lunes, 11 de julio de 2011

con calvo sotelo empezó la guerra


AVIER CASTRO-VILLACAÑAS

10/07/2011/El Mundo

José Calvo Sotelo

El doctor Piga, frente al cadáver de José Calvo Sotelo, en el Depósito en el Cementerio del Este.

Zapatero embustero13 de julio de 1936. Tres y cinco de la madrugada. Más que calor, bochorno esa noche de verano en Madrid, con la mayoría de las viviendas con las ventanas abiertas intentando pescar un soplo de aire fresco. De repente un disparo rompe el silencio de lo cotidiano. Apenas segundos después se escucha como eco, otra detonación. Esto ocurre en la esquina de la calle Ayala con la de Velázquez, en pleno barrio de Salamanca. Una furgoneta de la Dirección General de Seguridad, con el nº 17 y perteneciente a la Guardia de Asalto, acelera con velocidad. Tiene motivos. Acaban de cometer un crimen. Un muerto yace en el asiento de atrás de ese vehículo. Con él viajan sus asesinos. Es el inicio de la Guerra Civil.

Conchita y Enriqueta recuerdan a la perfección aquella noche en la que mataron a su padre. Son las dos hijas del asesinado, José Calvo Sotelo. Lo que sucedió hace ahora 75 años marcaría para siempre su vida, la historia familiar y el destino de toda España. La víspera del aniversario, este martes 12 de julio, Telemadrid emitirá el documental El asesinato de Calvo Sotelo, en el que se reconstruye el asesinato del diputado y ministro de Hacienda (1925-1929) y que es solamente el aperitivo de una larga serie de 12 reportajes sobre la Guerra Civil.

Aquel 13 de julio, Conchita Calvo Sotelo tenía 17 años (hoy, 93 muy bien llevados) y Enriqueta, que acaba de cumplir 92, contaba con 16 aquel verano. Ninguna ha podido olvidar aquellas trágicas horas. Enriqueta incluso las ha plasmado en una suerte de diario íntimo. Sin embargo, fue la hermana mayor, Conchita, la que se despertó esa noche al escuchar los gritos y los golpes en la entrada de su casa:

-¡Abran a la Policía! ¡Venimos a hacer un registro!

Detrás de la puerta, José Calvo Sotelo, diputado conservador del Bloque Nacional y jefe de la minoría monárquica en las Cortes de la II República, no puede dar crédito a lo que está sucediendo. No es un sueño. Sí una pesadilla.

-¡Traemos orden para realizar un registro. Si no abren la puerta la tiramos!

El político es, en aquel momento, el líder de la oposición parlamentaria al Gobierno del Frente Popular, tras la pájara sufrida por Gil Robles al perder las elecciones en febrero de ese mismo año y el encarcelamiento de José Antonio Primo de Rivera desde marzo (sería fusilado meses después, en Alicante). No se fía (hace bien) y se asoma al balcón para ver qué ocurre en la calle. Desesperado grita:

-¿Son policías los que están llamando al piso?

-Sí, don José, -le contesta uno de los porteros nocturnos de su vivienda, en el número 89 de la calle Velázquez- Es la policía.

Sólo entonces se atreve a abrir la puerta. Los asaltantes entran en tromba. Son más de 10. La furgoneta que espera en la calle tiene una capacidad para 22 plazas. No han viajado más de 18. El resto del comando está distribuido entre la calle, el portal y la escalera de la vivienda. No existe escapatoria a la emboscada.

-¡Esto es un atropello. Soy diputado y me protege la Constitución. Tengo inmunidad y no pueden violentar mi domicilio! -exclama Calvo Sotelo.

-Tenemos órdenes de la Dirección General de Seguridad [DGS] para hacer un registro y llevarle a declarar -le contesta el jefe de los asaltantes.

-¿Y usted quién es? -pregunta el diputado.

El jefe del comando se identifica: «Fernando Condés, capitán de la Guardia Civil».

Lo que no añadió Condés es que, además de oficial de la benemérita, era instructor de La Motorizada, unidad de acción de las Juventudes Socialistas que actuaban como escolta del líder del PSOE Indalecio Prieto.

-Supongo que esto le bastará para convencerse de la autoridad legítima de nuestra misión. Tenemos que registrar su casa y en la DGS le darán todas las explicaciones que quiera -le añade Condés.

