lunes, 2 de mayo de 2011

Interior repone los escoltas a un empresario objetivo del 'Otazua'


JAVIER G. NEGRE / Bilbao/ El Mundo

«El Gobierno no confía plenamente en esta tregua», asegura Ricardo Benedí

Zapatero embustero

«El Gobierno no confía plenamente en esta tregua». Así de explícito se muestra Ricardo Benedí, empresario vizcaíno que vio cómo el Ministerio del Interior decidió el pasado 5 de abril reponerle la protección oficial que le había denegado meses atrás, tras haber encontrado su nombre entre «los ejecutables» del desarticulado comando Otazua. Es un dato más que evidencia las dudas que arrastra el Ejecutivo hacia el nuevo son de paz entonado por ETA.

«Esta decisión de Interior muestra que ni ellos mismos tienen la seguridad de que la banda no va a volver matar», comenta el también vicepresidente del Foro Ermua, que se vio forzado en 2005 a exigir in situ «un módulo de protección oficial» al secretario de Estado de Seguridad, Antonio Camacho, tras recibir tres desafiantes cartas de extorsión de la organización terrorista.

Analizado su caso, Interior no dudó en atender sus reclamaciones y el empresario vasco gozó de dos escoltas y un coche oficial del 12 de febrero de 2006 hasta el 6 de septiembre de 2010, fecha en la que la la Guardia Civil, por orden expresa del Ministerio del Interior, le comunicó la supresión de la protección por considerar que no se encontraba «objetivamente en un grupo de riesgo».

«Fue una situación complicada, porque tuve que cambiar mis hábitos y vivir con el miedo de saber que todo el mundo conocía que ya estaba desprotegido», manifiesta, sin entender todavía cómo decidieron precipitarle hacia «ese estado de indefensión». «Era el único miembro del Foro Ermua que seguía residiendo en el País Vasco y no quería renunciar a mi discurso público contra la banda y su red de extorsión».

Sin embargo, la incautación de los archivos del comando Otazua, desarticulado el pasado 1 de marzo, entre los que se encontraba un extenso dossier informativo de la figura de Benedí bajo el epígrafe de «ejecutable», hizo saltar las alarmas en el entorno del empresario, que no dudó en solicitar a finales del mismo mes al Ministerio del Interior la restauración de la protección especial.

«En seis días volví a tener escolta y a dejar de sentirme un blanco fácil para ETA. No quería convertirme de ninguna manera en la nueva T-4», explica Benedí, aludiendo al atentado que la banda terrorista perpetró el 30 de diciembre de 2006 contra la nueva terminal del aeropuerto madrileño de Barajas y que mató a los ciudadanos ecuatorianos Carlos Alonso Palate y Diego Armando Estacio, dinamitando la anterior tregua y el proceso de negociación del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero con la banda armada.

Para Benedí, nombrado empresario vasco del año en 2004 por su gestión al frente del Grupo Industrial Benedí, el stand by etarra no debe servir para justificar la masiva retirada de escoltas que están padeciendo jueces, políticos o empresarios. «Las treguas están para romperlas y cualquier persona desprotegida puede convertirse en una víctima fácil para ETA cuando ésta decida unilateralmente romper este periodo», expone, tildando de «temeraria» e «imprudente» la actitud del Ministerio del Interior.

«Por mucha crisis económica que haya, es una temeridad retirar los escoltas a las personas que sufren el terrorismo día a día», sostiene, calibrando, a su vez, el «enorme riesgo» que está asumiendo el Ejecutivo con esta política de recorte de gastos.

«Están incurriendo en una responsabilidad que no querría para mí mismo», opina Benedí.J. G. N. / Bilbao

«Los terroristas no cambian»

«No hay que fiarse, porque los terroristas no van a cambiar de la noche a la mañana. Un hombre que ha cruzado la línea y ha perdido sus valores ya no puede volver a ser el mismo», subraya Velasco.

Benedí avisa de que «no faltarán voces» que clamen contra «el Ministerio del Interior» si ETA asesina a alguien que se haya visto desprovisto de medidas de seguridad por el aparente clima de paz reinante en el País Vasco desde el comunicado de la banda.

«Entiendo que retiren la protección a esas personas que ya no viven en el País Vasco o Navarra. Sin embargo, es una faena con las personas que siguen trabajando en la región», señala Benedí.

Alberto Velasco, portavoz de Escoltas en Activo del País Vasco, también lanza un órdago al Ejecutivo. A cara descubierta. «Si ocurre una desgracia en los próximos meses, alguna cabeza rodará», explica, alineándose con Ricardo Benedí a la hora de evidenciar la «desconfianza» del Ministerio del Interior en este nuevo alto el fuego de ETA declarado el pasado 10 de enero. «Una estrategia» urdida, según él, «para estar presente en las elecciones» del próximo día 22.

1 comentario:

  1. Parece que han reculado con este escoltado. Porqué será??, no saben tanto de todo.

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