La Encuesta de Población Activa (EPA) reveló ayer un dato brutal: ya hay en España casi cinco millones de parados. Y el Gobierno intentó endosárselo al PP.
El Ejecutivo se movilizó para apoyar las tesis del candidato del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, y culpar del peor verano de la Historia en materia de empleo a los recortes iniciados en las autonomías gobernadas por el PP. Sin embargo, según la EPA, el número total de empleados públicos ha crecido en 3.100. Y fue gracias a las regiones, que contrataron a 12.000 funcionarios más.
Según las cifras facilitadas ayer por el INE, el tercer trimestre del año pasará a la Historia por el cúmulo de récords negativos para el mercado laboral. El paro registró el segundo peor dato en verano desde que hay series estadísticas, tras el de 2008 (217.300). Ese alza en 144.700 personas es, por ejemplo, el doble de la que se obtuvo en el mismo trimestre hace un año. Y situó el desempleo total en su nivel más elevado: 4.978.300 personas.
La tasa de paro creció en seis décimas, hasta el 21,52%. Desde el último trimestre de 1996 no se registraba una cifra similar (21,60%). Sin embargo, la diferencia es que hace 15 años se producía este índice cuando empezaba a reducirse el paro y ahora es al contrario. El porcentaje actual está ya sólo a tres puntos del récord del 24,55% registrado en el primer trimestre de 1994, con Felipe González en La Moncloa.
Y que la economía camina hacia la recesión lo confirma la destrucción de 146.700 puestos de trabajo en este periodo (1.631 empleos diarios). Se trata del peor registro en 25 años, es decir, desde que hay datos oficiales. Así, desde 1976 sólo se ha destruido empleo entre julio y septiembre en ocho ocasiones, pero nunca habían desaparecido de golpe casi 147.000 empleos, como ha sucedido ahora. Esta cifra es más del doble que la de hace un año (69.900).
En total, sólo quedan 18,1 millones de empleos de los 20,5 millones que había al inicio de la crisis en el tercer trimestre de 2007. El descenso de puestos afectó más a las mujeres (114.000 ocupadas menos) que a los hombres (32.800 menos). Por edades, se observa que el único trabajo que hay es temporal, ya que la ocupación creció entre los jóvenes menores de 25 años. Así, aumentó el número de contratos temporales en 47.600, pero a la vez descendió en 160.600 la contratación fija.
En cuanto al paro, el descenso en 2.100 personas de la población activa contribuyó a evitar un mayor aumento. La población en edad laboral creció en este periodo en 6.600 personas. Es decir, los trabajadores, desencantados por la situación actual, no señalan su intención de trabajar, porque saben que no van a conseguir empleo alguno. Por tanto, el paro sube menos.
Y que la desmoralización está proliferando en el mercado laboral lo demuestra otro dato: casi la mitad (el 48,2%) de los actuales parados llevan más de un año buscando empleo.
El desempleo afectó a todos los sectores productivos, salvo en la industria, donde bajó en 23.400 personas. En cambio, en los servicios aumentó en 45.900 más; 26.000 más en la construcción; y 7.400 en la agricultura.
A la vez, volvió a crecer, tras un ligero descenso en el segundo trimestre, el número de hogares que tiene a todos sus activos en paro. Ya hay 1.425.200 familias, 57.700 más que hace tres meses, que tienen a todos sus componentes sin trabajo. Representan el 8,2% de los 17,3 millones de hogares españoles.
El Gobierno, aunque calificó los datos de la EPA de «dramáticos» y «negativos», intentó ayer culpabilizar al PP en plena campaña electoral.
El ministro de Trabajo, Valeriano Gómez, y el Ministerio de Economía achacaron la casi totalidad del aumento del paro a la destrucción de empleo público. Campa aseguró que el desempleo de este trimestre «muestra las consecuencias más dramáticas del proceso de reducción del déficit público de las administraciones que llevan a cabo las comunidades autónomas y los ayuntamientos». Mientras, Gómez puso cifras a ese recorte. «El factor diferencial ha sido el comportamiento del empleo público», señaló en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros. «Se han reducido 40.200 personas, sobre todo en las administraciones local y autonómicas», matizó.
