P. HERRAIZ / S. PERUGA / Q. ALSEDO
15/09/2011/El Mundo
A las 10.30 horas estaba durmiendo, o al menos echado dormitando, en el parque Salvador Madariaga, entre la Mezquita de la M-30 y el tanatorio, según testigos presenciales: «Es un tipo muy grande, pero muy tranquilo, que suele dormir ahí», explicaba el vigilante de la mezquita.Media hora después, arramplaba con el arma de dos policías, le arreaba a otro con un madero arrancado de un banco, le causaba a otros tres heridas con un machete que blandía sorpresivamente, estaba a punto de matar a uno de un disparo que terminaba en su chaleco antibalas y eran necesarios seis agentes para reducirle.
Esto es una vergüenza, que pasen estas cosas clama al cielo. Ni que decir tiene, que toda la culpa la tiene la DGPGC, que con su prepotencia y falta de diálogo, al final siempre paga el más débil, el policía. Antes cuando había dinero, no querían comprar los chalecos, y ahora la excusa es que no hay dinero para comprar para todos. Es una burla a los policías y a la sociedad en general.
ResponderEliminarOtra cosa que se adolece, es la falta de preparación, hoy en día salen con mucho estudio, pero excasa preparación en temas cotidianos como el que nos ocupa, parece que la enseñanza es light, y se tiene miedo a decir de verdad, lo que se debe de hacer en intervenciones de este tipo. Porque primero es el policía, y depuués lo que venga, y dejarse de tantas mariconadas.
Espero que los compañer@s, se recuperen pronto y bien.