AGUSTÍN YANEL / Madrid/ El Mundo
El diputado Ignacio Gil Lázaro, del Partido Popular, opinó que la destitución de Alfredo Pérez Rubalcaba al frente del Ministerio del Interior es obligada después de que él haya afirmado recientemente que en mayo de 2006 no informó al presidente del Gobierno de que se había producido un aviso al presunto cobrador de las extorsiones de ETA, desde instancias policiales, diciéndole que le estaban vigilando y le iban a detener.
La semana pasada, un comisario de Policía declaró ante el juez encargado de este caso que el inspector jefe que investigó el chivatazo, Carlos Germán, quiso destruir una prueba muy importante: la grabación de una conversación telefónica en la que Joseba Elosua, el presunto cobrador de las extorsiones de ETA, contó a su yerno que un policía le había advertido de que iba a ser detenido.
Ante esa respuesta, el diputado popular aseguró que Rubalcaba «trata de protegerse enfrentando a policías contra policías, para intentar desacreditar la investigación y, así, evitar la acción de la Justicia».
Acusó al vicepresidente primero y ministro de haber mentido al Congreso, porque durante varios meses negó que existiera el chivatazo pero la semana pasada, en las respuestas que dio a las 270 preguntas que le había formulado Gil Lázaro para que contestara por escrito, dijo que supo de la existencia de una opración contra el aparato de extorsión de ETA cuatro días antes de que tiviera lugar.
Además. recordó que Rubalcaba siempre ha afirmado que nadie le informó de que se iba a llevar a cabo esa operación policial el 4 de mayo de 2006, ni tampoco al entonces secretario de Estado, pero el ex director general de Información ha declarado al juez Garzón que el día anterior comunicó al secretario de Estado y al director general de la Policía las personas a las que tenían previsto detener.
«El caso Faisán es ya su tumba política», subrayó el diputado.
Para contestarle, Rubalcaba echó mano de los éxitos logrados en la lucha antiterrorista. Le recordó que ETA hizo una primera tregua unilateral en 1998, la rompió y asesinó a más de 40 personas, entre ellas a concejales del PP y del PSOE, policías y guardias civiles.
ETA aprovechó las treguas para rearmarse e introducir comandos en España, añadió el ministro, lo que llevó al PSOE a proponer un pacto antiterrorista y, más tarde, ya en el Gobierno, a detener a un gran número de etarras.
Rubalcaba explicó que, tras esa mala experiencia, él llegó al Ministerio del Interior con «una sola obsesión: que no nos volviera a pasar». «Por eso les estamos ganando», añadió, «porque no creímos a ETA durante la tregua, porque impedimos que pasara lo que pasó en 1998. Esa es la historia, la que usted seguramente no le gusta escuchar en esta Cámara».
Rubalcaba afirmó que «ojalá» la actual tregua sea «la definitiva».
Citan a los autores del segundo informe
El juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz ha citado el día 23 a los guardias civiles autores del informe sobre los cortes en la cinta VHS que se grabó el bar Faisán cuando se produjo el chivatazo. Fuentes jurídicas señalaron a Efe que Ruz ha citado a los agentes para que ratifiquen su trabajo, en el que se concluye que los cortes se produjeron «intencionadamente» o «por negligencia». Las fuentes añaden que el informe -que señala que tanto el equipo como la cinta estaban en buen estado- considera improbable la negligencia, pues los botones de la cámara «están protegidos». Por otro lado, la defensa de Enrique Pamiés, ex jefe superior de Policía del País Vasco, ha pedido que el comisario Carlos Germán deje de investigar lo referido al chivatazo.
X. B. / Valencia
Cotino insinúa que el Gobierno pagó a ETA en el bar Faisán
Juan Cotino, ex director general de la Policía, insinuó ayer que el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero pudo entregar a ETA dinero de los fondos reservados durante la tregua de 2006. Y detalló que las entregas pudieron hacerse en el ya célebre bar Faisán.
«Iba gente al bar, entraba con una bolsa de plástico, iba al servicio, dejaba la bolsa y alguien que estaba allí leyendo el periódico, entraba al servicio y salía con la bolsa», detalló el ahora vicepresidente del Gobierno valenciano en una entrevista con Ràdio 9, la emisora pública autonómica.
Según Cotino, el establecimiento estaba en el punto de mira de la Policía desde los tiempos del Gobierno de Aznar. Allí, explicó, se transaccionaba dinero destinado a la financiación de la banda. «Si algunas de esas personas que llevaban dinero están vinculadas con el PSOE del País Vasco y con el PNV, que al parecer alguna vinculación tenían, pues yo no sé si el dinero ha salido del bolsillo de esos señores que querían aportarlo a ETA, si con ese dinero han querido pagar la tregua o si, como ha pasado alguna otra vez, y no digo que esta vez sea así, haya salido de los fondos reservados como ocurrió en el GAL», dijo.
El «chivatazo» a ETA, apostilló, es un «hecho anecdótico» si se tiene en cuenta que «allí se estaba negociando con dinero para pagar en la tregua a ETA, para que comprara los explosivos con los que luego voló la T-4». Preguntado sobre si tenía pruebas de su denuncia, su entorno dijo que Cotino habló «en el tono distendido de una tertulia» radiofónica.
A. M. / Madrid
Un nuevo Faisán cerca de Interior
El 'caso Faisán' hace tiempo que ha entrado en el imaginario colectivo del humor. El nombre del bar en el que se produjo el ya famoso chivatazo al presunto etarra Joseba Elosua hace fácil la invención de distintos chistes, sobre todo en el sector de la hostelería.
Aunque no se trata de la primera vez que se ve algo así, el caso de la imagen que ilustra esta página llama especialmente la atención. La ironía que denota el texto escrito en la pizarra en la que habitualmente se anuncian platos del día es especialmente relevante si se tiene en cuenta que el cartel de marras estaba ayer situado en un local cercano al Ministerio del Interior.
El texto, escrito con sorna, jugaba con el episodio que mantiene en un brete a distintos miembros de la cúpula de Interior. De hecho, entre los clientes habituales del local se encuentran trabajadores de la sede del departamento dirigido por Alfredo Pérez Rubalcaba.
El dueño del local, que ha manifestado su temor a las posibles repercusiones negativas que un gesto que califica de inocente pueda suponer para su negocio y que está muy arrepentido, explicó a este periódico en conversación teléfonica que tan sólo quiso gastar una broma animado por uno de sus clientes habituales.
El revuelo que se generó en torno al cartel pronto le hizo dar marcha atrás y retirar la pizarra en la que rebautizaba el negocio y anunciaba un menú especial. Y es que a lo largo del día de ayer distintos medios de comunicación se desplazaron hasta allí para interesarse por esta divertida anécdota.
Cansino, vomitivo y todo lo que se pueda decir de este caso es poco. Tiene que actuar el juez, porque si no, veo todo esto en aguas de borrajas.Todos van a defender a los suyos, nadie a echo nada, todos son buenos, cuando es al revés, los de la kgb son polis malos.
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