Sin embargo, según los datos de la EPA, el empleo público creció en este trimestre en 3.100 personas. La información oficial señala que el número de estos empleados pasó de 3.217.500 en el segundo trimestre del año a 3.220.600 en el segundo. Fue como consecuencia de un aumento de 12.500 trabajadores en las autonomías y de 6.900 en las empresas e instituciones públicas, así como de 5.000 más en los adscritos a la Seguridad Social (muchos de ellos trabajan para las autonomías). Y también de una reducción de 5.000 en la Administración Central; 18.500 en los ayuntamientos (tienen más personal laboral que funcionario); y 1.900 en empleados públicos calificados de otro tipo.
Por toda explicación a este desfase, el Gobierno facilitó un estadillo de la EPA, que no figura en la información oficial, sobre la variación del empleo. En él, efectivamente consta que en el epígrafe Administración Pública y Defensa; Seguridad Social obligatoriahay 40.200 personas menos trabajando. Sin embargo, esa información utilizada por Gómez es un dato aislado de los 85 que comprende el conjunto de epígrafes del INE. De éstos, 46 señalan descensos de empleo en el conjunto de la población, entre ellos el que mencionó Gómez, mientras que otros 39 indican aumento de empleo. Y curiosamente entre ellos figuran epígrafes asociados al empleo público que omitió el ministro de Trabajo para calcular el número neto de empleo.
Por ejemplo, en actividades sanitarias el empleo aumentó en 61.700 personas; en actividades postales y de correo (16.500 más); en actividades de seguridad (12.100); en servicios de comidas y bebidas, relacionados con los comedores de los colegios, hay 18.900 más; y, por ejemplo, en actividades de bibliotecas y museos aparecen casi mil más, así como 2.500 más en actividades veterinarias.
Y, como era de esperar, en esta línea se pronunció el candidato socialista, Alfredo Pérez Rubalcaba. Señaló que las cifras de la EPA «demuestran que no sólo hay que aplicar políticas de austeridad». «Con austeridad sólo, no salimos. Con austeridad sólo, no vamos a crear empleo y la austeridad conduce a datos de desempleo inaceptables», añadió, en clara referencia a la política de ajuste anunciada por el PP en las autonomías.
Sin embargo, el ex vicepresidente y ex portavoz del Gobierno se olvidó de recordar la «arriesgada opinión» que manifestó en abril al analizar los resultados de la EPA del primer trimestre. «Creo que EPA (había aumentado el paro en 214.000 personas) marca un máximo. A partir de ahora, el número de parados irá bajando y bajando. Vamos a crear empleo porque la economía está creciendo», dijo. En aquel momento, ya estaba en marcha el plan de austeridad del Gobierno para bajar el déficit.
Por si tenía dudas Rubalcaba de la herencia que deja el actual Gobierno, el ministerio de Economía situó ayer en la web el dato del paro desestacionalizado. Así, según estas cifras, corregidas de calendario, el paro creció en 287.400 personas en este trimestre, el doble de lo que dice la EPA, y el paro alcanzó a 5.095.200 personas.
La herencia de Zapatero
>Parados. Cuando José Luis Rodríguez Zapatero llegó al poder en 2004, el número de desempleados rozaba los 2,1 millones. El ganador del 20-N, se encontrará un país con 2.885.000 parados más.
>Tasa de paro. En el segundo trimestre de 2004, el porcentaje de desempleados era del 10,93%. Los datos de ayer elevan la cifra hasta el 21,52%, tasa que no se alcazaba desde el cuatro trimestre de 1996.
>Jóvenes. Al inicio de la crisis, el 27,14% de los trabajadores entre 16 y 19 años no tenía trabajo. Hoy la cifra llega al 60,49%.
>Funcionarios. A pesar de la reducción de 2010, el número de trabajadores públicos ha crecido en casi 300.000 desde 2007. Se trata del número más alto de la historia con un coste de 125.000 millones
5 millones de razones para hacer reformas
Me han contado la siguiente historia que explica muy bien lo que nos pasa: un empresario, propietario de la fábrica X, tiene dos centros de trabajo, uno en Estados Unidos y otro en España. En esos centros fabrica cinco productos distintos. Cuando llegó la recesión de 2008, dos de sus productos perdieron rápidamente demanda y dejaron de ser rentables, un tercero quedó tocado y dos permanecieron casi intactos.
Nuestro hombre tomó una serie de decisiones en su planta de EEUU: primero, reorganizó todas las subcontratas que tenía, suprimió la mayoría y sólo mantuvo las esenciales para poder reunir toda la manufacturación de sus productos en sus propias instalaciones.
En segundo lugar, reorganizó las líneas de producción para que sus empleados se concentraran en los tres productos que aún tenían acogida en el mercado. Y tercero, recortó todos los gastos suntuarios.
