ÁNGELES ESCRIVÁ / Madrid/ El Mundo
Los primeros informes realizados por la Policía y por la Guardia Civil para el Ministerio del Interior sobre Sortu coinciden en la conclusión: este nuevo partido es «el instrumento» para la sucesión de Batasuna impulsado por ETA. O también: «Es una iniciativa vinculada a los proyectos de ETA desarrollados por la estructura dirigente de Batasuna, que ha sido ejecutada bajo su control directo». «Al servicio» de la estrategia de ETA.
Las Fuerzas de Seguridad aportan documentos redactados por la organización y por los dirigentes de Batasuna para respaldar estas conclusiones cuyo fin es demostrar que el rechazo a los futuros atentados de ETA expresado en los estatutos de Sortu es una mera añagaza para colarse de nuevo en las instituciones.
Los textos ponen en un compromiso claro a Eusko Alkartasuna (EA) en concreto -y a otros posibles socios de Batasuna en general- porque demuestran, al decir de los investigadores policiales, que «el acuerdo Estratégico firmado por Batasuna y EA no puede considerarse ajeno a ETA». Pero en esos informes no sólo hay documentos, sino datos desconocidos hasta ahora y significativos jurídicamente.Sigue en página 4
Dichos datos demostrarían que los «promotores reales de Sortu» son los dirigentes de Batasuna y que los que presentaron el partido en el registro del Ministerio del Interior son simples marionetas.
La Policía considera muy interesantes en este sentido los pasos dados por Rafael Díez Usabiaga, procesado por el sumario Bateragune por intentar poner en marcha el proyecto político de ETA, y en libertad provisional con la condición de que no insista en la actividad delictiva que le llevó a prisión. A pesar de esa circunstancia, los agentes sostienen que él fue en 2009 el autor del documento en el que se desarrolla la «refundación de Batasuna» ordenada por la banda y que, como no la puede llevar a cabo públicamente por las medidas cautelares a las que está sometido, se ha estado reuniendo con Rufino Etxebarria y con Iñigo Iruin para marcarles el camino y para coordinarse.
Hay demostrados al menos dos encuentros con Etxebarria previos al acto del Palacio Euskalduna [el pasado 7 de febrero] en el que fueron presentados los estatutos. Uno mantenido en un asador y el otro en la sede del sindicato LAB. También consta un encuentro con el abogado Iruin en su despacho al que también asistió Joseba Álvarez, otro de los históricos miembros de la Mesa Nacional de Batasuna.
Se añade en los informes la retahila de nombres de quienes comparecieron en el Euskalduna y entre los que se encuentran 17 miembros de las diferentes mesas nacionales de Batasuna, cuatro cargos electos y 10 candidatos pertenecientes a las distintas formaciones ilegalizadas, un miembro del aparato político de ETA y varios procesados por pertenencia a banda armada.
Sin embargo, llama la atención de los investigadores que ninguno de los apoderados legales de Sortu -entre los que hay cuatro avalistas de Aukera Gustiak y un candidato de Herri Batasuna en 1979- asistiese a la defensa de los estatutos de su propio partido, presentados ante notario apenas el día antes.
Les redactaron los estatutos y les alquilaron los coches con los que se desplazaron hasta Madrid para registrarlos. El alquiler de los dos vehículos corrió a cargo de Patxi Jagoba Bengoa, que fue miembro de Jarrai, está condenado por delito continuado de terrorismo cuando era menor y fue apoderado de EH y del PCTV; y de José Alfonso Rojo Martín, candidato en 2007 por la ilegalizada ANV por Bilbao.
Los agentes recuperan unos documentos de 2008 en los que ETA, tras la desarticulación de los sucesivos cuadros directivos de Batasuna, sostiene que «será imprescindible crear otra referencia institucional y política en el abertzalsimo». El desarrollo de esta referencia se encuentra entre los papeles de Ekaitz Sirvent, un etarra que insiste en que en los siguientes cinco años hay que «poner los cimientos sólidos de una alianza estratégica fuerte», porque «una negociación sin alianzas populares es muy criticable».
En su 50 aniversario la banda considera que se necesita una «refundación del abertzalismo». Después, bautiza este movimiento como polo soberanista, destinado a desplazar del poder al PNV y a desarrollar el Proceso Democrático: «La izquierda abertzale deberá disponer de una formación legal para la intervención política institucional y le corresponderá a dicha formación, sea cual sea su nombre y su estructura legal, ser la referencia de todos los independentistas».
ETA marca su «hoja de ruta», la estrategia y el contenido, según las Fuerzas de Seguridad, hasta el punto de que Sortu asume su Proceso Democrático -que, recuerdan, implica el reconocimiento de la territorialidad y la autodeterminación- sin pestañear. Y enfatizan que Sortu es «continuación» de la ilegalizada Batasuna con los numerosos testimonios de dirigentes de este partido anunciando sin pudor la venida de su heredero.
Tanto Policía como Guardia Civil destacan que ETA no ha anunciado que su decisión vaya a ser definitiva. Recuerdan que en sus comunicados dice que «no cejará en su esfuerzo y lucha por impulsar y llevar a término el Proceso Democrático».
Desconfían también de las palabras de compromiso de la izquierda abertzale. Advierten de que siempre que ETA hace pública una tregua, Batasuna realiza un discurso comprometiéndose con las vías «exclusivamente pacíficas y políticas». Así ocurrió en 1999 con Euskal Herritarrok, en 2004 y en 2007, con la inscripción del partido ASB.
Recuerdan que la izquierda abertzale no se ha atrevido a enfrentarse a la banda y no ha presentado Sortu hasta que ETA no ha hecho pública una tregua. De hecho, destacan que sus representantes se negaron a condenar el asesinato del brigadier Nerin, en marzo de 2010, cuando aseguraban estar ya en la vía de la paz.
E insisten en la posibilidad de que todo sea un montaje instrumental (»por imperativo legal», como la fórmula empleada antaño por Herri Batasuna) recordando las palabras de Arnaldo Otegi en una entrevista reciente en la que sostiene que «el precio de aceptar las condiciones de la Ley de Partidos es insignificante si lo comparamos con el precio que pagará nuestro pueblo si no estamos en las mejores condiciones para avanzar en el proceso de liberación nacional». Otegi aseguraba que esta conclusión la había extraído de ETA V Asamblea, de modo que los investigadores deducen que el portavoz de Batasuna se aviene a la «ortodoxia» de la organización.
Parece mentira, que conociendo a los que dicen que son socialistas, que no lo son, a los que dicen ser obreros, que no los son, y a los que dicen ser español, que menos los son, se les crea.
ResponderEliminarEl gobierno progue de pijos rojos, ya lo tiene todo amasado, da igual lo que se diga de sortu o como se llame al final. Ellos desde el 11-M, vienen dando cancha a los asesinos, y buscando la estrategia que mejor se amolde a la situación, con el fin de seguir en la poltrona. Poco les importa la democracia, cuando gobiernan dictatorialmente en temas que no saben que hacer para solucionarlos, por tanto, les da igual todo, van a facilitar la entrada a los batasunos a las instituciones, y lo vamos todos a ver, y darán más beneficios a los asesinos.
Espero que sus conciencias les pasen factura.