jueves, 25 de noviembre de 2010

La falsa pista de Al Qaeda


ANÁLISIS
ROSA MENESES

El Mundo

EEUU confirma que el Frente Polisario no tiene vínculos con la red terrorista, desmintiendo las afirmaciones de Marruecos

Zapatero embustero

Tras los disturbios de El Aaiún, Marruecos ha vuelto a tratar de vincular al Frente Polisario con Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI). Rabat asegura que los saharauis acampados en Gdeim Izik estaban «secuestrados» por «milicias armadas» y que durante los disturbios que siguieron el desmantelamiento del campo (el 8 de noviembre), esos grupos atacaron a las fuerzas de seguridad marroquíes con técnicas que tildó de propias de Al Qaeda.

En Madrid, el ministro del Interior marroquí, Tayeb Cherkaui, sugirió incluso que esas «milicias armadas» podían estar formadas por terroristas de AQMI. No es la primera vez que Rabat explota la amenaza islamista para dibujar a los saharauis como terroristas y exponer al Polisario como un movimiento en la órbita de la red de Bin Laden.

Hace casi un año, cuando AQMI secuestró a tres cooperantes españoles en Mauritania, Marruecos afirmó que uno de los captores era un antiguo miembro del Frente Polisario y llegó a situar a los rehenes en territorio del Sáhara Occidental. Algo que quedó desmentido posteriormente incluso por las informaciones que tenía el CNI sobre la situación de los secuestrados.

La realidad es que nada relaciona al Frente Polisario con AQMI ni a la lucha independentista del pueblo saharaui con las prácticas terroristas. La pista del terrorismo islamista en el conflicto del Sáhara es falsa: Ningún informe oficial relaciona al movimiento con la rama de Al Qaeda implantada en el Sahel. El propio coordinador del Departamento de Estado de EEUU para la lucha Antiterrorista, Daniel Benjamin, confirmaba la semana pasada que no existen elementos de AQMI en el Sáhara Occidental e incluso iba más allá asegurando que la red terrorista no tiene una agenda para expandirse en este territorio.

Lo dijo un responsable de un país, EEUU, que ha designado a AQMI y su bastión en el Sahel como nuevo frente de batalla de la lucha antiterrorista y que tiene, por tanto, una gran cooperación militar con Marruecos y Argelia en este contexto. Los expertos en terrorismo coinciden en situar el santuario de las células de AQMI en el norte de Mali, mientras que señalan que hay una ausencia de actividad en Marruecos y Argelia. Queda excluido también el territorio del Sáhara Occidental (gran parte ocupado por Marruecos).

Argelia es señalado como el Estado más importante en la lucha contra AQMI en el Sahel, dado que comparte fronteras con Mauritania y Mali (los más afectados) y está en condiciones de liderar la lucha contra la red terrorista, dado que tiene un Ejército capaz y bien organizado, según los analistas consultados. Argelia, además, es el principal apoyo del Frente Polisario y, como tal, no permitiría que éste siquiera coqueteara con el islamismo militante. Hay que recordar que en Argelia se libró una guerra contra los grupos islámicos armados en los 90 y que éstos fueron derrotados.

En una reciente reunión de expertos organizada por el Ministerio de Defensa y el CIDOB en Barcelona, se concluyó que AQMI mantiene una limitada capacidad para realizar actividades terroristas más allá del área oeste del Sahel. Expertos del Ministerio del Interior español admiten que AQMI tiene una libertad de acción restringida a la franja saheliana y que actualmente su capacidad para realizar actos terroristas en Europa -incluso en el Magreb- es muy menguada.

Como movimiento, el Polisario siempre ha estado lejos de la retórica salafista del islamismo radical. Se trata de un movimiento nacionalista y de carácter socialista que nunca ha apelado a la guerra santa (yihad) sino a la autodeterminación del pueblo saharaui. Una organización con una rama militar bien disciplinada que se enfrentó al Ejército marroquí bajo las reglas estrictas de un conflicto armado: sin coches bomba ni kamikazes.

1 comentario:

  1. La cuestión es enmierdar el tema, marruecos eso lo sabe hacer bien. Si no, preguntarle que sabe del 11-M, ya que supuestamente según dicen por los medios, ellos saben mucho.

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