Limita los cargos de libre designación a la cúpula de la dirección general y los jefes superiores, en una sentencia que podría afectar a unos 6.000 agentes
- julio á. Fariñas
- redacción / la voz de Galicia.es
- 6/9/2011
La discrecionalidad de los políticos de turno para cubrir a dedo los principales puestos de responsabilidad en el seno del Cuerpo Nacional de Policía se ha acabado. Así lo impone una sentencia de la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Supremo que desestima el recurso presentado por la Abogacía del Estado contra el fallo dictado hace dos años por el Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM), que anulaba el catálogo de puestos de trabajo elaborado durante el mandato de José Antonio Alonso como ministro del Interior y que entró en vigor el 1 de enero del 2007.
La sentencia del Supremo es la tercera que se pronuncia en tal sentido. Antes lo hizo el TSJM ante sendos recursos presentados por el Sindicato Unificado de la Policía (SUP) y el Sindicato Profesional de la Policía (SPP) y posteriormente la Audiencia Nacional al resolver otro de la Confederación Española de Policía (CEP).
Las tres coinciden en que por libre designación solo se pueden cubrir los puestos de los niveles 29 y 30 (la junta de gobierno de la Dirección General de la Policía y los jefes superiores) y pocos más. Para los demás casos la libre designación habrá de tener carácter excepcional y además será preciso que cada nombramiento vaya acompañado de una memoria justificativa -no es admisible una argumentación de carácter genérico-.
«Puestos de libre designación dentro del Cuerpo Nacional de Policía siempre han existido, pero en los últimos cuatro años se han incrementado de manera excesiva. Cerca de 6.000 se han cubierto por el sistema de libre designación desde la entrada en vigor del catálogo en enero del año 2007. Eso no ocurre en el resto de la Administración, por eso lo recurrimos», explicó a La Voz de Galicia José María Benito, portavoz del SUP.
El fallo, según señala Ignacio López, secretario general del CEP, es un «aviso a navegantes» que obligará a revisar en profundidad el actual catálogo de puestos de trabajo.
La cobertura de vacantes por libre designación se hizo extensiva, en algunos casos, a la categoría de inspectores, especialmente tras los atentados del 11-M.
Haber si lo cumplen, que esa es otra.
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