Un edil de Bildu y 13 presos de ETA, en huelga de hambre / El juez autoriza una protesta al inicio de la Semana Grande en San Sebastián
El diputado general de Guipúzcoa, Martín Garitano (Bildu) agotó hasta el último de los 40 minutos que permite Instituciones Penitenciarias para visitar al preso de ETA Josu Uribetxeberria en el Hospital Donostia donde se encuentra ingresado por el cáncer que padece. El dirigente abertzale quiso mantener un encuentro privado con quien fuera el carcelero de José Antonio Ortega Lara para trasladarle en persona «el ánimo suficiente para que haga frente» a la enfermedad terminal a la que se enfrenta.
Como diputado general, le informó de que está realizando gestiones con los gobiernos central y vasco para que sea puesto en libertad de forma inmediata en respuesta a la demanda de la «gran mayoría de la sociedad». Porque, advirtió, su excarcelación es «inexcusable», por «el bien de la sociedad vasca, que lo que demanda es entrar en tiempo de soluciones y no en tiempo de anclajes en el pasado».
En declaraciones a los medios al término de su visita, Garitano exigió al Gobierno que «active cuanto antes el protocolo» que derive en su puesta en libertad «en aplicación de la estricta legalidad, del artículo 92 del reglamento penitenciario», con vistas a que el preso «pueda afrontar este dificilísimo trance desde su casa, que es lo que dice la ley» vigente. «No dice ni más, ni menos», apuntó.
Para cuando recibió la visita de Garitano, Uribetxeberria ya había decidido cambiar la actitud, al aceptar someterse a las pruebas médicas para ser tratado del cáncer. Prisiones anunció que estudiará su evolución para «adoptar las resoluciones que procedan en aplicación de la legislación vigente». Las decisiones se tomarán en función de los resultados de los exámenes, que permitirán «afinar su diagnóstico y plantear su tratamiento».
En relación al estado de salud del preso, el Hospital Donostia emitió un parte médico en el que se limitó a informar de que el recluso permanece «estable» a la espera de ser sometido «a las pruebas diagnósticas necesarias para evaluar su situación».
A este respecto, Garitano aseguró haberse encontrado con «un hombre que está haciendo frente a una gravísima enfermedad con total humanidad y una gran entereza». En el plano físico, precisó que el recluso, que en su estancia en la cárcel llegó a brindar por los atentados del 11-M junto a islamistas y otros etarras, está «muy delgado y muy débil». Aunque se encuentra en huelga de hambre, confirmó que toma la medicación que requiere el tratamiento contra el cáncer.
Este cambio de actitud contrasta con la postura que Uribetxeberria había mantenido los días precedentes tras negarse a someterse a las pruebas. Interior llegó a afirmar que su «falta de colaboración» impedía «conocer su diagnóstico vital» y fundamentar «cualquier decisión sobre su situación penitenciaria». Ahora, Instituciones Penitenciarias podría decretar su puesta en libertad si los informes médicos decretan que está en fase terminal o, en su caso, su traslado a la cárcel de León en la que se encontraba recluido
Previamente a la visita que realizó a Uribetxeberria, el diputado general ya había recibido en el Palacio foral a familiares del recluso y a representantes de los colectivos en favor de los presos de ETA, Etxerat y Herrira, para abordar la situación de éste y otros 13 reclusos que se encuentran en «una situación similar», lo que «exige su puesta en libertad».
Mientras la Diputación apoya públicamente al preso, ETA y la izquierda abertzale continúan con la presión al Gobierno de Mariano Rajoy. La banda terrorista ha elevado la presión en las cárceles y 35 reclusos de las prisiones españolas de Sevilla II y Castellón II y las francesas de Villefranche Sur Saone y Fresnes han iniciado una huelga de hambre en solidaridad con Uribetxeberria, según afirma Etxerat.
No obstante, Instituciones Penitenciaras sólo confirmó esta actitud en 13 internos de la cárcel sevillana, que ayer rellenaron las instancias para comunicar su decisión y no recogieron el desayuno. Fuera de las cárceles, varias personas también se han declarado en huelga de hambre indefinida para exigir la excarcelación del preso, entre ellos el concejal de Bildu en Arrasate José Ramón Askasibar (Uribetxeberria es natural de esta localidad guipuzcoana), o el ex recluso de ETA Rodolfo Cuesta. M.
