martes, 16 de noviembre de 2010

Nervios en el PSOE por el Sáhara


A. YANEL / M. SÁNCHEZ / Madrid

Una diputada socialista promueve un comunicado conjunto, su partido lo aborta y a ella la desautoriza

Zapatero embustero

La tibieza que mantiene el Gobierno español frente a la actitud de Marruecos con los saharauis, en contra de la contundencia que le reclama toda la oposición, ha llevado el nerviosismo al PSOE. Una prueba de ello es que la diputada socialista Fátima Aburto intentó promover una declaración de todos los grupos del Congreso en apoyo a los saharauis, pero su propio partido la desautorizó ayer.

El viernes pasado, esta diputada redactó un borrador de comunicado, en nombre del llamado Intergrupo para el Sáhara del Congreso, y lo envió a los parlamentarios que forman parte del mismo. A media mañana de ayer lo dio a conocer, haciendo constar en el mismo que lo firmaban, además del PSOE, el PP, CiU, PNV, IU y el Grupo Mixto. Y saltó la polémica.

El comunicado -que finalmente no concitó el apoyo de todos los grupos, como se pretendía, y se quedó sólo en un intento de la diputada Aburto- sorprendió a los socialistas, porque va más allá de la postura que mantienen el Gobierno y el PSOE; y no convenció a los partidos de la izquierda, porque lo consideraron insuficiente.

En él, además de solidarizarse con el pueblo saharaui, los diputados expresaban su «más profundo rechazo de la violencia que ha sido ejercida contra su población, tanto en el campamento de Gdeim Izik como en El Aaiún, incluyendo su más enérgica condena ante la pérdida de vidas humanas que se ha producido».

No había ni una sola referencia a Marruecos, por lo que el diputado de Izquierda Unida Gaspar Llamazares pidió el viernes que se incluyera, de forma expresa, una condena a la actuación del reino alauí. También reclamó que en el texto constara que ese país está practicando una «limpieza» de los saharauis en los territorios ocupados.

En el frustrado comunicado conjunto se denunciaba «la férrea censura» que impide ejercitar «las libertades básicas de reunión, expresión y opinión en los territorios ocupados del Sáhara Occidental», así como su aplicación contra periodistas españoles. Eso, añadía la nota, «impide una información transparente sobre la dramática situación que se vive en la zona».

Además, el Intergrupo para el Sáhara proponía la intervención urgente de la ONU para preservar los derechos humanos en esa zona, e instaba a la Unión Europea y la comunidad internacional a ejercer «una acción más comprometida» en apoyo de una solución pacífica y de las negociaciones que promueve Naciones Unidas.

Llamazares fue el primero en decir que no apoyaba el comunicado si no era más contundente.

Desde el PNV aclararon que no tenían inconveniente en apoyarlo, pero que iban a plantear algunas precisiones, y que ayer no lo habían firmado, sencillamente, porque no lo habían debatido con nadie del PSOE ni de otros grupos.

Rosa Díez, de UPyD, aclaró que no firmaría el comunicado si en él no se exigía al Gobierno que condenara claramente a Marruecos. Tampoco el BNG lo firmó.

En Convergència i Unió (CiU) explicaron que ni siquiera conocían el texto, porque se lo enviaron el viernes por correo electrónico cuando no había nadie para verlo.

En definitiva, un comunicado de apoyo al pueblo saharaui que debían suscribir todos los grupos del Congreso, sólo recibió apoyos iniciales desde el PSOE, el PP, Coalición Canaria y Unión del Pueblo Navarro. Finalmente, el PSOE, en nombre de la diputada Fátima Aburto, pidió disculpas a todos los diputados del Intergrupo para el Sáhara, por la «descoordinación» a la hora de impulsar el comunicado conjunto.

Además de esas disculpas, fuentes de la dirección del PSOE en el Congreso declararon a EL MUNDO que se trató de una iniciativa «individual» de esa diputada, que no respaldaban «ni el PSOE, ni el Gobierno ni el Grupo Socialista». Indicaron que Aburto no les había consultado y que no estaban de acuerdo con el texto de la nota.

Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) presentó ayer una propuesta, en la que pide que el Congreso inste al Gobierno a «reconocer oficial e internacionalmente a la República Árabe Saharaui Democrática», establecer relaciones bilaterales, insistir en la urgencia de una solución al conflicto y subordinar los acuerdos de España con Marruecos a que cumpla las resoluciones de la ONU.

Por la autodeterminación. La ministra de Asuntos Exteriores, Trinidad Jiménez, afirmó ayer en la cadena Ser que «España siempre ha defendido el derecho a la libre autodeterminación del pueblo saharaui». Sin embargo, evitó una vez más condenar la represión de Marruecos tras desmantelar por la fuerza del campamento de protesta de Gdeim Izik. Tampoco lo hizo después en el palacio de Santa Cruz, donde aparece en la imagen, en la presentación de su nuevo número dos, el diplomático Juan Antonio Yáñez-Barnuevo.

1 comentario:

  1. Esto es papel mojao, que intereses tendrá el gobierno con marruecos, para no condenar el tema del Sáhara.

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