Madrid/ El Mundo
MANUEL MARRACO / Madrid
Una juez ordena retirar una placa proetarra
Una juez de Bilbao ha ordenado al Ayuntamiento de Amorebieta retirar la placa que designa una de sus plazas con el nombre de los etarras Txiki y Otaegi. La decisión de la juez se produce a instancias de la asociación Dignidad y Justicia, que había reclamado sin éxito la retirada de la placa al municipio vizcaíno, en cumplimiento de Ley de Reconocimiento y Reparación a las Víctimas del Terrorismo.
Tras la negativa del Ayuntamiento, la asociación presidida por Daniel Portero acudió a la jurisdicción contencioso-administrativa, argumentando que la existencia de la plaza con esa denominación suponía una «loa institucional» al terrorismo.
Por contra, el municipio, gobernado por el PNV, alegó que la decisión de dedicarles la plaza no se debía a su condición de terroristas, sino a la de fusilados, y que no existía ninguna sentencia que afirmara que Txiki y Otaegi fueran etarras.
Sin embargo, la magistrada Fermina Pita respalda claramente los argumentos de la asociación: «La denominación de dicha calle con los nombres de Txiki y Otaegi se debió en aquel momento por el reconocimiento y en homenaje a Juan Paredes Manot y a Angel Otaegi Etxebarria por su pertenencia a la banda terrorista ETA, por muchos intentos por parte del Ayuntamiento de justificar que lo que motivó, cuando se acordara la denominación de la calle con los nombres de dichas personas, fue que éstos habían sido fusilados y no su pertenencia a banda terrorista».
La juez añade que «la inactividad» del Ayuntamiento tras la petición de retirada «sí es contraria a lo establecido en los arts. 4 y 5 de la Ley 4/2008» y que «vulnera el derecho fundamental al honor y a la dignidad de las personas y especialmente el de las víctimas del terrorismo y sus familiares».
Por otra parte, la policía francesa detuvo ayer a cuatro de los ocho miembros de la ilegalizada Segi que estaban en busca y captura y que la semana pasada celebraron un acto público en la localidad vascofrancesa de Izpura.
Pues nada, a darles caña, hasta que se aburran.
ResponderEliminar