El juez Ruz encuentra indicios para dictar la imputación del ministro Camacho en otoño

• 17-07-2011 | La Gaceta

  La competencia para juzgarle es del Supremo por ser miembro del Gobierno. El magistrado pedirá que se amplíe seis horas –tres anteriores y tres posteriores– el tráfico de llamadas del chivatazo a ETA.

• D. C. Madrid
  Uno de los mayores escándalos político-policiales de nuestra democracia, conocido como el caso Faisán o el chivatazo a ETA, puede dar un giro de 180 grados durante el otoño. Fuentes jurídicas consultadas por LA GACETA han asegurado que “el magistrado de la Audiencia Nacional, Pablo Ruz, que investiga este oscuro asunto, está buscando indicios de delito para procesar al actual ministro del Interior, Antonio Camacho, por su implicación en el chivatazo a ETA”. Estas mismas fuentes han aseverado que “el juez pedirá como prueba que se amplíe seis horas –tres anteriores y tres posteriores– el tráfico de llamadas en torno al chivatazo”.

  De momento, lo que se ha conocido es el procesamiento de la cúpula policial de Rubalcaba por presuntos delitos de colaboración con banda armada y revelación de secretos. El próximo martes Enrique Pamiés, José María Ballesteros y Víctor García Hidalgo acudirán a la Audiencia Nacional para que el juez Ruz le comunique personalmente su procesamiento.

  La posible acusación de Camacho no es baladí. Primero, porque “al imputar a un miembro del Gobierno, que tiene el privilegio procesal de ser aforado, el enjuiciamiento corresponde a la Sala Penal del Tribunal Supremo”, explican fuentes jurídicas. Y segundo, porque “arrastraría al Alto Tribunal todo el sumario investigado por Ruz, es decir, que Pamiés, Ballesteros y García Hidalgo también serían juzgados por dicho tribunal al tratarse de presuntos hechos delictivos que están dentro del mismo sumario”.

  Así las cosas, “si el juez encontrara elementos incriminatorios en Camacho, al ser aforado, elevaría una consulta a la Sala Penal del Tribunal Supremo para preguntarle si aceptan el caso y si quieren quedarse con la competencia”, explican fuentes jurídicas. A continuación, el Supremo tiene varias posibilidades para contestar. “Lo normal es que se quedara con el sumario para enjuiciarlo. Pero también puede decirle a Ruz que siga buscando más elementos delictivos contra Camacho porque no están suficientemente justificados”, señalan.

  La situación política del ministro del Interior podría complicarse con su posible imputación, ya que es muy probable que “coincida con la campaña electoral de las elecciones generales. Algo que sin duda complicaría mucho su carrera política”, apuntan. De momento, hace unos meses Camacho logró eludir que la Audiencia Nacional le llamara a declarar como testigo para declarar por el chivatazo a ETA. Y es que de la investigación judicial resultó que había tres números de teléfono cuya titularidad corresponde a la Subsecretaría del Ministerio del Interior. El número fijo es el de la centralita del ministerio y de los dos móviles, uno parece ser que es de un asesor de Camacho y el otro que habitualmente, según la Comisaría General del Información, está a nombre de un inspector del Cuerpo Nacional de Policía.

  En este contexto de esconder la presunta responsabilidad penal de Camacho, no es de extrañar las maniobras de la Fiscalía para quitarle a Ruz la competencia y trasladar el caso a un juzgado de instrucción de Irún. En este sentido, se ha sacado una circular de obligado cumplimiento para los fiscales para exigir la “adhesión ideológica” como requisito del delito de colaboración con banda armada.

  Cena con jueces
  No hay que olvidar que el juez Ruz sigue trabajando sin prisa pero sin pausa. “Es una persona muy lista y está esperando recabar toda los datos contra Camacho para procesarle”, señala un destacado miembro de la Fiscalía. Ruz está muy metido con la investigación del chivatazo a ETA, por lo que apenas le queda tiempo para actos sociales. De hecho, “el pasado martes por la noche no asistió a la cena que ofreció el ministro por su toma de posesión. En cambio, sí acudieron los magistrados de la Audiencia Nacional Fernando Grande-Marlaska y Santiago Pedraz”, comentan.

  Con todo, el titular del Juzgado Central de Instrucción número 5 de la Audiencia Nacional sigue practicando diligencias porque con el auto de procesamiento no se acaba la investigación. Para cerrar la fase de instrucción y elevarlo a la Sala Penal de la Audiencia es necesario que se dicte un auto de conclusión del sumario, que puede estar listo en las próximas semanas.

  Una vez que la Sala reciba el sumario, dará traslado a las partes personadas en el procedimiento para que presenten sus respectivos escritos de acusación. Lo mismo hará con la defensa y el Ministerio Fiscal para que soliciten la absolución de sus clientes.

  Como telón de fondo está la colaboración de la juez antiterrorista francesa Le Vert con la documentación que en su día le remitió a Ruz. “Parece ser que hay bajo secreto sumarial más materia sobre las conversaciones telefónicas”, apuntan.

  Por otra parte, “existe bastante preocupación en el Gobierno socialista con que los tres policías imputados se vengan abajo y tiren de la manta para contar con detalle todo el caso Faisán”, señalan fuentes políticas. Para ello, “se está ofreciendo promesas muy seductoras para que aguanten el tirón”.