LUIS ÁNGEL SANZ / Madrid
14/09/2011/El Mundo
Nacho Tineo tiene 43 años y lleva los últimos 15 rompiendo las papeletas electorales en trocitos, metiéndolos en un sobre y depositándolo luego en una urna. Los suyos son algunos de los miles de votos nulos de cada elección. Está contra los partidos políticos y el sistema electoral. Pero ayer, por primera vez, una diputada le recibió en su despacho y le escuchó. Tras 10 minutos de charla con ella, le aseguró que acababa de encontrar «un ápice de esperanza».
Este miembro del Movimiento 15-M no fue la excepción. La portavoz de Unión Progreso y Democracia (UPyD), Rosa Díez, abrió las puertas de su despacho a todo el que quiso plantearle sus inquietudes, dudas o propuestas en una iniciativa sin precedentes. Tras verlo anunciado en la página web del partido y en algunos medios de comunicación, 35 personas se acercaron a la sede de UPyD en Madrid (en la calle Cedaceros, junto al Congreso) para hablar con la diputada.
Sin cita previa y por orden de llegada, Díez recibió de 11.30 y hasta las 14.15 horas a 15 personas (estuvieron una media de 10 minutos cada uno). Los otros 20 no pudieron pasar por falta de tiempo, ya que el Pleno del Congreso empezaba a las 16.00 horas. Todos fueron citados para el próximo martes a las 11.00.
Con la sola presencia de su jefe de gabinete, Francisco Jerez, Díez escuchó en su despacho a empresarios, profesores, un inventor, una médico, autónomos, funcionarios, al miembro del Movimiento 15-M...
Y para no convertirlo en un espectáculo mediático, Rosa Díez no permitió hacer fotografías, ni tomar imágenes a los periodistas, a pesar del enfado de los informadores.
Algunos de los 15 ciudadanos que llegaron antes a la sede -el primero apareció a las 9.30, aunque las citas no empezaban hasta las 11.30- le plantearon su problema personal. Otros le hablaron de política general, del modelo de Estado o hasta de las alianzas que deberá establecer UPyD tras las elecciones.
Alberto, empresario, le dijo, por ejemplo, que UPyD debería ser «bisagra» del próximo Gobierno para «moderar ya sea al PP o al PSOE».
Eduardo Tavera, el primero en entrar y ex militante del PP «enfadado» con Rajoy, se afilió a UPyD nada más salir. Otros dos dieron sus datos para colaborar con el partido.
María Dolores Mesa, de 56 años, se desplazó a Madrid desde Cádiz sólo para hablar con Díez y contarle su problema con la Tesorería General de la Seguridad Social. Y Jorge y Ana, un matrimonio de profesores, le plantearon que están de acuerdo con que la educación sea devuelta al Estado. Al salir, los dos se mostraban entusiasmados tras haber sentido «por primera vez» que un político les había escuchado.
Todos se quedaron encantados. Y Rosa Díez también. La líder de UPyD aseguró que la experiencia había sido «muy enriquecedora» y prometió que desde ahora la repetirá, como mínimo, dos veces al mes. «Esto demuestra», aseguró, «que no es cierto que a los ciudadanos no les interese la política; de lo que carecen es de instrumentos para tener una relación con la política y los políticos y para sentirse escuchados»
Pues muy bien, que se vayan enterado lo que es un partido, no los del bipartidismo, siempre con lo mismo.
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