Enriqueta Grondona, esposa de Calvo Sotelo, se tranquiliza al saber que el jefe de los pistoleros es un guardia civil. Sin embargo, Calvo Sotelo desconfía aún más. Está rodeado de todo tipo de sujetos: guardias de asalto uniformados, paisanos con pistolas, guardias civiles sin uniforme…

-Permítame que llame a la Dirección General de Seguridad para confirmar…

Pero al descolgar el teléfono Calvo Sotelo se da cuenta de que no hay línea. Ha sido cortada por los asaltantes. Es consciente del peligro que corre no solamente él, sino toda su familia. Es ahí cuando decide obedecer a sus captores y salir de su domicilio. Presagia que puede morir y quiere evitar que sea delante de los suyos. También teme que algo peor le pueda suceder a su mujer y a sus cuatro hijos (Conchita, Enriqueta, José y Luis Emilio).

Así están descritos los últimos instantes de la vida de José Calvo Sotelo en el cuaderno de su hija Enriqueta: «Entró en el cuarto de mis hermanos varones, que dormían, y dio un beso a cada uno; no se despertaron… Entró luego en la habitación de mi hermana y mía. Vino hasta mi cama y me besó; yo, con la pesadez de la fiebre que tenía no me desperté. Besó también a mi hermana Conchita y ésta sí se despertó. Vio a papá vestido para salir y a dos guardias en la puerta. "¿A dónde vas, papá?", preguntó sobresaltada. Y él contestó: "No te asustes es que me llevan detenido". Y se fue…».

El capitán Condés intenta calmar la tensión y le promete: «Le doy mi palabra de caballero que dentro de cinco minutos estará usted delante del Director General de Seguridad». Diez minutos después, otro miembro del grupo de asalto, Luis Cuenca Estevas, famoso pistolero del PSOE, una vez arrancada la camioneta, se sienta detrás del detenido. Sin mediar palabra le descerraja dos tiros en la nuca por la espalda al diputado de derechas…

un matarife profesional

Fueron dos disparos de especialista. Un matarife profesional. Nadie en la furgoneta volvió la mirada. Tampoco se inmutaron. Eso sí, el conductor aceleró la marcha. Minutos después abandonaron el cadáver en la puerta del cementerio Este de Madrid. Habían salido a vengar con sangre otro asesinato cometido apenas seis horas antes en Madrid, el del teniente de la guardia de asalto José Castillo, instructor de milicias de las Juventudes Socialistas, quien había sido asesinado esa misma noche, sobre las 21:30 horas, en la confluencia de las calles madrileñas de Augusto Figueroa y Fuencarral. La misión estaba cumplida.

En efecto, no fue un sueño de verano. Y sí el chupinazo, el pistoletazo de salida de una pesadilla que, tan sólo cinco días después, se extendería por toda España en forma de una Guerra Civil que duraría casi tres años. Una orgía de asesinatos entre hermanos que todavía pasan factura. Aunque los tiros y la sangre derramada comenzaron mucho antes.

Es difícil señalar el origen concreto del enfrentamiento entre las dos Españas. Se pierde en la noche de los tiempos. Antes de que las izquierdas mataran a Calvo Sotelo, las derechas habían asesinado al teniente Castillo, al que se le acusaba de ser el responsable de la muerte de un falangista, Andrés Sáenz de Heredia, y de las heridas de un carlista, José Llaguno Acha. Como represalia, falangistas asesinaron a un capitán de ingenieros, Carlos Faraudo de Miches. Pero meses antes las izquierdas habían matado a Anastasio de los Reyes López… Es decir, un bucle interminable de memoria histórica.

MANIFESTACIÓN REPRIMIDA

Para darse cuenta del ambiente de guerra que se vivía en España en la primavera de 1936 hay que conocer estas historias y también las cifras: 454 asesinatos políticos y más de 1.638 heridos graves desde las elecciones de febrero. Un dato más, el entierro de Calvo Sotelo celebrado un día después de su asesinato, en el cementerio de la Almudena, finalizó en una manifestación reprimida por las Fuerzas de Orden Público. Resultado: cinco manifestantes muertos y 34 heridos. Esta era la normalidad democrática del Gobierno del Frente Popular.

Por eso, todos los historiadores coinciden en que la guerra no nació de manera automática. No existió una única cerilla que prendiera la mecha de la rebelión. El historiador Alfonso Bullón de Mendoza lo tiene claro: «El 18 de julio de 1936, hubiera ocurrido con o sin el asesinato de Calvo Sotelo. Lo que ya no sabemos es si la historia hubiera sido distinta si, tan sólo cinco días antes del 18 de julio, no se llega a producir el crimen del jefe del Bloque Nacional».

