NAIARA ORTIZ / San Sebastián
23/10/2011/El Mundo
El anuncio del cese definitivo de la actividad armada convirtió un simple acto de precampaña del PSE en un «contenedor de emociones». La presencia en San Sebastián del ex ministro del Interior y candidato, Alfredo Pérez Rubalcaba, hizo que el mitin se convirtiera en un acto de reivindicación del mérito que los socialistas se atribuyen en la consecución de la paz, en su propia figura y, sobre todo, en la del lehendakari, Patxi López. «Dos años y medio después de haber llegado al Gobierno vasco tengo la satisfacción de haber derrotado a ETA», se congratuló López.
Fue igualmente un acto para reclamar a sus militantes un esfuerzo más para ganar también en las urnas, también en el País Vasco, también en Guipúzcoa. «Les hemos quitado las bombas y ahora tenemos que quitarles los votos con la fuerza de la democracia», instó Rubalcaba.
La emoción brotó entre los socialistas mucho antes de emitir sus discursos. Ni Rubalcaba ni López pudieron contener las lágrimas al reencontrarse con sus compañeros y, sobre todo, con víctimas del terrorismo como la viuda de Enrique Casas, Bárbara Durkhop, o la de Isaías Carrasco, Marian Romero, o el ex consejero José Ramón Recalde, dos días después de que ETA anunciara que no continuará con la lucha armada.
El lehendakari ni siquiera pudo contener las lágrimas al pronunciar su discurso. Apenas tenía un hilo de voz al iniciarlo y se quebró en varias ocasiones por la emoción. Sobre todo al enumerar los nombres de algunas de las víctimas que ETA dejó en el PSE. «Se nos hacen dolorosos los vacíos porque no verán este día por el que tanto trabajaron. Buscamos justicia con ellos y van a participar en nuestro futuro porque son ellos quienes han abierto la puerta de entrada a este nuevo tiempo de libertad al precio de su vida», reivindicó.
Rubalcaba se mostró muy contenido durante su discurso y consiguió evitar las lágrimas a pesar de reconocer que ayer vivió uno de los momentos «más emocionantes» de su vida cuando abrazó a López, Rodolfo Ares y Jesús Eguiguren. «Gracias, Patxi, gracias, Rodolfo, gracias, Jesús, mírame, gracias. Lo hemos pasado muy mal los cuatro juntos y también con José Luis [Rodríguez Zapatero]».
En su pasada visita al País Vasco, en septiembre, Rubalcaba ya puso en valor la «normalidad» que se respiraba en las calles al comprobar que en su viaje del aeropuerto hasta Bilbao no contaba con «ese plus de seguridad que era necesario en el País Vasco»; pero ayer tenía una «sensación especial». «No veo a nadie entre el público que vaya a tener que mirar bajo el coche al salir de este acto, ni a nadie que tenga mirar detrás. ¡Claro que han cambiado las cosas! A esto se le llama libertad».
El candidato cedió todo el protagonismo de la victoria frente a ETA a los socialistas vascos, por su «heroísmo inteligente», aunque sí quiso reivindicar su granito de arena. «Si algo he hecho por contribuir a esta emoción, doy por buena toda mi vida política».
El lehendakari, de viaje oficial en Estados Unidos cuando ETA hizo público su comunicado, trató de recuperar esa victoria de la que, según dijo, se quieren apropiar quienes han apoyado hasta hace poco los asesinatos de la banda. «Los miles de ciudadanos que han hecho frente al terrorismo sin ceder al chantaje del terror como los concejales que han defendido la libertad y la democracia por encima de sus proyectos políticos, jueces, fiscales, policías, periodistas, empresarios y tanta gente anónima que ha apretado los dientes y ha juntado las manos son los verdaderos héroes de Euskadi y no los que mataban».
Rubalcaba también respondió a las críticas que les lanzan por su «claudicación» ante los terroristas. «¿De verdad pensaban que iban a ganar a la democracia? Ni van a escribir la historia de los años del horror ni el fin del terrorismo, porque no tienen ningún derecho».
