viernes, 29 de octubre de 2010

Un pacto con dos vocales del PP del CGPJ desbloquea los nombramientos


MARÍA PERAL / Madrid

El grupo minoritario se cree «traicionado» y critica el «cambio de las reglas de juego»

Zapatero embustero


Un pacto de última hora entre el sector mayoritario del Consejo General del Poder Judicial -que integra a los vocales propuestos por el PSOE, PNV y CiU- con sólo dos de los nueve vocales designados por el PP permitió ayer desbloquear los nombramientos de seis presidentes de tribunales superiores de Justicia. Alguno de ellos, como el de Valencia, llevaba pendiente más de un año.

Es la primera vez en el actual CGPJ que se producen nombramientos de altos cargos judiciales con votos de «tránsfugas», según el más suave de los calificativos con los que el grupo de los vocales propuestos por el PP se refirió ayer a sus compañeros Concepción Espejel y Claro Fernández-Carnicero. En otras ocasiones ha habido fugas de votos en uno y otro sector, pero nunca se ha sabido con exactitud qué vocales no habían seguido los acuerdos que se alcanzan en el seno de los grupos.

Ayer no hubo dudas. Espejel y Fernández-Carnicero llevan tiempo apartados del sector de vocales elegidos por el PP. Ellos sostienen que han sido maltratados y ninguneados en aras de una disciplina de grupo basada en que hay que seguir las consignas de la actual cúpula dirigente de la Asociación Profesional de la Magistratura, y que el grupo ha adoptado decisiones que les afectaban a sus espaldas. El resto de los vocales afirma que Espejel y Fernández-Carnicero «van por libre» y no quieren aceptar los acuerdos que se alcanzan democráticamente en el grupo cuando no coinciden con sus intereses.

A las discrepancias sobre los nombramientos se sumaba ayer otro foco de tensión, relativo a la renovación de las comisiones del CGPJ. En contra del deseo de Espejel, que quería permanecer en la Comisión de Calificación, el grupo minoritario había acordado sustituirla por Antonio Montserrat, lo que -según fuentes de la minoría- había sido aceptado por el grupo mayoritario. Los vocales del PP no querían tener en esa Comisión -una de las más relevantes del Consejo, al ser la que preselecciona a los candidatos para los cargos judiciales- a una «representante» que ignora olímpicamente las decisiones tomadas por el grupo.

El sector minoritario se encontró con que, tras salir adelante los nombramientos pactados entre la mayoría y Espejel y Fernández-Carnicero, los vocales propuestos por el PSOE apoyaron el deseo de la vocal de permanecer en Calificación. Esto fue interpretado por la minoría como una «traición» y un «cambio de las reglas del juego», ya que hasta ahora los acuerdos establecidos entre los negociadores de los dos grupos, Margarita Robles y Manuel Almenar, se habían respetado. Esta situación de «pérdida de confianza» llevó a Almenar a presentar su dimisión como miembro de la Comisión Permanente y de la Comisión de Modernización Judicial, lo que no le fue aceptado por el Pleno.

El grupo de la minoría no fue informado del pacto entre los vocales propuestos por el PSOE y Espejel y Fernández-Carnicero, y entró en la reunión convencido de que iban a salir adelante las presidencias de los TSJ de Cataluña, Castilla y León, Castilla-La Mancha y Canarias, pero en ningún caso la de Andalucía, que la minoría quería para Francisco Arroyo. Asumía, en contrapartida, que la mayoría bloquearía el TSJ de Valencia.

Para los vocales propuestos por el PSOE el punto de partida era otro: sólo estaban garantizados el TSJ de Cataluña (para el candidato de Margarita Robles, Miguel Ángel Gimeno) y el de Castilla y León (donde José Luis Concepción, de la APM, aspiraba a ser reelegido).

En esta situación, 15 minutos antes del Pleno la mayoría ofreció a Espejel y Fernández-Carnicero apoyar la reelección del candidato de Espejel, Vicente Rouco, en el TSJ de Castilla-La Mancha a cambio de que ellos dos votaran a Lorenzo del Río, de la asociación Francisco de Vitoria, como nuevo presidente del TSJ de Andalucía.

Salieron, así, adelante, los seis nombramientos. El primero, el de Gimeno, que hubiera sido bloqueado por la minoría de haber conocido el pacto; luego los de Del Río en Andalucía, Juan Antonio Castro en Canarias, Rouco en Castilla-La Mancha, Concepción en Castilla y León y Pilar de la Oliva en Valencia.

Espejel y Fernández-Carnicero dijeron ayer que votaron a quienes les pareció que reunían más méritos, al margen de siglas asociativas.

1 comentario:

  1. Esto es de risa. luego hablan de la independencia del poder judicial, vaya fiasco de justicia.

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