viernes, 15 de abril de 2011

«El terrorismo ganó en España con el 11-M»


SILVIA ROMÁN / Madrid / El Mundo

Zapatero embusteroPor su bigote y sus directas declaraciones le reconocerán. John Bolton (Baltimore, 1948) ocupó poco más de un año el cargo de embajador estadounidense ante Naciones Unidas. Previamente, había sido subsecretario de Estado para el control de armamento y seguridad internacional. Todo ello bajo la Administración Bush. Republicano hasta la médula y en el círculo de los resucitados neocon, se está posicionando en la carrera para encabezar el cartel electoral conservador en las próximas presidenciales. Ayer, viajó hasta Madrid, invitado por la Fundación Rafael del Pino, para pronunciar una conferencia. ¿Su título? Los desafíos para la seguridad internacional que afronta Occidente.

Pregunta.- Sus críticas contra el presidente Barack Obama por su actuación en Libia han sido feroces. ¿Cómo habría actuado George W. Bush de haberse planteado esta crisis durante su Gobierno?

Respuesta.- No sé lo que se habría planteado personalmente Bush, pero lo que está claro es que una vez que un líder como Muamar Gadafi aplica el terror, hay que desalojarle inmediatamente del poder. Washington ha estado indeciso. Había que apostar por la oposición [los rebeldes libios], si bien es cierto que aún no sabemos quiénes la integran realmente. Pero si tenemos que elegir entre Gadafi y la incertidumbre, debemos optar por esta última. No hay nada peor que un régimen a punto de retomar sus actividades terroristas y poner en marcha un programa de armas nucleares. Si Gadafi consigue mantener el control de parte de Libia y vender petróleo a Occidente, esas amenazas tendrán lugar.

P.- De cumplirse esa preocupante situación en Libia, ¿sería partidario de enviar tropas estadounidenses a territorio norteafricano?

R.- No. Los soldados sólo deben desplegarse cuando se ve amenazada la seguridad nacional.

P.- En mayo de 2002, como subsecretario de Estado para el control de armas y la seguridad internacional, añadió al eje del mal de Bush (Irán, Irak y Corea del Norte) a Cuba, Siria y Libia. ¿Qué países integrarían hoy día este listado?

R.- Yo mencionaría a Irán, Corea del Norte, Siria, Birmania, Venezuela y Cuba. A Libia no, porque no sabemos lo que va a ocurrir. Respecto a Venezuela, la destaco por su cercanía a Irán. Y en cuanto a Cuba, desconocemos su programa de armas biológicas, lo que es preocupante. Pero creo que, cuando Fidel Castro muera, el régimen colapsará como los de Europa del Este.

P.- ¿Es cierto que se está planteando presentarse a la carrera republicana de cara a las presidenciales?

R.- Sí. Es un gran paso, una decisión muy significativa, pero es importante para el país. Obama no se ha centrado en los asuntos nacionales y tenemos que retomarlos. Sé que voy a tener dificultades. Es mi primera vez, no soy un gobernador o senador, alguien que haya sido nominado o elegido anteriormente.

P.- ¿En qué momento se encuentra el Partido Republicano tras la irrupción del Tea Party y los fuertes signos de división interna?

R.- La gente ha exagerado la división interna. El Tea Party ha aportado una gran energía a la formación. Es cierto que están muy centrados y se apasionan mucho con los temas económicos, pero es que la situación, con las políticas de Obama, lo requiere y justifica. Los seguidores del Tea Party no son radicales. Son gente normal, de clase media, que simplemente están hartos.

P.- ¿Qué fue lo primero que se le ocurrió al enterarse de que Obama había ganado el Nobel de la Paz?

R.- Me dije: «¡Esto es ridículo! ¡No se lo merece!». No había hecho nada. Su nominación tuvo lugar cuando sólo llevaba tres meses como presidente de Estados Unidos. Pero ni siquiera ahora ha hecho algo en Política Exterior. Bueno, sí, fíjese, ahora está metido en una guerra con Libia. Todo esto me confirma que el comité del Premio Nobel de la Paz es puramente ideológico.

P.- ¿Y qué pensó cuando se enteró de que el flamante presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, retiraba las tropas españolas de Irak?

R.- Bueno, no fue una sorpresa para nosotros [la Administración Bush]. Zapatero ya lo había anunciado en su campaña. Pero fue todo un símbolo y una demostración de cómo los terroristas y Al Qaeda pueden intimidar a las sociedades democráticas. Y así ocurrió con las bombas en Madrid.

P.- ¿Ganó entonces el terrorismo?

R.- En este caso, desafortunadamente, ganaron los terroristas.

P.- Según sus reflexiones, ¿se podría hacer un paralelismo entre los perfiles de Bush y Aznar con los de Obama y Zapatero?

R.- Bush cultivó una gran amistad con José María Aznar, con Tony Blair. Era un presidente al que se le daban muy bien las relaciones personales. Pero a Obama no le interesa la Política Exterior, ni en términos generales. No tiene una relación estrecha con ningún líder europeo.

P.- ¿Hasta qué punto se puede vivir con el pensamiento constante de que el mundo es un lugar lleno de peligros, de amenazas?

R.- ¡Pero es que el terrorismo es una amenaza auténtica! Y lo más probable es que los ataques vayan aumentando. Hay muchas cuestiones por las que estar preocupado. Ahora vamos a ver lo que ocurre en Libia y lo que acontece también tras la retirada, en pocos meses, de las tropas estadounidenses de Afganistán. Fue un error anunciar la retirada del país asiático con un calendario, porque así se estaba diciendo a los talibán que todo lo que tenían que hacer era esperar.

1 comentario:

  1. Parece mentira que diga esas cosas,el mejor que nadie sabe quien inicia algunas de las guerras. Y lo de España, no ganó el terrorismo, si no el desgobierno que hoy tenemos.

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