PABLO PARDO / Nueva York
Especial para EL MUNDO
La frase quedó grabada en el sonido de ambiente de las cámaras de televisión como un extraño prolegómeno a un encuentro en el que ambos mandatarios se reunieron en una mesa con una sola bandera: la de Marruecos. La explicación de la ausencia de la española es que Mohamed VI es jefe de Estado y Zapatero jefe de Gobierno. El primero actuó como anfitrión y, por tanto, en la sala de la ONU en la que se produjo la reunión sólo estaba la bandera marroquí, que se encargó de colocar la delegación de ese país antes de que las cámaras tomaran imágenes.
Tras el encuentro, que se desarrolló en castellano, Zapatero mantuvo una brevísima cita con la prensa, en la que aceptó dos preguntas. Y, dada la concreción de sus respuestas, cabe pensar que, efectivamente, lo más importante de la reunión bilateral fue la foto. Aparentemente, a lo más que Zapatero y Mohamed VI llegaron fue a acordar la celebración de la próxima reunión de alto nivel entre ambos países el próximo año, y reforzar la cooperación y los canales de comunicación entre Madrid y Rabat.
Eso fue todo. ¿Regresarán los embajadores de cada país? «Yo creo que se producirá en un breve plazo de tiempo. Ésa es la conclusión a la que he podido llegar». ¿Hasta qué punto Zapatero y Mohamed VI discutieron las controversias entre ambos países con respecto a la política española de inmigración? «No ha sido necesario descender a ningún detalle». ¿Va a haber una colaboración más estrecha? «Los ministros de Exteriores tienen que estar en permanente colaboración, sabiendo que hay un principio de respeto y de buena voluntad en todos los conflictos».
Con semejantes respuestas, era difícil saber exactamente de qué habían hablado o qué habían decidido. El presidente español fue incluso incapaz de concretar cuándo se celebrará la próxima reunión de alto nivel entre ambos países: «Esperamos que sea a principios de año».
Zapatero tampoco fue mucho más especifico al ser interrogado respecto al posible encuentro entre el Rey Juan Carlos y Mohamed VI. «Tienen una muy buena relación que facilita las relaciones entre España y Marruecos. El Gobierno ve con simpatía, conveniente, un encuentro. Eso corresponde a las respectivas casas reales, y es probable que se produzca».
Así transcurrió la rueda de prensa, en la que el presidente recalcó que el encuentro había «reafirmado el principio con el que los dos gobiernos vienen trabajando» desde que él es jefe del Ejecutivo: «Colaboración, buena relación, cooperación y entendimiento en función del principio de sinceridad». Aunque, eso sí, «cada uno tiene sus posiciones, tanto desde el punto de vista de la inmigración como desde otro punto de vista». Ésa fue la mayor concesión a la existencia de discrepancias y tensiones que llevó a cabo el presidente.
Zapatero dijo no haber hablado del Sáhara Occidental, que también ha sido motivo de fricción en las últimas semanas. No obstante, sostuvo que Rabat conoce la postura de Madrid, que está trabajando con la ONU, Francia y EEUU «para un acuerdo final en el Sáhara». «La solución es un acuerdo, y sólo un acuerdo nos lleva a la solución», dijo Zapatero, sin entrar en otras profundidades que no fueran explicar que «eso lo sabe bien el rey».
Vaya expresión, la foto es lo más importante, eso ya lo sabemos, porque España le importa un pimiento morrón..
ResponderEliminarNo nos merecemos un gobierno que nos mienta (palabras dichas por rubalcaba).