Si no fue la causa del inicio de la Guerra Civil, el asesinato de Calvo Sotelo sí convenció a muchos dudosos para participar en el 18 de julio. Ese fue el caso, entre otros, del general Franco. Así lo confirma su primo Franco Salgado-Araujo en su diario, el mismo 13 de julio, transcribiendo palabras del general: «Ya no se puede esperar más, he perdido por completo la esperanza de que el Gobierno cambie de conducta al realizar este crimen de Estado».

La República equiparó el asesinato del teniente Castillo con el atentado contra Calvo Sotelo cuando no eran crímenes comparables. Indalecio Prieto y el Partido Socialista intentaron por todos los medios quitarse el muerto de encima afirmando que el asesinato había sido un desmán de las Fuerzas de Orden Público. La propaganda franquista hizo hincapié en la naturaleza de crimen de Estado, intentando justificar el Alzamiento del 18 de julio.

Hoy, 75 años después, el profesor Alfonso Bullón de Mendoza piensa que las dos posiciones tienen algo de razón: «Es un crimen cometido por militantes del PSOE, con la participación de guardias civiles y de asalto. Es la constatación más evidente de la deriva hacia el caos del régimen de la II República. Y también es verdad que el asesinato de Calvo Sotelo, si no legitima, sí convence a mucha gente, sobre todo a militares y ciudadanos indecisos, para sublevarse contra un régimen que consideran criminal. Por ejemplo, en Navarra nada hubiera sido igual. La Junta Carlista de Navarra se pone a las órdenes del director del Alzamiento, un general tan republicano como Mola, tras el asesinato de Calvo Sotelo».

Y es que los rumores de golpe de Estado eran la comidilla común en toda España. El error del Gobierno de la República fue pensar que podría controlar esa rebelión. Que iba a ser otra sanjurjada, un golpe fracasado, una especie de 23-F en julio del 36. Las llamadas fuerzas revolucionarias de izquierdas (PSOE, PCE, CNT, FAI, ERC…) pensaban que la represión contra los golpistas iba a beneficiar a la larga su estrategia revolucionaria.

El martes 12 de julio Telemadrid emitirá el documental «El asesinato de Calvo Sotelo»

José Calvo Sotelo, retratado en familia. En la imagen aparecen sus cuatro hijos: José, Luis Emilio, Conchita y Enriqueta. Las niñas aún viven.

Conchita (izq.) y Enriqueta Calvo Sotelo, de 93 y 92 años, en la actualidad. El asesinato de su padre ha marcado sus vidas.

l Político conservador, ministro de Hacienda (1925-1929) y diputado del Bloque Nacional en 1936.

l Su asesinato, el 13 de julio de 1936, precipitó la sublevación militar del 18 de julio.

Documental. En el 75 aniversario de su muerte, Telemadrid emite «El asesinato de Calvo Sotelo».

TELEMADRID ESTRENA EL DOCUMENTAL “EL ASESINATO DE CALVO SOTELO”, DEL QUE SE CONMEMORAN 75 AÑOS


Telemadrid
08.07.2011 - 12:29 h
8-julio-2011. TELEMADRID estrena este próximo martes, día 12, el documental titulado “El asesinato de Calvo Sotelo”. Este episodio es el primero de una serie de 13 que el canal público madrileño y el Instituto CEU de Estudios Históricos están elaborando con motivo del 75 aniversario de la Guerra Civil española.

La emisión se producirá dentro del espacio de debate MADRID OPINA, dirigido y presentado por Víctor Arribas (martes a las 22:00). El documental en los acontecimientos que tuvieron lugar el 13 de julio de 1936, día del asesinato del diputado monárquico José Calvo Sotelo. Este suceso no fue el detonante de la Guerra Civil, que a esas alturas resultaba prácticamente inevitable, pero sí hizo que muchos indecisos se sumaran al levantamiento militar de Franco, que se produjo pocos días después.


El documental, cuyo guión es obra de Alfonso Bullón de Mendoza, autor de una extensa biografía de Calvo Sotelo, responde a una exhaustiva labor de investigación e incluye la recreación de diversos episodios históricos, así como una novedosa documentación gráfica y entrevistas a varios especialistas en la materia.


La serie documental completa consta de 13 episodios, que está previsto que se emitan dentro de unos meses.


Datos técnicos

Duración: 52 minutos.

Formato: color, digital 16:9.

Características principales: entrevistas con protagonistas y testigos de los sucesos; entrevistas con reputados historiadores especialistas en el tema; material audiovisual inédito y reconstrucciones históricas de gran calidad.

Guión y dirección: Alfonso Bullón de Mendoza

Realización y producción: Histórica Media, José Antonio León

1 comentario:

  1. Esto le gustará a zp y sus mariachis, viendo que le gusta tanto revolver la historia, aqui tiene la perla de sus colegas socialistas.

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