Fue un día también para la reconciliación entre socialistas después del cruce de reproches entre el presidente del PSE y el lehendakari. Eguiguren levantó la abarrotada sala del Kursaal a su entrada y estuvo muy presente en los discursos. «Jesús, Rodolfo, hoy somos todos hermanos y nadie nos va a quebrar. Ahora más que nunca», subrayó López.
El ex alcalde de San Sebastián y candidato del PSE al Congreso por Guipúzcoa, Odón Elorza, realizó una dura autocrítica «por no haber dado la misma importancia al asesinato de los uniformados que a los de mis compañeros» y por «no haber sido lo suficientemente rotundos, firmes y claros a la hora de rechazar los atentados cometidos por los GAL
LEONOR MAYOR Cerdanyola del Vallès (Barcelona)
23/10/2011
Rajoy llama a la prudencia en el debate sobre el fin del terrorismo
Rajoy tomó la palabra (tras las intervenciones de Jorge Fernández y Alicia Sánchez-Camacho) decidido a abordar el asunto de ETA sin preámbulos. Tuvo unas palabras de recuerdo para Paco Cano y José Luis Ruiz Casado, dos concejales del PP de la provincia de Barcelona asesinados por los terroristas, y para todas las víctimas en general.
Después le dio a su discurso un nuevo tono mucho más moderado que el de las últimas semanas: «ETA ha anunciado el cese definitivo de su actividad criminal. Es una buena noticia, una victoria de la sociedad española, que será total cuando la banda se disuelva completamente». No todo el público entendió el sentido que iba a dar a sus palabras. Algunas voces se alzaron con gritos de «yo no me lo creo» o «ETA miente», que Rajoy tuvo que acallar para poder proseguir con la exposición de su tesis.
«Toca estar a la altura de las circunstancias. Ser prudente. En este momento, sobran las frivolidades. No hay que hacerle la campaña a Bildu. Hay que tener grandeza y plantear la unión de los demócratas para que triunfen la Ley y el Estado de Derecho», sentenció, dando a entender que pedir ahora, tras el anuncio del cese definitivo de la actividad armada, la ilegalización de Bildu sólo serviría para dar alas a la izquierda abertzale en la inminente contienda electoral.
El líder popular que, al fin y al cabo, si las encuestas no se equivocan, será quien tenga que lidiar con la disolución definitiva de la banda terrorista como futuro presidente, apostó por la unidad de los partidos demócratas para llevar a cabo ese proceso y dio por zanjada la cuestión pasando al asunto en el que quiere centrar su campaña y en el que tiene más posibilidades de imponerse a los socialistas: la lucha contra la crisis económica.
Abordó el «ridículo debate de los recortes o no recortes». Hace menos de una semana, su principal rival, el candidato socialista Alfredo Pérez Rubalcaba, ofreció su propio mitin en el área metropolitana de Barcelona, en Sadadell, muy cerca del Cerdanyola. Rubalcaba agitó el fantasma de «los recortes del PP» y se presentó ante el electorado catalán como el único garante del Estado del Bienestar.
Rajoy quiso desarticular ayer ese discurso de los socialistas y recordó que el de José Luis Rodríguez Zapatero «es el Gobierno que más daño le ha hecho a España desde 1977». También insistió en que ha sido ese Ejecutivo «del PSOE quien ha hecho recortes, porque no ha sabido gestionar la economía y ha actuado con irresponsabilidad».
El proyecto del presidente popular -que por el momento es muy genérico, pero que se irá desgranando a lo largo de la campaña- consiste en la creación de empleo como remedio a todos los males económicos. «Si se crea empleo, habrá dinero, los contribuyentes consumirán y pagarán impuestos y no habrá ninguna necesidad de hacer recortes», aseguró.
