lunes, 11 de julio de 2011

Sólo el 9% de los 'sin papeles' detenidos es al final expulsado


OLGA R. SANMARTÍN / Madrid

11/07/2011/El Mundo

El SUP denuncia que las redadas de Rubalcaba son «ineficaces y arriesgadas»

Los policías nacionales están «muy preocupados» con los controles identificativos que siguen viéndose obligados a realizar para atrapar a inmigrantes sin papeles. Las redadas no sólo son «ineficaces», sostienen, sino que «ponen en riesgo» su propia «seguridad», ya que cada vez se encuentran con más oposición y denuncias por parte de los ciudadanos.

«Estamos trabajando a lo tonto», reconoce José María Benito, portavoz del Sindicato Unificado de la Policía (SUP). «Lo prueba el hecho de que, de todos los inmigrantes en situación irregular que son detenidos, sólo el 8% o el 9% acabe siendo expulsado a sus países de origen».

El dato, según Benito, procede de las estimaciones realizadas por los responsables de la Policía. Alfredo Pérez Rubalcaba, que está a punto de concluir su tarea al frente del Ministerio del Interior, siempre se ha negado a facilitar esta estadística alegando que no existía, como también ha negado que se estuvieran produciendo redadas masivas.

«Imagínate cómo quedaríamos si se reconociese públicamente que trabajamos sin el resultado que sería deseable», apunta Benito, que asegura que las redadas, diga lo que diga el ministro, «siguen produciéndose».

Pero con una novedad: el portavoz del SUP desvela que han recibido «instrucciones» por parte de sus superiores para que en las redadas se pida la documentación «también a ciudadanos españoles». ¿El motivo? «Es la manera que tiene Interior de defenderse de posibles acusaciones de racismo», responde Benito. «A un agente le mandan a realizar identificaciones en la boca de metro de Lavapiés y, una vez allí, identifica a unas 20 o 25 personas; entre ellas, algunos españoles. Así no se nos puede acusar de que paramos sólo a extranjeros».

Las ONG no se cansan de decir que este tipo de controles son «ilegales» y las llamadas Brigadas Vecinales de Observación de Derechos Humanos se dedican a documentar estas actuaciones. Los agentes se están encontrando cada vez con más obstáculos en las detenciones. Primero fueron los vecinos brigadistas, luego los integrantes del Movimiento 15-M y ahora son ciudadanos corrientes. En el último mes y medio, afirma el SUP, tres actuaciones policiales en Madrid fueron impedidas por una multitud de indignados espontáneos.

«No tenemos seguridad jurídica. Los inmigrantes cada vez están mejor asesorados y cada vez nos están denunciando más por detención ilegal», se queja el portavoz del SUP. La condena a un solo día de inhabilitación, recuerda, supone que el agente pierda su condición de funcionario y sea expulsado del cuerpo.

La Unión Federal de Policía (UFP) también considera que cada vez se encuentran con más «dificultades» en las redadas. «Algunos se rebelan contra la Policía y muchas detenciones se producen por atentados contra la autoridad», indica Alfredo Perdiguero, secretario general de este sindicato en Madrid.

«Además, ha llegado un momento en que, por lo menos en Madrid, casi todos los inmigrantes en situación irregular están identificados ya. Te encuentras con personas con hasta tres o cuatro procedimientos de expulsión que no se han ejecutado», añade Perdiguero.

Son muchos los motivos por los que los sin papeles no son repatriados. En primer lugar, la mayoría de los detenidos es puesta en libertad poco después del arresto con un expediente de expulsión incoado. Cuando éste se resuelve y la Policía intenta hacer efectiva la repatriación, se encuentra con que el inmigrante está ilocalizable. Luego está el pequeño porcentaje que, tras ser detenido, acaba en un centro de internamiento de extranjeros (CIE). Según datos aportados esta semana por la Fiscalía de Barcelona, el 33% de los inmigrantes que ingresaron durante 2010 en el CIE de esta ciudad fue puesto en libertad.

Los policías relatan que es una estrategia «habitual» que los que están a punto de ser deportados ofrezcan resistencia al subir al avión, porque el comandante se niega a llevarlos por razones de seguridad. Otros no son aceptados en sus países de origen y también ocurre que se pasa el plazo máximo de 60 días que los inmigrantes pueden estar retenidos en los CIE y hay que dejarlos libres.

«Nos están obligando a hacer un trabajo, las identificaciones masivas, que al final no es productivo. Estamos empleando mucha gente, mucho dinero y mucho tiempo con el único objetivo de inflar la estadística policial», reflexiona Benito.

1 comentario:

  1. Eso es lo que le gusta a alfredo,alias R, y asi nos va, pero a el no le preocupa nada más que su rollo.

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