sábado, 20 de noviembre de 2010

«A Marruecos le puede salir muy cara otra guerra»


FÁTIMA RUIZ / Madrid/ El Mundo

Zapatero embustero

El Frente Polisario está en pie de guerra, dispuesto a empuñar de nuevo el fusil contra Marruecos para frenar la «limpieza étnica» en El Aaiún. Una batalla asimétrica sin visos de victoria, pero con todas las papeletas para volar por los aires la frágil paz en la región. Lo declara Bucharaya Beyun, uno de sus portavoces en España, la antigua metrópoli en huelga ante «la masacre» perpetrada por las fuerzas de Rabat tras el desalojo del campamento de protesta saharaui. La población, dice, pide soluciones a un conflicto que se prolonga ya 20 años. Y las armas son un derecho de los pueblos para defenderse en medio del «silencio, complicidad e indiferencia» del mundo.

«Cuando España se marchó del Sáhara tuvimos que afrontar una guerra en circunstancias muy adversas, sin armas, sin apoyo internacional», recuerda. «Y aún así logramos que Marruecos aceptara el alto el fuego, no porque tuviera voluntad de paz, sino porque en sus calles empezaron a aparecer mutilados y heridos. Ahora la guerra puede salirle también muy cara».

Con pocos medios, advierte el representante del Frente Polisario en Madrid, la guerrilla abortó la solución militar que trataba de imponer Rabat. Si ahora se regresa a la trinchera, se hará con suficientes «armas, hombres y voluntad para reanudar la lucha», además de cierta proyección internacional.

Beyun quiere dejar claro que el tono bélico está forzado por las circunstancias, y es una solución desesperada ante una comunidad internacional ciega, sorda y muda a lo que ocurre en Marruecos, no sólo por el bloqueo impuesto a la prensa, sino también por falta de voluntad. «No hay respuesta a nivel internacional, nadie se atreve a condenar esta violencia. Ni siquiera los países más cercanos, como España, mientras que Francia utiliza el derecho de veto en Naciones Unidas para impedir una resolución. ¿Qué vamos a hacer, quedarnos de brazos cruzados?», se pregunta. La propia población saharaui no lo permite. «Esto es un genocidio, una masacre en la que se emplea la limpieza étnica. Y es el pueblo saharaui el que nos presiona, el que se manifiesta todos los días en los campos de refugiados para pedirnos que retomemos las armas, un derecho legítimo de los pueblos».

Beyun insiste: «No es que estemos tocando tambores de guerra, pero se nos está exigiendo que actuemos, porque hace 20 años que la gente espera la solución al conflicto. Y Marruecos no hace más que bloquearla». ¿Hasta cuándo puede durar esa paciencia de los saharauis de la que habla? «Esto no quiere decir que vayamos a ir a la guerra mañana, y no puedo dar plazos, pero los ánimos están cada vez más exaltados y no sé cuánto tiempo más podrá el Frente Polisario resistir esta presión».

Tiene claro que una eventual batalla con Marruecos sería un enfrentamiento desigual. «No podemos infligir una derrota militar, pero podemos conseguir que no haya paz en la región». La lucha, advierte, podría extenderse fuera de la frontera del Sáhara: «Marruecos la sufriría en su territorio». Aunque Beyun descarta la palestinizacióndel conflicto, con kamikazes en las calles de las ciudades marroquíes. «Siempre hemos evitado esos métodos, y hemos peleado, si se puede decir así, en una guerra de caballeros, sin recurrir al terrorismo», asegura, insistiendo en que «esa no es nuestra filosofía». Se trataría, en cambio, «de una guerra de liberación nacional contra el Ejército marroquí».

La amenaza bélica sobre la antigua colonia española tiene un responsable, según el representante del Frente Polisario: la comunidad internacional. «Están obligándonos a una confrontación», señala.

Mientras, la información de lo que pasa en el terreno sigue siendo confusa, aunque el Polisario da por cierta la cifra de 36 víctimas en el hospital militar de El Aaiún -«36 cadáveres que Marruecos no quiere identificar o entregar en ese centro concreto, ¿cuántos más habrá en otros hospitales»-, a los que suma «decenas de desaparecidos». Sinónimo de muertos para el Polisario: «Quienes no han aparecido en 11 días es que no están vivos». Entretanto las fuerzas marroquíes siguen registrando «casa por casa» en busca de implicados en las protestas. Los mismos que pueden echarse al monte y «acabar creándole muchos problemas a Marruecos».

1 comentario:

  1. Marruecos es un impresentable en este tema, y los demás incluído el gobierno y la ONU, unos pasotas, no saben o no contestan. Mientras tanto, el derecho de los saharauis está por los suelos, ni derechos humanos ni nada de nada, en fin, un fiasco de solidaridad.
    ¡Sáhara libre ya!

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