Y a pesar de sus críticas a los socialistas, el candidato popular se comprometió a pasar página y a huir del revanchismo: «La herencia no será fácil, pero si la gestiono me olvidaré de ella, no nos dedicaremos a contarle a la gente los problemas, sino que gobernaremos para solucionarlos», prometió.
También suscribió otros compromisos, aunque más genéricos. Prometió que el Gobierno del PP «dirá la verdad». Aseguró que será un Ejecutivo «responsable que pondrá fin a las ocurrencias y las frivolidades». Que será un Gabinete «fuerte que sabrá tomar decisiones, buscando complicidades en la sociedad y en la gente». Y afirmó que actuará con «valentía, pero de forma prudente»
J. M. ALONSO / San Sebastián
23/10/2011
«Sólo el Partido Popular se ha ocupado de las víctimas»
Pregunta.- ¿Por qué se afilió al PP y cierra la lista al Congreso?
Respuesta.- Porque es el único partido que se ha ocupado de las víctimas del terrorismo. Yo he recibido mucho apoyo moral del PP durante estos años. También me afilié porque se permitió la entrada de ETA en las instituciones, muy especialmente aquí en San Sebastián, y como un homenaje a Gregorio Ordóñez y a las víctimas.
P.- ¿Se puede hablar del final de ETA tras el comunicado?
R.- Las víctimas están muy dolidas y escépticas con el comunicado. Es una buena noticia, pero no es suficiente. La buena noticia llegará cuando anuncie su disolución, la entrega de las armas, su entrega en los tribunales y el reconocimiento del daño causado. Sé que sólo con el PP no llegará la impunidad y se obtendrá justicia. ¡Que nadie pretenda que se pase página, que se olvide lo inolvidable!
P.- ¿El comunicado es un paso más de la negociación entre ETA y el Gobierno de cara a las elecciones?
R.- Por supuesto que sí. Ya lo dijo bien claro Mayor Oreja. Es una apuesta en escena, un montaje. Para mí es un comunicado más, porque incluso la izquierda abertzale ya ha advertido de que el conflicto no había terminado. ¿Conflicto? Odio esa palabra, porque no sé de qué conflicto estamos hablando.
P.- ¿Habrá concesiones a ETA?
R.- Espero que no. Hay que aplicarles la ley y que cumplan las penas íntegras. ¿Por qué tengo que regalarle nada al asesino de mi marido?
P.- ¿Teme que se llegue a un final sin vencedores ni vencidos?
R.- Tiene que haber vencedores y vencidos. Las víctimas ya han perdido mucho, y no puede ser que ETA y la izquierda abertzale sean los vencedores. Tiene que vencer el Estado de Derecho con la ley en la mano. Pienso que nos tocan tiempos muy difíciles. ETA ha venido reclamando la independencia y no va a parar. Soy muy escéptica.
P.- ¿Pedirá ETA perdón?
R.- No lo creo.
P.- En su caso, ¿recibirá un día el perdón del PSOE?
R.- No. Es que tampoco me va a servir de nada. ¿Cómo sé yo que sería sincero este perdón? Además, quien tendría que perdonar es Juan Carlos, que no está aquí. Yo sólo quiero una declaración pública de la verdad
A FONDO
CASIMIRO GARCÍA-ABADILLO
23/10/2011
El cambio de Rajoy (una interpretación)
Negar la evidencia no suele dar buenos resultados. Ni siquiera a los maridos que, sorprendidos in fraganti, proclaman: «Esto no es lo que parece». Por eso no entiendo que la doctrina oficial en el PP consista en negar que el discurso de Rajoy, tras el comunicado de ETA, supuso un cambio sustancial respecto a la política seguida en los últimos años y hasta hace pocos días.El líder del PP no sólo mostró su alegría por la decisión de ETA de declarar un «cese definitivo de su actividad armada», sino que fue aún más lejos al afirmar con solemnidad: «Es una gran noticia. Este anuncio se ha producido sin ningún tipo de concesión política».