El resultado fue que la mayoría de los empleos situados en EEUU sobrevivieron a la caída de las ventas.
Veamos lo que pasó en el centro situado en España cuando se aplicaron las mismas medidas. Primero, el plan de reducción de las subcontrataciones no se pudo llevar a cabo porque el Estatuto de los Trabajadores le transfiere al empresario contratante todas las obligaciones salariales que el subcontratista no pueda cumplir. En fin, el coste de romper esos contratos era tan oneroso y el horizonte judicial tan tenebroso, que esa medida no se pudo aplicar.
Cuando nuestro empresario intentó reconfigurar las líneas de producción se encontró con que cualquier cambio en la movilidad funcional tenía que recibir la aprobación sindical y había que encuadrarlo en la negociación del convenio colectivo. En fin, que las conversaciones podían tardar meses. Al final, la única medida factible era recortar en gastos suntuarios, pero éste era un ahorro muy limitado, y en ella no se podía incluir a los liberados sindicales. Ante la tesitura de tener que seguir perdiendo dinero fabricando unos productos que ya nadie quería, el empresario cerró el centro en España y se perdieron todos los empleos.
Es verdad que EEUU sufre una de las mayores tasas de desempleo de su historia (el 9,1% en septiembre), pero nada es comparable al récord alcanzado ayer en España. Nunca tantos españoles estuvieron sin trabajo.
Esta máquina de destruir empleo está perfectamente descrita en el Estatuto de los Trabajadores. Los principales responsables de que la trituradora esté en marcha son el timorato Gobierno, que hizo reformas laborales inútiles e incompletas y los sindicatos que le hicieron el juego y siguen cuidando sus privilegios.
La escalada del paro no se ha detenido en esta nueva fase de la crisis económica que estamos encarando. Probablemente el futuro Gobierno, aunque acierte en todo lo que haga, verá cifras que superen los 5,3 millones de desempleados en el segundo trimestre de 2012, que es cuando probablemente alcancemos el peak del paro. Una de las pocas reformas audaces y con sentido sería que en todas aquellas empresas de menos de 100 o de 50 trabajadores, el pacto entre empresarios y trabajadores prevalezca sobre la paralizante regulación laboral.
john.muller@elmundo.es
¿Por qué no 'estalla' la calle?
Un 21,5% de la riqueza procede del dinero que mueve la economía sumergida
«Las crisis sociales son crisis morales». Lo dijo hace más de un siglo el sociólogo francés Émile Durkheim. En España, además, hay «una crisis de confianza», en palabras de Alfredo Rodríguez, profesor de Sociología de la Universidad de Navarra. Los 4.978.300 parados que registra ya la Encuesta de Población Activa sufren un estado de «perplejidad» que les impide salir a la calle a protestar por su situación. Sus expectativas sobre el Estado del Bienestar se frustraron y la «apatía» se apoderó de gran parte de ellos.
¿Qué les pasa a los españoles? Pregunta sencilla de plantear, pero difícil de contestar. «Los ciudadanos han perdido la confianza porque no se cuenta con ellos para nada», advierte el profesor Rodríguez. Lo peor es que piensan que España vive una situación similar a la que se produjo hace 17 años, cuando el país alcanzó la tasa de paro más elevada de su Historia, un 22,55%, pero «el paraguas familiar pudo soportar la situación».
PP y PSOE discrepan sobre la causa del paro
Rubalcaba dice que es fruto del exceso de ahorro y Rajoy clama por más contención
Un mismo dato nefasto: el paro roza los cinco millones de parados en España. Y dos diagnósticos absolutamente enfrentados. El del candidato socialista, Alfredo Pérez Rubalcaba, apunta que la principal causa de estas malísimas cifras es la austeridad excesiva: «La austeridad hay que aplicarla, pero sólo con austeridad no vamos a crear empleo. La austeridad en exceso conduce a estos datos de desempleo intolerables», dijo ayer desde El Hierro (Canarias).
En consecuencia, el candidato del PSOE a la Presidencia del Gobierno abogó por «poner en marcha políticas de reactivación económica, que son las que crean empleo», dijo, y no tanto por un ahorro a toda costa que ahoga la economía, como viene denunciando durante la precampaña.
Desde el otro lado, el candidato del PP, Mariano Rajoy, hizo el análisis opuesto. Lo que se necesita es más austeridad aún.
«El mayor enemigo de las políticas sociales es ser mal gestor de la economía», aseguró Rajoy rotundo desde Avilés (Asturias); «aquí se han congelado por primera vez pensiones porque no se ha creado empleo».
