viernes, 19 de noviembre de 2010

La Minurso, a ciegas en el Sáhara


E.CALVO / R. MENESES / Rabat / Madrid/El Mundo

Marruecos impidió a los observadores de la ONU acceder al campamento saharaui
La misión informó al Consejo de Seguridad basándose en vídeos de YouTube

Zapatero embustero

En 2011 cumplirá 20 años desde su nacimiento, pero hace ya mucho tiempo que desde distintos foros se pone en duda su efectividad. La Misión de Naciones Unidas para el Sahara Occidental (Minurso) intentó acceder al campamento de protesta saharaui de Gdeim Izik, pero se lo impidieron las autoridades marroquíes, según han apuntado a este periódico fuentes saharauis y fuentes extraoficiales de la Minurso.

«Durante los primeros días del acantonamiento en Gdeim Izik, un vehículo de la Minurso trató de llegar hasta las jaimas, pero lo frenaron en el primer control de la Gendarmería», cuenta Hassan Duihi, del Comité de Presos Saharauis. El día del asalto al campamento, Marruecos pidió a los cascos azules que anularan sus patrullas por la zona.

El campamento de Gdeim Izik se levantó el 10 de octubre y fue desmantelado por las fuerzas marroquíes en la madrugada del 8 de noviembre. Los más de 20.000 saharauis que se autoexiliaron al acantonamiento, a 15 kilómetros de El Aaiún, protestaban por su situación socioeconómica y reclamaban una vida digna en su tierra.

El subsecretario de Naciones Unidas (ONU) para el mantenimiento de la paz, Atul Khare, dijo en su informe ante el Consejo de Seguridad que a la Minurso «se le impidió en varias ocasiones visitar el campamento para averiguar si había militares y si se podía hablar de violación de alto el fuego», señaló ayer a EL MUNDO Mohamed Hadad, responsable de las relaciones con la Minurso en el Frente Polisario desde hace 14 años. «Sólo les dejaron acercarse hasta la zona tres días después del desmantelamiento», continúa al tiempo que denuncia que el «problema de fondo» es que la Misión «de facto no tiene movimiento en el territorio y sólo puede ver lo que los marroquíes le permiten».

Según Le Monde, el jefe de la Minurso, el egipcio Hani Abdelaziz, pudo visitar los restos del campamento tres días después de su desmantelamiento. Fuentes oficiales de la Minurso en El Aaiún no pudieron ayer confirmar el intento de acceso de la misión al campamento. «No tenemos información al respecto y Abdelaziz se encuentra en estos momentos de vacaciones», dijeron.

En su informe oral ante el Consejo de Seguridad, el Departamento de Operaciones de Mantenimiento de la Paz, del que depende la misión para el Sáhara, afirmó que la «Minurso no pudo tener acceso al lugar de los hechos por las restricciones que le fueron impuestas», según fuentes diplomáticas en Nueva York. Minurso habría intentado visitar los hospitales de la ciudad, pero tampoco habrían sido autorizados por Rabat.

Informadores radicados en la capital administrativa del Sáhara Occidental aseguraron que los miembros de la Minurso «pasaron la mayor parte del tiempo que duraron los disturbios en El Aaiún tras el desmantelamiento del campamento en la sede de la misión en la ciudad, sin salir prácticamente de ella». La consecuencia es que la Minurso no tiene ninguna información directa sobre lo ocurrido durante el desalojo de Gdeim Izik ni de los enfrentamientos y la represión posterior en El Aaiún.

Según revela la web innercitypress.com, la información sobre la situación en el Sáhara Occidental presentada el martes ante el Consejo de Seguridad fue elaborada principalmente a partir de las imágenes de los disturbios difundidas en YouTube.

El embajador de Uganda ante la ONU, Ruhukana Rugunda, confirmó que el Consejo de Seguridad no recibió un informe sino «datos imprecisas sobre los incidentes», informa Carlos Fresneda desde Nueva York. «Nos dijeron que había muerto gente y que había heridos y desaparecidos, pero lo cierto es que no tenemos fuentes auténticas y directas». Rugunda ha reclamado la apertura de una «investigación completa» de los disturbios por parte de la ONU.

«Lo grave es que la Minurso ni siquiera haya llevado a cabo una investigación posterior», denuncia Peter Bouckaert, director de Emergencias de Human Rights Watch (HRW), encargado de investigar sobre el terreno los sucesos en la capital de la ex colonia española. «La Minurso es la única misión de paz de la ONU que no tiene un mandato sobre derechos humanos y es necesario que se le dote de este componente», concluye Bouckaert.

En opinión de Hadad, es una «vergüenza» para la ONU, que «está gastando el dinero del contribuyente; hasta hoy van ya más de 1.000 millones dólares en una misión ciega».

1 comentario:

  1. No vale para nada el tenerlos alli. Solamente son gastos innecesarios, porque a la hora de resolver un problema como este, no han hecho nada.

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