Para que se tenga conciencia de la distancia que existe entre esta posición y la mantenida hasta ahora, voy a refrescar la memoria de los que insisten en que lo dicho por Rajoy es absolutamente coherente con lo que se había dicho hasta ahora.
El pasado 3 de septiembre, en Pontevedra, Mariano Rajoy declaró: «Vamos a proponer a los españoles que se impida a los quinta columnistas del terrorismo que hagan uso de las instituciones para incumplir las leyes con impunidad».
Anteriormente, el 6 de mayo, en Badajoz, el líder del PP dijo, tras lamentar la decisión del TC de legalizar a Bildu: «Mientras ETA exista, sus cómplices no pueden estar en las instituciones».
La número dos del PP y presidenta de Castilla-La Mancha, María Dolores de Cospedal, advirtió el 13 de julio en Madrid de que si su partido ganaba las elecciones «impugnaría las candidaturas y los gobiernos de Bildu».
El 29 de septiembre, la portavoz del PP en el Congreso, Soraya Sáenz de Santamaría, remachaba: «Si el PP llega al Gobierno, utilizará todos los mecanismos de la ley para evitar que Bildu esté en las instituciones».
Por su parte, el coordinador de Justicia del PP, Federico Trillo, quien llegó a decir que la legalización de Bildu por parte del TC suponía el «borrón final a una trayectoria que es la más baja que el Constitucional ha tenido en su historia», calificó el pasado 13 de julio en Madrid, a Bildu de «testaferro de ETA en las instituciones».
No les aburriré más porque las declaraciones en este sentido son amplias y diversas e insisten siempre en el mismo razonamiento: el Gobierno de Zapatero presionó a sus magistrados afines en el TC para que revocaran la sentencia del Supremo que declaraba a Bildu ilegal por ser una prolongación de ETA, como una concesión política para lograr un comunicado de alto el fuego por parte de la banda.
¿Qué hará ahora el PP con Bildu si gana las elecciones? Ayer, una de las personas más cercanas a Mariano Rajoy no me supo dar respuesta a esta pregunta.
Por tanto, a mí me parece evidente que se ha producido un cambio en la política antiterrorista.
¿Por qué Rajoy ha decidido dar ese giro? Para responder a esa pregunta no tengo mucha información, aunque sí alguna hipótesis.
En primer lugar, Rajoy no quería aparecer como el aguafiestas justo el día en el que ETA daba un paso, no irreversible pero sí importante, hacia el cese de la violencia. Hacerlo hubiera sido darle una baza al PSOE para acusarle de utilizar la política antiterrorista en campaña y ser incapaz de reconocer que Zapatero ha tenido algo que ver en ese éxito.
Rajoy y el presidente han hablado mucho de ese asunto en los últimos días. Su pacto consiste en que ninguno de los dos partidos utilizará a ETA en campaña para dar la imagen de que lo que se ha hecho es fruto del consenso de los demócratas.
Pero hay algo aún más importante. Rajoy está seguro de poder ganar el 20-N. A pesar de su prudencia, cree que puede lograr la mayoría absoluta y, por tanto, formar Gobierno. Y su Gobierno será el que tenga que gestionar el futuro en el País Vasco.
Su declaración institucional del pasado jueves no se entiende sin esa convicción de victoria y sin el estrechamiento de la relación entre el PP y el PNV y, más en concreto, sin sus conversaciones secretas con el líder del PNV, Iñigo Urkullu, de las que ni siquiera sus personas de máxima confianza tienen detalles.
El escenario político vasco se complica tras el comunicado de ETA porque Bildu/Amaiur puede obtener un resultado histórico en las elecciones del 20-N. Algunas fuentes apuntan a que podría incluso superar en votos al PNV y, por tanto, estar en disposición de gobernar en las próximas elecciones autonómicas, que en Euskadi se da por hecho que se celebrarán el próximo año.
¿Podría darse la hipótesis de un Gobierno de coalición PNV/PP? Algo impensable hace tan sólo unos meses ahora es posible.
