jueves, 19 de mayo de 2011

'A Gregorio, ETA le impidió presentarse y ahora ellos entrarán por la puerta grande'


M. MARRACO / Madrid

19/05/2011 / El Mundo

«Esta lista ya no podrá repetirse. Que Gregorio Ordóñez no pudiera concurrir a esas elecciones municipales fue decisión de ETA». Ana Iríbar, viuda del político popular, pronunció ayer esta frase mientras exhibía la papeleta en la que su marido aparecía como número uno al Ayuntamiento de San Sebastián. Lo hacía momentos después de asistir en la Audiencia Nacional a un nuevo juicio por el asesinato.

La viuda de Ordóñez lamentó que, a diferencia de su marido, ETA sí va a poder concurrir, gracias a la «imperdonable» decisión del Tribunal Constitucional sobre Bildu. «Para satisfacción de ETA, que mataba a sus adversarios políticos, ETA ocupará los ayuntamientos y lo hará por la puerta grande», afirmó, según informa Efe.

Entre los asistentes a la rueda de prensa se encontraba la ex dirigente del PP vasco María San Gil, que acompañaba a Ordóñez cuando le mataron y que acababa de declarar como testigo. Además, varios dirigentes del PP de Madrid, entre ellos la presidenta de la Comunidad, Esperanza Aguirre, se acercaron a la puerta de la Audiencia para dar su apoyo a los familiares de la víctima.

Dieciséis años después del asesinato, la Audiencia Nacional dirime si Juan Ramón Carasatorre fue uno de los etarras que el 23 de enero de 1995 mató a Ordóñez en un restaurante de San Sebastián. Ante la Sección Primera, San Gil declaró que no era capaz de recordar el rostro del terrorista. «Gregorio cayó al suelo, salí corriendo detrás del agresor, pero no me acuerdo de su cara», declaró San Gil.

Tampoco Valentín Lasarte, ya condenado por estos hechos y que también compareció como testigo, reconoció a Carasatorre. Lasarte está fuera de la banda y haciendo méritos para lograr permisos penitenciarios, pero no tanto como para delatar claramente a sus ex compañeros.

Lo que sí hizo fue ofrecer datos que el tribunal podría emplear para dictar condena. Por ejemplo, que Carasatorre y Txapote -condenado en un juicio anterior- eran miembros del comando Donosti, y que se alojaban en el piso que él había alquilado. También declaró haber hecho las vigilancias para matar a Ordóñez, aunque dijo que no recordaba si, en concreto, el acusado había sido uno de los que cometió el asesinato. «No recuerdo los hechos concretos, sólo sé que ellos formaban parte del grupo, pero no recuerdo su participación concreta», declaró.

Precisamente empleando datos como esos, la propia Sección Primera condenó ayer a 19 años y cuatro meses de prisión a Txapote y Carasatorre, esta vez por ametrallar unas viviendas militares de San Sebastián en junio de 1995. En el juicio celebrado ayer, el fiscal del caso, Daniel Campos, reclama para Carasatorre otros 30 años de prisión por el asesinato a Ordóñez.

La Audiencia Nacional dictó ayer otra sentencia que condena a Ainhoa García Montero a 140 años de prisión por un atentado en 2001, de nuevo en San Sebastián, contra el edil del PSE Iñaki Dubreuil. El coche bomba colocado en Martutene mató a dos trabajadores de la empresa Elektra e hirió a otros seis. El ex dirigente etarra Ibón Fernández Iradi, Susper, juzgado por los mismos hechos, ha resultado absuelto.

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