viernes, 1 de abril de 2011

El PP calienta la manifestación de víctimas sin romper con el Gobierno


CARMEN REMÍREZ DE GANUZA / Madrid / El Mundo

Pide explicaciones de las «mentiras» anteriores al acuerdo firmado en julio de 2008
Zapatero embustero Las actas de ETA han calentado el discurso del PP en política antiterrorista sin llegar a modificarlo en lo esencial. Al menos, por ahora. Tras dos días de graves acusaciones contra el Gobierno por sus «mentiras» en torno a la negociación con la banda en la pasada legislatura, la cúpula del partido se apresuró ayer a reconducir su argumentario y a puntualizar que éstas no han llegado a comprometer su apoyo al Ejecutivo.

Un respaldo que, según explicaciones de Federico Trillo a este diario, no radica en el viejo Pacto Antiterrorista, hecho pedazos con la pasada negociación, sino en el nuevo acuerdo verbalmente suscrito por Zapatero y Rajoy en su reunión de julio de 2008 en la Moncloa. Un acuerdo cuyos cinco puntos se resumían en una declaración muy concisa: «Nunca jamás la violencia logrará objetivos políticos». O lo que es lo mismo: a ETA se la combate con la acción policial y judicial en el marco del Estado de Derecho, y su único destino es el abandono de las armas.

Un pacto que, además de incluir un apoyo sin fisuras a las víctimas y de potenciar la colaboración internacional en materia antiterrorista, incluyó modificaciones legales, como la Ley de Solidaridad -para obligar a las administraciones a retirar placas de exaltación colectiva o individual del terrorismo-, y para asegurar el pago de las indemnizaciones a las víctimas.

Pero, según subrayó Trillo, dicho acuerdo, que quedó ayer así revalidado por el PP, «no implica» silencio alguno en torno a las «mentiras» del Gobierno sobre su etapa anterior a 2008. Y en este sentido, él mismo se permitió declarar que el contenido de las actas representan «una vergüenza para el Estado», al que el Gobierno «habría puesto en almoneda».

«No se puede sentar uno a negociar con terroristas el nombramiento de fiscales, la retroacción de los jueces, el desestimiento de la policía o la financiación internacional», dijo, antes de llegar a pedir las comparecencias en el Congreso de los ministros de Justicia y de Defensa.

Antes que él, la propia portavoz, Soraya Sáenz de Santamaría, fue la encargada de fijar posición en los pasillos del Congreso. Dijo que el apoyo del PP al Pacto «es leal y legal, porque el Estado de Derecho está por encima de todo». No obstante, reivindicó su tarea de oposición sobre la etapa de la negociación y el chivatazo a ETA. Dijo que lo que no puede hacer el PP es «tapar lo que pasó en el pasado, precisamente en un pasado en el que algunos abandonaron el Pacto Antiterrorista».

En todo caso, y volviendo al acuerdo antiterrorista de 2008, la cúpula del PP se desmarcó ayer deJosé María Aznar y de Jaime Mayor Oreja, y dijo que las «mentiras» de entonces «no prueban» las presuntas mentiras de ahora. En este sentido, el ala oficial del partido dice tener muy claro que no hay «pruebas» ni «indicios claros» siquiera de que el Gobierno haya vuelto a negociar o de que esté dispuesto a dejar a ETA volver a colarse en las instituciones.

En realidad, hay más de estrategia que de convicción en esta toma de postura. El equipo de Rajoy cree que una ruptura con el Ejecutivo en política antiterrorista puede volver a movilizar en su contra a los ahora desengañados electores socialistas. Ésta es, de hecho, la razón que llevó a Rajoy a excusar su asistencia a la manifestación de víctimas del día 9.

Sin embargo, el efecto de la publicación de las actas de ETA ha supuesto un revulsivo en el PP. Tanto, que el propio Rajoy se vio libre ayer de clamar en Talavera: «Ya nos engañaron una vez», y de advertir al Gobierno que no lo vuelva a hacer, según informa Damián Villegas.

Así que, pese a no cambiar su agenda para ese día, Rajoy venía a redoblar ayer la presión en su advertencia ante el Ejecutivo, en la misma línea marcada por las asociaciones de víctimas. Las fuentes consultadas en el partido admitían ayer que las actas de ETA y, en particular, el llamamiento de Aznar en Veo7, habían calentado la manifestación a la que ya no sólo acudirá Cospedal sino el propio Trillo.

1 comentario:

  1. Al que tienen que calentar pero bien, es al desgobierno que tenemos. Y Rajoy en vez de mandar a nadie, debría de ir el a la manifa, lo que pasa, es que piensa más en el sillón que en las víctimas.

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