FERNANDO LÁZARO / Madrid/ El Mundo
El que fuera miembro de Artapalo, la cúpula etarra más dura y sanguinaria de ETA, la dirigida por Pakito, podrá así cumplir con uno de los requisitos exigidos para acceder a los beneficios penitenciarios: colaborar con la Justicia.
Durante décadas, el bar Faisán fue el centro neurálgico del cobro de la extorsión a empresarios vascos y navarros, incluyendo los años en los que Txelis formaba parte de la dirección etarra desmantelada por la Guardia Civil en Bidart en marzo de 1992. Txelis era el responsable del entramado político y compartía decisiones con los otros responsables de ETA, tanto del que se encargaba de las cuestiones logísticas como del jefe del autodenominado aparato militar.
La relación directa o indirecta de Txelis con la red de extorsión figura en muchos documentos incautados durante los años 90 a ETA y en numerosos análisis elaborados por las Fuerzas de Seguridad del Estado.
En su época, el bar Faisán ya estaba bajo control policial. Pero no fue hasta 2006 cuando, por decisión del juez Grande-Marlaska y de forma coordinada con la juez Laurence Le Vert, se puso en marcha el operativo contra este entramado, en el que una de sus piezas principales era el dueño del bar, Joseba Elosua.
En las investigaciones policiales también aparecían, entre otros, el histórico dirigente de ETA Julen Madariaga y el que fuera máximo responsable del aparato internacional del PNV, el fallecido Gorka Aguirre. De hecho, la Policía Nacional, en la actuación judicial de la Audiencia Nacional, tenía prevista también la detención de este político nacionalista el 4 de mayo de 2006. Pero el chivatazo policial perpetrado en el propio bar Faisán frustró las intenciones de la Policía y los jueces.
Los investigadores sospechaban desde hacía muchos años de las implicaciones de miembros del PNV en el entramado del impuesto revolucionario, en concreto en las gestiones encaminadas a orientar a los empresarios vascos a los que ETA les exigía el pago.
Ahora, la Fiscalía entiende que Txelis puede aportar datos relevantes a un sumario que está a punto de concluirse y llevarse a juicio. De él se desgajó una pieza secreta en la que se investigaba el chivatazo que recibió Elosua en su bar. Las pesquisas policiales apuntaron a que el entonces director de la Policía, el socialista Víctor García Hidalgo, ordenó alertar a Elosua de que iba a ser detenido cuando se trasladara a Francia para entregar dinero procedente de la extorsión. Y que este dirigente político, actual responsable de organización de los socialistas alaveses, se apoyó en un jefe superior y en un inspector para alertar a uno de los principales integrantes de la trama del cobro del impuesto revolucionario.
En un escrito del pasado 28 de diciembre, el titular del Juzgado de Instrucción número 5 de la Audiencia Nacional, Pablo Ruz, cita para el día 14 a Txelis «a fin de que se le reciba declaración testifical».
Por iniciativa del Ministerio del Interior, el ex dirigente de ETA disfruta desde el pasado diciembre del régimen de semilibertad, en aplicación del artículo 100.2 del reglamento penitenciario. Ello a pesar de que Txelis formó parte, como máximo ideólogo, de la cúpula de la banda terrorista durante los años en que ETA cometió 200 asesinatos y algunos de sus atentados más sanguinarios y conocidos. Y de que la aplicación de este régimen especial se ha producido cuando aún le quedan 10 años de condena por cumplir.
El juez de vigilancia penitenciaria de la Audiencia Nacional acordó permitir la salida diaria de Txelis al considerar que era «otro hombre». «Es una persona distinta a la que entró en prisión para cumplimiento de condena, mostrando un rechazo absoluto a la violencia y unas convicciones personales y morales firmes y sólidas al respecto». La frase proviene del informe de Prisiones y ha sido recogida literalmente en el breve escrito del fiscal y en el auto posterior.
También estuvieron de acuerdo las tres partes (Interior, juez y fiscal) en afirmar que la decisión de aplicar el artículo 100.2 del reglamento facilita las disensiones y recompensa a quien abandona el frente de makos, el colectivo de presos de la banda. «Hace posible que el alejamiento del interno de los postulados y medios e instrumentos criminales de ETA -alejamiento que es un objetivo esencial en los programas que se aplican a los miembros de la banda- se vea apoyado por el uso de un mecanismo de flexibilización que permite dar una respuesta proporcionada y constante a los esfuerzos de los internos por separarse del entorno de una organización criminal», dicen Interior, el fiscal y el magistrado.
El auto del juez central de Vigilancia Penitenciaria resume los datos clave para conceder a Txelis la semilibertad: ha renunciado a la violencia, ha perdido perdón a las víctimas y se ha comprometido a resarcirlas económicamente en la medida de lo posible. Además, ha cumplido la mitad de su condena, ha obtenido permisos limitados con resultados favorables y existe «nula posibilidad de reincidencia».
En el caso de Txelis, no cabe la menor duda de que cumple el requisito más importante: haber abandonado ETA y oponerse a su existencia.
De Castro detalla las múltiples ocasiones en que se ha pronunciado públicamente contra el terrorismo y que llevaron a su expulsión de la banda en 1998. «Tras un proceso de conversión religiosa, sorprendió a la dirección de ETA a principios de 1993 con un documento en el que pedía el abandono de las armas», recuerda el juez, que también menciona su oposición al asesinato de Miguel Ángel Blanco.
Este después de sacarlo a la calle, que creéis que va a declarar???.
ResponderEliminarPorque el que es asesino, lo sigue siendo incluso después de dejar de serlo...
No nos merecemos un gobierno que nos mienta (palabras dichas por rubalcaba)