Una fuerte explosión en su base de Viator (Almería) terminó ayer con la vida de tres veteranísimos desactivadores de explosivos de la Legión e hirió a otros dos, uno de ellos de gravedad.
Un juez togado militar se puso ayer al frente de la investigación para aclarar un suceso que no es en absoluto habitual, aunque en los últimos tiempos se hayan producido dos dramáticos incidentes con explosivos en las Fuerzas Armadas.
El de ayer se produjo poco antes de las 14.30 horas en la base Álvarez de Sotomayor de Viator. Según informaron fuentes militares, la explosión fue de gran magnitud y cogió de lleno a los tres fallecidos, todos suboficiales de la Legión: los brigadas Antonio Navarro García y Manuel Velasco Román, y el sargento José Francisco Prieto González.
Según las primeras informaciones, los militares habían finalizado un ejercicio rutinario y estaban realizando algún tipo de traslado de material en los locales de su sección, donde se almacena material con el que se realizan las prácticas.
Este tipo de ejercicios son habituales en las unidades de artificieros, que utilizan pequeñas cargas para simular los trabajos que posteriormente tendrán que realizar en escenarios como Afganistán, donde la detección y neutralización de artefactos forma parte de la rutina diaria para estas unidades.
Lo que se desconoce es lo que ayer hizo estallar de forma trágica el material. De averiguarlo se encargará la Guardia Civil, que se ha hecho cargo de la investigación a las órdenes del juez, y el Ejército, que ha abierto una investigación interna.
De lo que no cabe duda es de que los fallecidos conocían a la perfección el material con el que estaban trabajando. Todos ellos eran veteranos expertos en desactivación de explosivos, llevaban muchos años en el Ejército y habían participado en las principales misiones internacionales de las Fuerzas Armadas de las dos últimas décadas. Entre ellas Afganistán, por donde habían pasado los tres y donde habían trabajado en primera línea, desactivando los artefactos explosivos que los talibán dejan en las carreteras para atentar contra las tropas.
El brigada Navarro García, de 46 años y soltero, había ingresado en el Ejército en 1987, estaba destinado en la Legión desde 1995 y contaba en su currículo con participaciones en las misiones internacionales de Bosnia, Kosovo, Líbano y Afganistán.
El brigada Velasco Román, de 45 años, casado y con dos hijos, era también un veterano desactivador, que llevaba en las Fuerzas Armadas desde 1986 y en la Legión desde 2002. Había participado en misiones en Bosnia, República Democrática del Congo, Líbano y Afganistán, donde había sido condecorado por su trabajo.
El sargento Prieto González, casado y sin hijos, tenía 33 años, había entrado en el Ejército en 1998 y había estado en las misiones de Kosovo y Afganistán.
El herido grave es un sargento que fue evacuado al hospital de Torrecárdenas de Almería, donde fue operado por una fractura en el fémur. Al cierre de esta edición se encontraba fuera de peligro. El otro herido es una cabo primero, que recibió ayer mismo el alta médica.
Éste es el segundo gran accidente con explosivos al que tienen que hacer frente las Fuerzas Armadas en dos años. El anterior tuvo lugar el 24 de febrero de 2011 en la Academia de Ingenieros de Hoyo de Manzanares (Madrid), cuando cinco militares murieron en un accidente ocurrido mientras realizaban un ejercicio de desactivación de minas.
El accidente de ayer cogió al ministro Pedro Morenés en un viaje en Asia Central, que iba a durar hasta el jueves pero que fue suspendido. Morenés tiene previsto llegar esta tarde a la base de Viator.
Un dia triste para la gran familia legionaria, que se puede decir más..., simplemente, que descansen en paz los compañeros fallecidos, y que los heridos se recuperen pronto.
ResponderEliminar¡Viva España y Viva la Legión.
Que nuestro novio de la muerte le acoja en su seno.