jueves, 28 de abril de 2011

Habla el Siniestro




27 de Abril de 2011 - 18:32:12 - Luis del Pino


Atentos, que ha hablado el Siniestro.

Ante el escándalo suscitado por la excarcelación del etarra Troitiño, el Siniestro amenaza hoy al Partido Popular con los rigores de una nueva derrota, en caso de que a algunos de sus miembros se les ocurra seguir preguntando cómo es posible que el asesino de 22 personas haya sido liberado con seis años de anticipación.

"Perdisteis las pasadas elecciones por preguntar por el 11-M", viene a decir el Siniestro, "y si preguntáis por Troitiño perderéis también las siguientes".

"Recuerda, Rajoy", parece sugerir, "que los términos del acuerdo son claros: hay determinadas cosas que no se tocan, si quieres llegar a la Moncloa. Así que, igual que te presionamos hasta la náusea en la legislatura anterior para que no escucharas los cantos de sirena de quienes, dentro del PP, pretendían remover la mierda del 11-M, no dudaremos en presionarte en ésta para que tampoco entres a cuestionar los aspectos más hediondos de la negociación con ETA".

"Lo sabes, Mariano", babea entre líneas el Siniestro. "No ataques al PSOE con ese asunto, porque se trata de un tema de estado ".

"¿Acaso ignoras", parece sugerirle al líder del PP, "que fue un juez conservador quien actuó de ponente en el Constitucional para esa sentencia que reformó el cómputo de la prisión provisional y que ahora ha permitido liberar a Troitiño? ¿Acaso ignoras, Mariano, que es un juez conservador de la Audiencia Nacional el principal responsable de aplicar esa doctrina al etarra y liberarlo de forma anticipada?".

"¿Quieres que cuente", parece amenazar a Rajoy, "que tú has estado perpetuamente informado de todo? ¿No? Pues dile a tus chicos que dejen de volcar porquería sobre Rubalcaba, porque quizá alguien podría sentirse tentado de poner en marcha el ventilador y no querrás que todos acabemos llenos de mierda hasta el cuello".

Por mucho que uno intentara exagerar, jamás podría sobrevalorarse el daño que el Siniestro causó en la pasada legislatura, al contribuir como nadie, desde la dirección de un medio de comunicación de la derecha, a que una parte de la base social del PP terminara aceptando resignada la mentira oficial con la que se ha tapado la masacre del 11 de marzo.

Fueron presiones al PP como las suyas, ahora repetidas en torno a la liberación de Troitiño, las que terminaron inclinando la balanza entre los populares, en favor de aquellos que estaban dispuestos a aceptar la omertá de la supuesta razón de estado, a cambio de poder aspirar a llegar algún día a La Moncloa.

Lo único bueno que tiene el Siniestro es que se le entiende todo. Especialmente cuando dice que el reclamar la verdad del 11-M en la legislatura anterior equivalía a "cuestionar las estructuras políticas vigentes" (sic). Te confieso, Siniestro, que hace tiempo que no nos cabía ninguna duda al respecto.

Te saliste temporalmente con la tuya, Siniestro. Conseguiste que el PP doblara la cerviz y aceptara sepultar el 11-M en el cajón de los misterios históricos sin resolver. No has podido doblar la cerviz a las víctimas de aquel monstruoso atentado, que siguen reclamando a gritos la verdad que tú contribuiste a negarles; ni tampoco conseguiste engañar a la sociedad, que sabe que tú - y tantos otros como tú - le habéis negado la verdad que merecía. Pero lo que sí lograsteis, los del club de siniestros, es dejar a esas víctimas y a esa sociedad sin ningún partido que canalizara sus demandas de Justicia, en lo que al 11-M respecta.

¿Te saldrás también con la tuya en esta ocasión, Siniestro? ¿Conseguirán tus veladas amenazas y tus nada veladas presiones que Mariano imponga silencio entre sus filas también en el tema de la excarcelación de etarras?

Tal vez. Pero dime una cosa, Siniestro: ¿quién te dicta los recados que tienes que lanzar a Mariano?

¿De qué amo eres voz, Siniestro?

1 comentario:

  1. El siniestro, es eso, siniestro. Los siniestros, los confites y los meapilas, así como los piojos rojos, son todo lo mismo, osea escoria y un mal que hay que extirpar de la sociedad, porque es contagioso.

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