. El Gobierno español pidió ayer ayuda a Marruecos ante a una novedosa vía de entrada de sin papeles. En torno a 70 inmigrantes llegaron ayer a la deshabitada Isla de Tierra, a pocos metros de Marruecos, en dos asaltos coordinados.
La Historia ha dejado a España un rosario de islotes y peñones en el Norte de África como herencia, para lo bueno y para lo malo. El Gobierno está viviendo en estos momentos el lado menos agradable de ser el responsable de estos territorios, ya que las mafias dedicadas al tráfico de seres humanos han descubierto que pasar inmigrantes a España es mucho más fácil a través de estas islas. La mayoría están deshabitadas o custodiadas por una pequeña guarnición militar, pero aun así no tienen las impresionantes medidas de seguridad que sí blindan los accesos a Melilla y Ceuta.
Sesenta y ocho inmigrantes (incluidos tres menores y 17 mujeres) entraron ayer de madrugada en dos asaltos coordinados al islote, según el Gobierno, con otro intento en la valla de Melilla. Las tres avalanchas fueron prácticamente simultáneas. El primero de los conatos culminó con éxito a las 5.10 horas en la Isla de Tierra, al tiempo que se producía la intentona en la valla a la altura del Río de Oro. Diez minutos después, sobre las 5.20 horas, un segundo grupo logró acceder también al islote.
En las dos incursiones a la Isla de Tierra entraron los citados 70 inmigrantes, pero en el del perímetro fronterizo melillense no lo consiguió ninguno de los 60 que lo intentaron, que fueron repelidos de forma eficaz por la Guardia Civil en colaboración con las fuerzas de seguridad marroquíes.
Lograr el objetivo saltando la valla es misión casi imposible en estos momentos, en los que el perímetro melillense está reforzado con más efectivos especializados, entre ellos una unidad del Grupo Rural de Seguridad (GRS) de la Guardia Civil y un helicóptero que sobrevuela la frontera en las noches de mayor presión migratoria.
Sin embargo, estas medidas no están presentes en las islas y peñones de soberanía española, y mucho menos en los que están deshabitados, como es el caso de la Isla de Tierra, destino preferente para los inmigrantes en los últimos días. Su cercanía a la costa de Marruecos es la llave con la que han entrado a España 87 inmigrantes entre el miércoles y ayer domingo. No hay más que mirar un mapa para darse cuenta de esta realidad: se encuentra a sólo 10 metros de Marruecos cuando hay bajamar, 30 metros con pleamar. Es tan poca distancia que probablemente pueden salvarla incluso aquellos que no sepan nadar si encuentran un poco de ayuda.
Este islote, además, está deshabitado y no tiene medidas de seguridad, salvo alguna valla que fue instalada por el Gobierno de España aprovechando el conflicto del islote de Perejil. Hasta ahora, apenas servía como trampolín para los bañistas, pero desde el miércoles ha cambiado su registro para ser una puerta de entrada a España para muchos inmigrantes. Ese día, muy temprano, llegaron los primeros 19, de los cuales 13 permanecen en el lugar porque el Gobierno se resiste a trasladarlos a Melilla o la Península, como había hecho hasta ahora con el centenar que ha ido llegando a los islotes desde mayo. Los otros seis que iban en esa patera fueron trasladados por la noche al Peñón de Alhucemas para que recibieran una atención más cercana por parte de los soldados españoles que están allí destacados, dada su mayor vulnerabilidad: tres eran bebés de entre ocho meses y dos años de edad, y las otras tres eran sus madres y una mujer en avanzado estado de gestación.
El jueves por la noche fueron trasladados a Melilla, mientras que el resto recibió en la Isla de Tierra comida, agua, mantas y asistencia sanitaria
Exteriores e Interior llaman a Rabat en busca de ayuda
.El Gobierno tomó ayer la iniciativa ante este nuevo episodio de inmigración masiva. Los ministros de Interior y Exteriores, Jorge Fernández Díaz y José Manuel García-Margallo, respectivamente, conversaron con sus homólogos marroquíes buscando una solución conjunta que frene la acción de las mafias de inmigración ilegal. La idea es tratar de averiguar qué hacer, sobre todo para evitar el efecto llamada.Hasta la llegada ayer de 70 inmigrantes a uno de los tres islotes que componen el archipiélago de Alhucemas, se habían registrado al menos otras 12 llegadas, pero ninguna con una cifra tan elevada de subsaharianos. La primera se produjo el pasado 3 de mayo en la Isla del Congreso, perteneciente al archipiélago de las Chafarinas, donde arribó una pequeña embarcación con seis inmigrantes. La voz de alarma saltó el 19 de agosto con la aparición en el Peñón de Alhucemas de una embarcación con 41 inmigrantes.
El delegado del Gobierno en Melilla, Abdelmalik El Barkani, dijo hace unos días que no se puede admitir el chantaje que emplean las mafias que trafican con seres humanos y que apelan a la fibra humanitaria de España para permitir la apertura de nuevas vías de acceso a territorio español de inmigrantes.
«Las pretendidas nuevas vías de acceso a territorio español por parte de inmigrantes irregulares no pueden estar al servicio de las mafias que negocian sin pudor con los seres humanos», aseguraba entonces. Lo que se pretende así es evitar que las islas y peñones españoles se conviertan, en palabras del delegado, en una especie de «puente aéreo» de entrada en Melilla o la Península.
Al pp le importa un güebo y la yema del otro, lo que pase con nuestra territorialidad, y mucho menos ceuta y melilla. Así que, poco podemos esperar que hagan, encima le sueltan pasta gansa al moro para que les "ayude", cuando ellos hacen la vista gorda en todo esto, si no les ayudan encima.
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