viernes, 23 de diciembre de 2011

Del almirante a la vicepresidenta


  • ANTONIO RUBIO MADRID
  • 23/12/2011/El Mundo
  • 7
  • ESPAÑA
  • El Seced de Carrero Blanco de 1972 ya dependía de Presidencia del Gobierno

    Rajoy forma el Gobierno de la excelencia

    El decreto 511/1972 de 3 de marzo establecía que el Servicio Central de Documentación (Seced) se convertía en una Dirección General de Presidencia del Gobierno y pasaba a depender directamente de Luis Carrero Blanco, almirante y ministro subsecretario de la Presidencia (en junio de 1973 fue nombrado presidente del Gobierno). Hoy, 39 años más tarde, los servicios de inteligencia vuelven a Presidencia del Gobierno, su lugar natural, y al frente de ellos estará una mujer: Soraya Sáenz de Santamaría, ministra de la Presidencia.

    Entre el Seced de 1972, dirigido por Carrero Blanco, y este Centro Nacional de Inteligencia (CNI), que controlará Sáenz de Santamaría, han pasado muchos años, muchos capítulos oscuros y demasiados vaivenes estructurales y administrativos.

    Los servicios secretos españoles, como tal, nacen en 1968, cuando Franco considera que el mayo francés es una tentación para los estudiantes españoles y encarga a Carrero Blanco un control exhaustivo de la universidad. Para ello se crea la Organización Nacional Contrasubversiva (ONC). Al frente de esa organización colocan al comandante San Martín, que años después se adhirió a los golpistas del 23-F.

    El Seced depende de Presidencia del Gobierno hasta 1977, cuando se celebran las primeras elecciones democráticas, gana UCD y el presidente Suárez, a instancia del vicepresidente para Asuntos de Defensa, el general Gutiérrez Mellado, transforma los servicios secretos y crea el Centro Superior de Información de la Defensa (Cesid).

    El Cesid, según decreto 1558/77, sería el órgano encargado de obtener, evaluar, interpretar y facilitar al ministro de Defensa cuanta información fuera necesaria o interesara a la defensa nacional. Y, además, orgánica y estructuralmente pasa a depender del Ministerio de Defensa.

    Cuando el PSOE llega al poder en 1982, la estructura del Cesid se mantiene, Narcis Serra es nombrado ministro de Defensa y al mando de los servicios secretos permanece el general Alonso Manglano. En 1991, Serra es nombrado vicepresidente del Gobierno, pero de facto sigue controlando al Cesid.

    Tras el 23-F, donde colaboró el Cesid, el periodo más negro de los servicios secretos se produce entre 1983 y 1994. En esos años, el Cesid se dedica a escuchar y grabar al Rey, a jueces, a periodistas y a políticos (el caso se conoció como Los papeles del Cesid), participa en la creación de los GAL y financia el informe Crillón contra Mario Conde. EL MUNDO reveló todos esos casos entre 1994 y 1995 y provocó que tuvieran que dimitir Serra y el general Alonso Manglano.

    En 2002, con José María Aznar como presidente, el Cesid se transforma en el CNI y por primera vez en su historia nombran director de los servicios secretos a un civil, el diplomático Jorge Dezcallar. Después vendría el general Calderón, de mal recuerdo, y, con la vuelta de los socialistas al poder, nombran a José Bono como ministro de Defensa y a Alberto Saiz, director del CNI. Saiz tuvo que dimitir en junio de 2009 después que EL MUNDO descubriera y publicara que cazaba y pescaba con el dinero de los contribuyentes.

    Hoy, el CNI deja su dependencia de Defensa y toma nuevos aires en Presidencia, tal como está estructurado en los países occidentales.

    1 comentario:

    1. Esperemos que utilicen bien los servicios, para y por los ciudadanos, ya que si hacen un uso partidista, será más de lo mismo. Debe de cambiar a las cabezas visibles de todo el entramado del cni, ya que dependen aún de maquiavelo.

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