domingo, 23 de octubre de 2011

«Y si mañana veo a un etarra y lo detengo, ¿me cargo el proceso?»


JUANFER FERNÁNDEZ / Vitoria

23/10/2011/El Mundo

Los guardias civiles de Intxaurrondo analizaron el comunicado de la banda en la cafetería del simbólico cuartel, con un centenar de muertos por terrorismo

Miles de horas al servicio de la lucha antiterrorista se sentaron el pasado viernes en torno a las mesas de la cafetería de Intxaurrondo, las del acuartelamiento que, con más 100 muertos a manos de ETA, se ha convertido la instalación de la Guardia Civil que más ha sufrido la embestida de la violencia terrorista. Entre café y café, un guardia lo dejó caer. «Y si mañana veo a uno [terrorista] y lo detengo, ¿me cargo el proceso?», preguntó a sus compañeros.

No fue ése el único foro de debate. También por la mañana, el jefe de la comandancia, el coronel Javier Moreno, el teniente coronel, comandantes, capitanes y tenientes mantuvieron una reunión de urgencia a puerta cerrada. Algo fuera de lo común si no fuera porque la organización terrorista, horas antes, había puesto sobre la mesa el «cese definitivo» de la violencia.

De vuelta a la cafetería, la hora del desayuno se convirtió en una intensa tertulia sobre el comunicado. No hizo falta que los presentes prestasen atención a los dos televisores del bar. Tampoco al ordenador que yace en una de las esquinas. Varios guardias civiles se encargaron de llevar hasta el acuartelamiento algunos ejemplares prensa: EL MUNDO, Abc, El Diario Vasco, Gara y MARCA.

Así, se pudo ver cómo un miembro del Instituto Armado, Gara en mano, alzó la voz y, en una cafetería casi abarrotada, interpeló a los presentes. «¿Habéis leído el editorial?», preguntó en referencia a un texto que reza así: «La histórica decisión de ETA quizá sea, de todas las que tienen que ver con la organización armada, la más celebrada por la sociedad vasca desde la muerte de Carrero Blanco». El agente, que no obtuvo respuesta, añadió: «A buen entendedor...».

Las palabras, precisamente, fueron las protagonistas del debate entre cafés. Además de los guardias civiles, también participaron una patrulla de ertzainas y seis policías nacionales de la Unidad de Intervención Policial, que se trasladaron hasta Intxaurrondo para desayunar.

- «No dicen nada hoy del conflicto americano», entonó un guardia civil.

- «¿Qué conflicto?», le respondió un compañero.

- «Si estos gilipollas no llegan a colonizar América aún habría indios. Hay que llamar a Estados Unidos y sentarnos a debatir todo esto con ellos», bromeó el primero.

En el ambiente distendido que empapó el acuartelamiento donostiarra -«mañana no me pongo el chaleco [antibalas]», llegó a decir entre risas uno de los seis policías- también hubo hueco para las dudas.

El día después del anuncio de ETA sirvió para que los más jóvenes preguntasen a los históricos de la Guardia Civil. Y es que la interpelación más común se enmarcó en aquello de y ahora, ¿qué? Es más, éstas fueron las palabras que un agente lanzó al aire en tono sarcástico: «Y si mañana veo a uno [terrorista de la organización] y lo detengo, ¿me cargo el proceso?».

El tono irónico del agente se enmarca en la preocupación que, según fuentes de la Unidad Antiterrorista de la Guardia Civil, late en las instalaciones de Intxaurrondo desde el jueves. Los agentes saben que aún hay trabajo por hacer, que todavía puede haber situaciones de tensión como la que acabó, el pasado 9 de abril, con un policía francés herido de bala. ETA, pese a estar en tregua, disparó en territorio galo para evitar la detención de dos de sus miembros. Ahora, tras la renuncia a las armas, los agentes actuarán como lo vienen haciendo; pero no pueden evitar preguntarse aquello de ¿y ahora qué?

1 comentario:

  1. Pues claro, no se puede detener a los colegas socialistas de los colegas del desgobierno que no es socialista, me explico???.
    Pero aún con eso, no pasa nada, hay tenemos al faisán medio asado y sin meter bocado nadie.
    Pais de pandereta.

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