Pero, para lograrlo, el PP tiene que abandonar la política que ha defendido hasta ahora en relación a Bildu.
Por eso, ahora el PP ya no tiene tan claro que vaya a instar su ilegalización si forma Gobierno tras el 20-N.
Rajoy sabe que una alianza con el PNV en el País Vasco (con un eventual apoyo del grupo vasco en el Congreso) serviría para «centrar» el partido y, además, podría ahuyentar el panorama de confrontación política entre nacionalistas y no nacionalistas.
Por otro lado, el PP va a tener en su mano la posibilidad de modular no sólo la política penitenciaria, sino de dar un paso que ya está exigiendo la izquierda abertzale: la derogación de la doctrina Parot.
Ese criterio mantiene ahora en la cárcel a los criminales más sanguinarios de ETA. La doctrina Parot está recurrida en el Tribunal Constitucional, que por lo que parece no tomará ninguna decisión al respecto antes del 20-N.
Tras las elecciones debería procederse a la renovación de cuatro puestos en el TC de la parte que corresponde nombrar al Congreso de los Diputados. El año que viene se renuevan otros dos que corresponde nombrar al Gobierno. Es decir, que en unos meses el PP podría tener una mayoría de magistrados afines en el TC ¿Qué hará entonces? Yo creo que la doctrina Parot acabará derogándose.
Para que la política del PP no genere frustración entre sus militantes, Rajoy debería marcar pronto las líneas rojas respecto a ETA y su mundo que aplicará cuando llegue al Gobierno.
Negar la evidencia de que se ha producido un cambio profundo en esa política da armas a los que atisban una traición a las víctimas. En un asunto tan trascendental, la claridad no sólo es útil, sino necesaria
ROBERTO BENITO / Madrid
23/10/2011
Los militares piden que siga la «firmeza»
Llegaron a Madrid desde toda España para discutir más de 2.000 propuestas para mejorar las Fuerzas Armadas, pero no quisieron dejar escapar la oportunidad de manifestar una postura común ante el último comunicado de ETA. Los miembros de los ejércitos que participaron ayer en el I Congreso de Militares Españoles aprobaron una dura declaración, en la que además de recordar que son «uno de los colectivos más castigados por la banda criminal», advirtieron de que «el terrorismo de ETA continúa existiendo» y reclamaron que se siga con «las políticas de unidad y firmeza de los partidos».
La declaración fue leída al final del encuentro por el subteniente del Ejército de Tierra Jorge Bravo, presidente de la Asociación Unificada de Militares Españoles (Aume), que fue la organizadora del congreso. Recibida con una ovación en pie por los dos centenares de militares que llenaban el salón de actos de la Facultad de Ciencias Políticas de la Universidad Complutense de Madrid, en la declaración los miembros de las Fuerzas Armadas expresaron su «más que razonable desconfianza» hacia el anunciado cese definitivo de la «actividad armada» de ETA; «por la conocida trayectoria de esta banda» -en referencia a anteriores treguas burladas- y «por el oportunismo del momento elegido para hacer público el comunicado», a sólo un mes de las elecciones del 20-N. Pero también, porque «la palabra de un terrorista no tiene ningún valor».
Ante la «euforia de algunos», los militares quisieron ayer dejar claro que «en muchos persiste la duda y el escepticismo» y que el final del terrorismo etarra se producirá «cuando dejen de existir armas, explosivos y zulos que puedan seguir siendo utilizados al menos como elementos para atemorizar a la sociedad».
Eso, y «cuando todos los terroristas y su organización, sin excepción, se encuentren desarticulados y no constituyan una amenaza real». Eso, y cuando «todas y cada una de las víctimas del terrorismo hayan sido reconocidas y tratadas con justicia». «Ese día habrá acabado el terrorismo de ETA y entonces podremos celebrarlo». Y no antes. No ahora.