El diputado general de Guipúzcoa, Martín Garitano (Bildu) agotó hasta el último de los 40 minutos que permite Instituciones Penitenciarias para visitar al preso de ETA Josu Uribetxeberria en el Hospital Donostia donde se encuentra ingresado por el cáncer que padece. El dirigente abertzale quiso mantener un encuentro privado con quien fuera el carcelero de José Antonio Ortega Lara para trasladarle en persona «el ánimo suficiente para que haga frente» a la enfermedad terminal a la que se enfrenta.Como diputado general, le informó de que está realizando gestiones con los gobiernos central y vasco para que sea puesto en libertad de forma inmediata en respuesta a la demanda de la «gran mayoría de la sociedad». Porque, advirtió, su excarcelación es «inexcusable», por «el bien de la sociedad vasca, que lo que demanda es entrar en tiempo de soluciones y no en tiempo de anclajes en el pasado».
En declaraciones a los medios al término de su visita, Garitano exigió al Gobierno que «active cuanto antes el protocolo» que derive en su puesta en libertad «en aplicación de la estricta legalidad, del artículo 92 del reglamento penitenciario», con vistas a que el preso «pueda afrontar este dificilísimo trance desde su casa, que es lo que dice la ley» vigente. «No dice ni más, ni menos», apuntó.
Para cuando recibió la visita de Garitano, Uribetxeberria ya había decidido cambiar la actitud, al aceptar someterse a las pruebas médicas para ser tratado del cáncer. Prisiones anunció que estudiará su evolución para «adoptar las resoluciones que procedan en aplicación de la legislación vigente». Las decisiones se tomarán en función de los resultados de los exámenes, que permitirán «afinar su diagnóstico y plantear su tratamiento».
En relación al estado de salud del preso, el Hospital Donostia emitió un parte médico en el que se limitó a informar de que el recluso permanece «estable» a la espera de ser sometido «a las pruebas diagnósticas necesarias para evaluar su situación».
A este respecto, Garitano aseguró haberse encontrado con «un hombre que está haciendo frente a una gravísima enfermedad con total humanidad y una gran entereza». En el plano físico, precisó que el recluso, que en su estancia en la cárcel llegó a brindar por los atentados del 11-M junto a islamistas y otros etarras, está «muy delgado y muy débil». Aunque se encuentra en huelga de hambre, confirmó que toma la medicación que requiere el tratamiento contra el cáncer.
Este cambio de actitud contrasta con la postura que Uribetxeberria había mantenido los días precedentes tras negarse a someterse a las pruebas. Interior llegó a afirmar que su «falta de colaboración» impedía «conocer su diagnóstico vital» y fundamentar «cualquier decisión sobre su situación penitenciaria». Ahora, Instituciones Penitenciarias podría decretar su puesta en libertad si los informes médicos decretan que está en fase terminal o, en su caso, su traslado a la cárcel de León en la que se encontraba recluido
Previamente a la visita que realizó a Uribetxeberria, el diputado general ya había recibido en el Palacio foral a familiares del recluso y a representantes de los colectivos en favor de los presos de ETA, Etxerat y Herrira, para abordar la situación de éste y otros 13 reclusos que se encuentran en «una situación similar», lo que «exige su puesta en libertad».
Mientras la Diputación apoya públicamente al preso, ETA y la izquierda abertzale continúan con la presión al Gobierno de Mariano Rajoy. La banda terrorista ha elevado la presión en las cárceles y 35 reclusos de las prisiones españolas de Sevilla II y Castellón II y las francesas de Villefranche Sur Saone y Fresnes han iniciado una huelga de hambre en solidaridad con Uribetxeberria, según afirma Etxerat.
No obstante, Instituciones Penitenciaras sólo confirmó esta actitud en 13 internos de la cárcel sevillana, que ayer rellenaron las instancias para comunicar su decisión y no recogieron el desayuno. Fuera de las cárceles, varias personas también se han declarado en huelga de hambre indefinida para exigir la excarcelación del preso, entre ellos el concejal de Bildu en Arrasate José Ramón Askasibar (Uribetxeberria es natural de esta localidad guipuzcoana), o el ex recluso de ETA Rodolfo Cuesta. M.
Manda cojones, que diga que tiene humanidad el carcelero de Ortega Lara. Que se pudra en la cárcel.
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