Además, Rajoy previno a los españoles frente a los «cantos de sirena» de los socialistas. «Los que más daño hacen son los incapaces de una política económica sensata y acorde a los tiempos que corren», afirmó.
Como fórmulas básicas contra la crisis, el candidato popular subrayó ayer tres: «No gastar lo que no se tiene», la reestructuración y saneamiento de las instituciones financieras y la ley de emprendedores, amén de una nueva reforma laboral, sobre la que, de nuevo, no dio detalles.
«Lo que nos viene por delante no es fácil», advirtió, antes de manifestar que «tenemos ganas, ilusión y fuerza» y de pedir a «todos los españoles» que se sumen al proyecto nacional de crear empleo.
«Los españoles han demostrado que, cuando se generan condiciones y hay un gobierno normal, sensato y razonable, se arreglan las cosas», señaló.
«España necesita un cambio como el comer»
MARIANO RAJOY
Culpa a la reforma laboral socialista del dato del paro
Pese a la tragedia de los datos, la Encuesta de Población Activa (EPA) le vino ayer como anillo al dedo al líder del PP, Mariano Rajoy, para recuperar su discurso sobre la crisis y desviar la atención sobre el escenario derivado del comunicado del fin de la actividad armada de ETA. Rajoy se rasgó las vestiduras con los «casi cinco millones de españoles que quieren trabajar y no pueden» (nunca habla de parados). Y con el mal dato del desempleo, recobró el eje de su discurso electoral. Así, el candidato popular culpó al Gobierno y a su reciente reforma laboral, a la que hizo responsable del dato más relevante de la EPA, a saber, y según su valoración, la destrucción de empleo indefinido.
El paro, según afirmó en Avilés (Asturias), «ha subido un 8,8% en un año, casi cinco millones de españoles que quieren trabajar y no pueden». «Éste es el balance y no otro del Gobierno de España y del PSOE que lo ha apoyado: más de un 21% de españoles que quieren trabajar y no pueden», dijo ante decenas de militantes del partido. Según explicó Rajoy, los meses de julio, agosto y septiembre «forman el trimestre en que hay más contratos de trabajo y, de hecho, pese a la crisis, en 2009 y 2010 creció el empleo»; sin embargo, «este año se han perdido 144.700 contratos, de los cuales 114.000 son de mujeres», dijo.
Sea como fuere, según Rajoy, «lo más grave es que se han perdido, sobre todo, contratos indefinidos». «Es la consecuencia de la reforma laboral del PSOE», concluyó. Pero, por encima de los datos y de la crítica a las reformas puntuales del Ejecutivo socialista, Rajoy se agarró a los datos de la EPA para sentenciar que «así no se puede seguir» y que «ésta es la primera razón para el cambio político». «España», enfatizó, «necesita un cambio político como el comer».
Frente a la campaña socialista, Rajoy afirmó que «esto no es un lío entre partidos, ni una pelea, como reza el lema socialista, sino una tarea que compete a todos los españoles. Y el PP se brinda, pero necesita estar muy apoyado, un gobierno fuerte, que muchos españoles se sumen a nuestro proyecto político, aunque no estén de acuerdo con todo. Y luego habrá que buscar complicidades y dialogar. No es momento de peleas y broncas. La política de firmeza es compatible con la tolerancia y el diálogo».
Así, un gobierno fuerte y dialogante, con una tercera característica a la que ayer se comprometió en Asturias: el diálogo social. «Crear empleo, que es lo que quiere la gente», dijo repetidamente. «Crear empleo es la base de las políticas sociales».
«Sólo con austeridad no vamos a crear empleo»
ALFREDO PÉREZ RUBALCABA
Admite que la EPA es «muy mala, sin paliativos»
«Los datos de la EPA son malos, muy malos sin paliativos», admitió el candidato del PSOE a la Presidencia del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba, en una conferencia de prensa en la isla canaria de El Hierro.
Pero, a continuación, Pérez Rubalcaba achacó gran parte de la culpa de estas cifras a que se está imponiendo una austeridad excesiva para controlar la deuda y el déficit público, lo que, en su opinión, es un claro error político, como lleva denunciando toda la precampaña electoral.
Rubalcaba explicó que la inestabilidad financiera en la Unión Europea ha llevado a que la economía esté parada en países como Alemania y Francia, «y, por tanto, la española también está parada», dijo.
Por ello, abogó por aplicar no sólo políticas de austeridad, sino que, en su opinión, «es necesario poner en marcha políticas de reactivación económica, que son las que crean empleo».