Por todo ello, los militares reunidos en Madrid hicieron una sola petición a los partidos políticos: que se continúe con «las acciones policiales y judiciales, hasta que se dé un control absoluto e irreversible sobre la banda y sus integrantes».
Desde luego el colectivo habló con conocimiento de causa. Las Fuerzas Armadas han sido objetivo prioritario de ETA durante más de cuatro décadas y han sufrido su violencia en decenas de atentados. Muy pocos militares no tienen en la cabeza la imagen de alguno de sus muchos compañeros que han sido asesinados o heridos por los terroristas. El último, el brigada Luis Conde, muerto en Santoña el 22 de septiembre de 2008 tras estallar un coche bomba.
La declaración de ayer constituye toda una novedad. Estrenando la Ley de Derechos y Deberes de los Militares, en vigor desde el 1 de octubre, Aume, asociación mayoritaria en las Fuerzas Armadas, convocó el primer congreso de este tipo que se celebra en España para debatir una serie de propuestas, entre las que finalmente se incluyó la declaración
IKER RIOJA ANDUEZA / Bilbao
23/10/2011
Marea independentista
Técnicamente, la marcha había sido convocada por el conjunto de los firmantes del Acuerdo de Guernica -Aralar, EA, Alternatiba y otros colectivos políticos y sociales-, pero fue la extinta e ilegalizada Batasuna y sus portavoces más significativos, amén de los colectivos de presos EPPK y Etxerat, los que pronto capitalizaron la manifestación.
Antes de dar comienzo a la peregrinación, que tenía por lema Euskal Herriak konponbidea nahi du (Euskal Herria quiere la solución), los portavoces de los partidos promotores del acuerdo se esforzaron en poner sobre la mesa todas las reivindicaciones de ese documento firmado en 2010, incluida la «reparación de todas las víctimas».
La primera en hablar antes de la multitudinaria manifestación fue Maribi Ugarteburu, de la izquierda abertzale. Manifestó, sin citar a ETA, que «es necesario el reconocimiento de todas las víctimas del conflicto, de absolutamente todas». Además, garantizó que el brazo político del Movimiento de Liberación Nacional Vasco (MLNV), que tradicionalmente ha dado cobertura a las acciones de ETA al negarse a condenarlas, está «embarcada» ya en ese trabajo. Como es conocido, la izquierda abertzale ultima un documento para canalizar la «reconciliación» que, con toda probabilidad, verá la luz antes de las elecciones generales.
También Aralar y EA coincidieron en señalar que, tras el cese definitivo de la violencia anunciado el jueves por ETA, uno de los pasos que hay que dar es la reparación de los damnificados por el terrorismo. Todos ellos, eso sí, pusieron en el mismo nivel otras recetas para la resolución del «conflicto», principalmente «que los estados español y francés se sienten y dialoguen cuanto antes con ETA para dar salida a las consecuencias de décadas de confrontación armada» o que Sortu sea legalizado.
Pero este conjunto de argumentos pronto se diluyeron como un azucarillo. Los simpatizantes de la izquierda abertzale, que abarrotaron grandes avenidas de Bilbao como Autonomía o Hurtado de Amézaga, jalearon casi en exclusiva por los presos y por los «refugiados». Reclamaron un acercamiento y, en ocasiones, una amnistía. Y «sin amnistía, no hay paz», llegaron a cantar en euskara miles de gargantas. Quisieron que este mensaje quedase grabado con pintadas que varios encapuchados realizaron en calles del centro de Bilbao. Se escucharon muy poco las voces de los fieles de Aralar, EA o Alternatiba, que también se movilizaron y que el 20-N irán de la mano de la antigua Batasuna bajo el paraguas de Amaiur.
Un veterano militante de la causa independentista explicó a este periódico que «los presos son lo primero». Según su interpretación de la Conferencia de Paz de San Sebastián, del comunicado de ETA y del Acuerdo de Guernica, si el Estado no mueve ficha en materia penitenciaria, la banda terrorista, a pesar de que dice siempre actuar de forma «unilateral», no abordará su desarme y consecuente disolución.
