006.

Garzón, «que seguía cobrando en España sus retribuciones como juez, no puso en conocimiento del Consejo General del Poder Judicial -órgano de gobierno de los jueces- el cobro de esas cantidades» de la UNY. «Tampoco comunicó a las autoridades académicas de la Universidad de Nueva York, con quienes había suscrito un estricto compromiso de incompatibilidad, que durante su estancia en ese centro continuaba percibiendo parte de su salario como juez».

A continuación, el escrito concreta las contribuciones de las empresas requeridas que se han descubierto a lo largo de la investigación: Endesa, 125.000 dólares; Cepsa, 100.000 dólares; Telefónica, 100.000 dólares; BBVA, 200.000 dólares y Banco Santander, 327.000 dólares.

Marchena explica que el interés en conocer los datos de la cuenta corriente abierta por Garzón en Nueva York obedece a una doble razón. «De una parte, por la conveniencia de conocer cuáles fueron sus verdaderos ingresos, toda vez que las certificaciones hasta ahora aportadas por la Universidad de Nueva York encierran algunas contradicciones que sería de interés despejar. De otro lado, por cuanto que el querellado manifestó su interés en ofrecer información de los movimientos contables de esa cuenta corriente, poniendo en conocimiento de este Tribunal que todos sus intentos de obtener la documentación requerida habían resultado infructuosos, toda vez que la solicitud personal que había dirigido a la entidad bancaria Citibank no había obtenido respuesta»

1 comentario:

  1. Aqui, el que no corre, vuela. Otro que dice que es socialista, que no lo es, y encima es juez, que aparentemente tampoco ejerce como tal, a la vista de todo esto. En fin, son todos iguales, les gusta más meter mano a la caja, que a un tonto un lapicero (con perdón para los tontos).

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