07:09 (18-02-2011) | La Gaceta
"Reyal Urbis demostró su espíritu altruista al cambiar viviendas suntuosas por un viejo piso en Madrid". "Se sospecha que se cerró el contrato con la cancelación de la hipoteca, que superaba el millón de euros".
Rosalina Moreno y Diego Carrasco. Madrid
La querella presentada por Justitia et Veritas contra el presidente del Congreso de los Diputados y ex presidente de la Junta de Castilla-La Mancha, José Bono, califica de “negocio insólito la permuta de dos áticos de lujo por un piso viejo en Madrid”. Y es que el escrito acusatorio presentado la semana pasada ante la Sala Penal del Tribunal Supremo sigue apuntando nuevas consideraciones de especial interés sobre el contrato de permuta entre Bono y su amigo Rafael Santamaría.
Como ya reveló LA GACETA, en julio de 2006 la familia Bono adquirió mediante permuta dos áticos contiguos, ubicados en la lujosa urbanización Las Náyades, Estepona (Málaga), con un valor de mercado de 1.474.460 euros. El cambio se realizó con un piso ubicado en la madrileña calle Cerro del Castañar, de más de 30 años, y que contaba un inquilino en el momento de la transacción.
Según reza la querella presentada por Jaime Ignacio del Burgo, el matrimonio Bono-Rodríguez declaró en 2004 que “su piso estaba gravado con una hipoteca de 1.269.288 euros”. En este sentido, “esto reforzaría la tesis de que el valor de los bienes permutados sería equivalente” tal y como apuntó el auto de la Sala Penal del Tribunal Supremo de 13 de diciembre de 2010. Ahora bien, los querellantes sostienen que “eso sería así si el piso de Madrid se hubiera permutado sin la hipoteca que lo gravaba de 1.269.288 euros”.
En otro orden de cosas y para dejar en evidencia el negocio de la permuta, la querella explica que en el citado auto del Supremo se hace referencia a un “informe del fiscal que aporta la documentación de la que se deduce que la hipoteca fue cancelada a finales del año 2006”. Quiero esto decir, subraya la acusación, que “Reyal Urbis formalizó la permuta confiando en que se produjera la cancelación de la hipoteca”. En consecuencia, “¿de dónde sacó el matrimonio Bono-Rodríguez el dinero necesario para proceder a la liquidación de la hipoteca?”, subraya.
Venta complicada
Para Justitia et Veritas, “Reyal Urbis demostró su espíritu altruista al permutar unos áticos de lujo, recién construidos en Estepona por un viejo piso que, además, estaba arrendado, lo que podía complicar su venta”. Y es que en las declaraciones de bienes que hizo el matrimonio Bono-Rodríguez figura “la percepción de rentas por alquiler de inmuebles, probablemente la de este piso de Madrid, por una cantidad que oscila entre los 600 y 700 euros mensuales”.
Para la acusación popular, “todo induce a pensar que se trata de un contrato de arrendamiento no afectado por la reforma de 1985, por lo que constituía, sin duda, un problema para la sociedad compradora a la hora de ponerlo en venta”.
En cualquier caso, la permuta tal y como se realizó entre Bono y Santamaría fue un negocio poco usual. En otras palabras, “comprar apartamentos en la playa a cambio de viviendas en Madrid”, señala la querella. Por tanto, “lo normal es que el comprador pague al vendedor al contado, que puede proceder de los recursos de Bono o de los obtenidos por un préstamo hipotecario”.
Estas nuevas consideraciones podrían ser estudiadas por los magistrados de la Sala Penal del Tribunal Supremo.
Todo esto de las corruptelas de los pijos rojos, es la pera. En un país que algunos no les llega ni para comer, que tengamos que ver esto, es el colmo.
ResponderEliminarHaber si le meten mano y no la archivan la querella, porque vaya justicia..