La manifestación fue una tarde de fiesta para los independentistas. Familias y cuadrillas enteras arroparon a la clase política soberanista. La izquierda abertzale fue capaz de movilizar hasta a sus cuadros más veteranos. Periko Solabarria fue uno de ellos. Cuenta 81 años y tiene una larga trayectoria al servicio del MLNV como diputado en el Congreso y como miembro de la Mesa Nacional de HB. Para él, la tarde de ayer era «especial». Sin la coacción de ETA, entiende, todo serán «facilidades» para que la izquierda abertzale pueda consumar su proyecto político. Pero advierte: «No hay que descartar la lucha armada. Yo sigo considerando que sigue siendo válida». Es la que ha generado, a su juicio, la situación actual, justo como piensa ETA.
Tras la marea independentista de ayer, la izquierda abertzale ya prepara nuevas escenificaciones de su poder. El próximo martes, coincidiendo con el primer Día del Estatuto, ya se ha convocado una jornada reivindicativa paralela. Y se espera un gran despliegue para el 7 de enero en Bilbao
París
23/10/2011
GAL: piden que París 'confiese'
El presidente francés, Nicolas Sarkozy, consideró el viernes que la declaración de ETA es una «victoria de la democracia sobre la violencia», y subrayó que seguirá apoyando a España para garantizar la paz en el País Vasco. Sobre la insistencia de ETA de solicitar un proceso de diálogo directo con los gobiernos de Francia y España, fuentes diplomáticas francesas citadas por Efe reiteraron la posición habitual de París en el sentido de que «Francia siempre ha sido solidaria con España en la lucha contra el terrorismo». En las cárceles francesas hay unos 140 presos de ETA.
La organización ilegal de familiares de presos de ETA Askatasuna pidió ayer a las autoridades francesas que resuelvan la situación de los que llama «prisioneros políticos vascos», tras el anuncio del cese definitivo de la acción armada de la banda terrorista. En un comunicado, Askatasuna también reclama que Francia admita «su plena participación directa en los asesinatos» de los GAL
MIGUEL M. ARIZTEGI / Bilbao
23/10/2011
Gesto por la Paz celebra: «Lo hemos conseguido»
Alrededor de 200 personas respondieron ayer al llamamiento de la organización cívica para celebrar «el final del terrorismo de ETA», una cita en la que las lágrimas de algunos de los presentes evidenciaron el cóctel de sentimientos encontrados que muchos vascos sienten ante el final de la violencia terrorista.Todos quisieron homenajear a las más de 800 víctimas mortales de ETA -«el motor que empujó la deslegitimación del terrorismo»-, y llamaron a «mirar al futuro» a partir de «un análisis crítico de los errores cometidos en estos años». «No puede ser de otra manera, salvo que estemos dispuestos a vivir bajo la sombra del terror permanentemente», recalcaron en un comunicado.
La organización pacifista reunió en la plaza de Arriaga las pancartas tras las que se concentraban sus simpatizantes en diferentes puntos del País Vasco y Navarra tras cada atentado de ETA. Reconocieron que el camino «no ha sido fácil» en una sociedad «adormecida por el terror de las pistolas y las bombas».
Tras mencionar y dar las gracias por el coraje cívico de tantos políticos, jueces, periodistas, y las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado amenazados y asesinados por desempeñar su labor en la sociedad vasca, la organización cívica se felicitó por recuperar «el derecho a vivir en paz y en libertad»
Lo que sigue dando de si, el entramado etarra. Son variopintas las declaraciones, los sentimiento y todo el bla bla bla. Siguen creyendo a unos asesinos que no han soltado el fusil, en vez de combatirlos y encarcelarlos, hallá ellos con sus historietas. Luego que no vebgan con mariconadas y llantos, que todos sabemos lo que pasa, menos ellos, los de siempre.
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