Y añadió, ante una pregunta directa sobre la Encuesta de Población Activa: «La austeridad hay que aplicarla, pero sólo con austeridad no vamos a crear empleo. La austeridad en exceso conduce a estos datos de desempleo intolerables».
No obstante, el candidato apoyó las medidas económicas adoptadas por Europa el pasado miércoles, y criticó con dureza la posición del candidato del PP, Mariano Rajoy.
Para Rubalcaba, las críticas de Rajoy contra el Gobierno demuestran que «sigue haciendo lo mismo. Jamás hace nada por España».
El candidato socialista le recordó a su adversario que podría haber descolgado el teléfono para «llamar a su amiga Angela Merkel o a su amigo Nicolas Sarkozy», pero, en su opinión, se limita a estar «simplemente esperando a que las cosas le vayan mal a España. Es su única obsesión».
Pérez Rubalcaba no paró ahí, en la que fue la crítica más dura que le hace a Mariano Rajoy desde que es candidato. En su opinión, el líder del Partido Popular «trata de sacar unos votos ante cada cosa que pasa, en lugar de echar una mano».
Además, dijo que el acuerdo pretende resolver que los bancos tengan crédito, y explicó que el candidato del PP debería saber que se busca «resolver el problema del dinero que reciben los bancos, porque desde julio los bancos españoles no han logrado crédito y, por tanto, no han podido dar crédito».
«Sin crecimiento ni empresas de éxito, poco podemos hacer»
En un discurso inhabitual, el Príncipe teme que se extienda «el fatalismo»
El Príncipe Felipe de Borbón mostró ayer su temor por que se extienda lo que llamó «el fatalismo» y lanzó una auténtica arenga a los empresarios tras la subida del paro en España en un discurso que muchos asistentes consideraron de mayor calado que el institucional habitual. «Sin crecimiento, ni empresas que tengan éxito y apuesten y tiren del empleo, poco podemos hacer», manifestó, en un mensaje que se interpretó como una advertencia al Gobierno actual y al futuro sobre la necesidad de recuperar cuanto antes la economía.
Don Felipe admitió que «el panorama podría generar fatalismo», pero que hay que «huir» de él. En su opinión, «la creación y recuperación del empleo, especialmente del empleo joven, es lo más urgente, lo que más preocupa, el problema que más ansía todo el mundo ver resuelto y lo que más necesita el país para percibir una mejoría general».
En su intervención para clausurar el congreso anual de la Confederación Española de Directivos y Ejecutivos (Cede) en Bilbao, Don Felipe se dirigió directamente a los centenares de asistentes: «Es necesario que mantengáis un liderazgo capaz de transmitir la serenidad y el optimismo imprescindibles para inspirar el trabajo de los demás miembros de la empresa. No debéis bajar la guardia».
«Nunca me cansaré de pediros que abanderéis las actitudes optimistas y comprometidas, propias de emprendedores, que nos permitirán encauzar favorablemente al futuro. Ánimo y adelante», manifestó ante un auditorio en el que figuraban, entre otros, el presidente de Telefónica, César Alierta; el de la Caixa y Cede, Isidro Fainé; el de Iberdrola, Ignacio Galán; el de Repsol YPF, Antonio Brufau; el de IAG (matriz de Iberia), Antonio Vázquez, o el de Telecinco, Alejandro Echevarría. Previamente, Don Felipe mantuvo
Europa nos maltrata
Al margen de lo complicado que es entender lo que sucede en la economía, se tiene la sensación de que los españoles estamos recibiendo un tratamiento injusto por parte de los que ahora mandan en la Unión Europea. Nuestros medios de comunicación destacan las diferencias entre las consideraciones que recibe Grecia, por ejemplo, y la severidad con la que se juzga a las instituciones españolas. Durante el franquismo se explicaba la marginación de España, pero ahora la democracia impera aquí de una forma similar a como funciona en las restantes democracias del continente. Habría que buscar otra explicación del maltrato. Es cierto que las soberanías nacionales son, en todas partes, soberanías obedientes, o sea que no son auténticas soberanías. Las decisiones importantes se toman fuera de cada uno de los estados europeos. En estas instituciones supranacionales no se respeta, como es debido, a España. Esto nos duele
Varias fechorías de estos que dicen ser socalistas, que no lo son, porque si no, no maltratarían a España como lo hacen.
ResponderEliminarUna ruina insalvable es lo que han hecho de este país.